¿Qué desafíos globales se deben enfrentar para evitar que se incremente la desigualdad basada en la pérdida de empleo?

En Robots and industrialization in developing countries, publicado en el marco de la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo se expuso cómo la creciente automatización industrial afecta los puestos de trabajo en los países en desarrollo y qué estrategias pueden ayudar a superar el problema.

Los robots que asumen los puestos de trabajo humanos han sido una preocupación durante décadas, pero esas preocupaciones generalmente se centran en los países desarrollados.

El informe señala que los países de África y América Latina pueden estar en mayor riesgo de que su industrialización se desacelere, ya que el uso creciente de robots está consumiendo la ventaja laboral de bajo costo que los países en desarrollo han mantenido tradicionalmente. Hasta dos tercios de esas ocupaciones pueden estar en riesgo.

La UNCTAD advirtió que los costos laborales son factor determinante para que las empresas decidan en qué países instalan sus plantas de producción, en especial cuando se trata de bienes con alto contenido de mano de obra, resulta que la proporción de trabajos que podrían experimentar la automatización laboral “es en realidad significativamente mayor en los países en desarrollo que en los avanzados”.

Países en desarrollo latinoamericanos, como México y muchos de Asia que se dedican a la actividad exportadora de los sectores automotriz, eléctrico y electrónico son los más expuestos al uso de robots industriales.

Oportunidades y desafíos

¿Cómo pueden los países en desarrollo reactivar la industrialización?  Se sugiere que los países desarrollados podrían contribuir a ello mejorando sus propias condiciones de trabajo. Mejores beneficios para los trabajadores pueden estimular la economía, lo que conduce a una mayor demanda de bienes y al aumento de las oportunidades de fabricación para los países en desarrollo.

Una solución poco convencional puede ser introducir más robots. Si los países en desarrollo tuvieran una mano de obra calificada y poco calificada, compuesta tanto de seres humanos como de robots, esto podría convertirlos en una opción más atractiva que otros países. Combinar los dos puede realmente crear una mejor fuerza de trabajo; la mezcla en otras tecnologías de automatización, como la impresión 3D, también podría ayudar a los países a mantener una ventaja competitiva. También se destaca que los países graven o pongan impuestos por el uso de los robots.

Cualquiera que sea la estrategia elegida, afirman, tendrá que tener en cuenta la rápida expansión de las nuevas tecnologías de automatización y de la inteligencia artificial en forma de robots.

 

Robots and industrialization in developing countries. 2016. Geneva: UNCTAD.