Por: Carlos D’Elía

El Subsecretario de Comercio Exterior de México valora las negociaciones en curso con Argentina.

En el marco de la segunda ronda de negociaciones del Acuerdo de Complementación Económica entre Argentina y México, ACE 6, el 18 de abril se realizó en Buenos Aires una reunión organizada por la Cámara de Comercio Argentina Mexicana (CCAM) que contó con una exposición del Subsecretario de Comercio Exterior de México, Juan Carlos Baker Pineda, quien estuvo acompañado de su equipo de trabajo. La primera ronda de negociaciones tuvo lugar en noviembre de 2016, en la Ciudad de México.

El funcionario mexicano destacó la necesidad de ampliar y profundizar el ACE 6, que se encuentra vigente desde 1987, para así contar con un acuerdo de última generación que permita consolidar la relación comercial. Según refirió, apenas 38% del comercio bilateral actual se realiza bajo los esquemas del ACE 6.

Resaltó también el gran impulso que en los últimos doce meses le vienen dando a las relaciones bilaterales las diversas visitas de funcionarios de alto rango, con la certeza de que “Argentina y México tienen que estar más cerca”.

Otro acuerdo que involucra a ambos países es el ACE 55 que regula el comercio automotor entre el MERCOSUR y México. Al respecto, Baker Pineda señaló que la expectativa de México es regresar al libre comercio en el sector automotor, dejando de lado los cupos vigentes.

¿Qué quiere decir la profundización del acuerdo?

En primer lugar, comprende los aspectos arancelarios, donde algunas de las preferencias aún son parciales, ya que no alcanzan el 100%. Con relación a la renegociación de las preferencias sostuvo que primero se debe identificar lo que se está comerciando y en qué niveles de preferencia, para luego ir más allá y profundizar los vínculos comerciales.

Adicionalmente, la profundización involucra la inclusión de productos que no están incorporados en el acuerdo. Cabe notar que, además del comercio bilateral que actualmente no está cubierto por ninguno de los dos acuerdos, México pretende incorporar el universo automotor a este paquete de negociación.

La profundización pasa también por incluir otras disciplinas. Si se quiere modernizar el acuerdo de forma tal que refleje la ambición y la capacidad exportadora de ambos países, entonces se deben incorporar disciplinas que acompañen los acuerdos arancelarios: Aranceles + Disciplinas.

¿Cuáles son esas disciplinas? Plataformas electrónicas, obstáculos técnicos al comercio (OTC), medidas sanitarias y fitosanitarias, y propiedad intelectual.

Baker Pineda comentó que los objetivos que se plantearon las autoridades argentinas y mexicanas para esta segunda ronda de negociaciones son, en primer lugar, “identificar en cada tema dónde estamos, cuáles son las expectativas que tiene cada parte y llegar a textos consolidados que lo reflejen”. En segundo lugar, empezar a “definir los parámetros” sobre los que se abordará la negociación de los productos, por ejemplo, cuáles son los plazos, los sectores incluidos y los excluidos, y cuáles son las preferencias.

Mencionó que México tiene abiertos varios frentes de negociación: Argentina, Brasil, Unión Europea y Asia; en particular destacó las negociaciones con Japón para profundizar el acuerdo bilateral vigente desde 2005.

Se refirió también a las relaciones con Estados Unidos. En ese sentido, sostuvo que México está convencido que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha beneficiado a todos los países, a partir del nivel de comercio que se generó gracias a la eliminación de las barreras arancelarias. Sin duda, México está dispuesto a discutir cómo hacer frente a prácticas de comercio desleal que otros países realizan, cómo incorporar plataformas digitales al TLCAN, o incorporar disposiciones sobre las empresas del estado, entre otros aspectos que puedan aportar a una agenda de discusión positiva que construya sobre lo ya logrado.

El TLCAN se ha convertido en un bien nacional y en una fuente que brinda certidumbre, previsibilidad y preparación, en el sentido que permite a todos los productores y empresarios mexicanos conocer cuáles son las condiciones de acceso al mercado con el cual México tiene un acuerdo.

Reconoció que parte del atractivo de México es ser una plataforma abierta al comercio internacional, que data de hace más de tres décadas, por lo que el camino a recorrer será continuar en ese mismo sentido. Al respecto, señaló que están buscando más plataformas donde poder integrarse, más fuentes donde poder colocar sus productos, pero también de donde puedan conseguir parte de lo que necesitan. De ahí, la racionalidad de volver a encontrar oportunidades, como las existentes con Argentina.

El comercio entre Argentina y México es relativamente bajo (US$ 2.300 millones) y viene descendiendo. Sin embargo, existen grandes oportunidades para ambos países. El propósito es terminar todo el proceso de negociaciones hacia fines de 2017 o principios de 2018. ¿Hasta dónde se llegará? “De eso dependerá la negociación, pero la ambición de avanzar está en ambas partes”. Indicó que el nivel de ambición de las disciplinas debe ser semejante al arancelario.

Destacó la participación de lo que usualmente se denomina el “cuarto de al lado”, en referencia a los empresarios que acompañan en las negociaciones que lleva adelante México. Las consultas técnicas al sector privado permiten conocer con mayor detalle las necesidades propias de cada sector y enriquecen el proceso negociador que llevan adelante los funcionarios públicos.

Por último, sostuvo que Argentina y México, desde sus respectivos lugares geográficos, tienen la gran oportunidad de ejercer un liderazgo considerando los espacios y oportunidades que se están presentando en distintas partes del mundo. Destacó la activa agenda que tiene Argentina por delante y el entusiasmo que esta genera en México.