El eje vial Tacna-La Paz es una de las conectividades más importantes entre Bolivia y Perú, ya que permite una salida directa y la más corta desde la capital de Bolivia hacia la ciudad de Tacna.

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Los Presidentes de ambos países establecieron en 2010 un compromiso bilateral sobre el asfaltado de más de 300 km de la carretera Tacna (Perú) – La Paz (Bolivia) con el objetivo de fortalecer la integración peruano-boliviana, y para que esta vía se constituya en una importante ruta para el comercio bilateral y el tránsito de personas y de vehículos hacia el Océano Pacífico (Declaración de Ilo, 2010).

En 2015, en un nuevo encuentro presidencial, y de los Ministros de las áreas correspondientes, se renovó este compromiso entendiendo que este corredor vial contribuye al desarrollo económico y social de las poblaciones asentadas en el ámbito fronterizo. Para ello, elaboraron un plan binacional con acciones complementarias a la pavimentación de la carretera, que incluye grupos de trabajo y actividades específicas sobre medio ambiente y recursos hídricos transfronterizos; seguridad y defensa; desarrollo económico, políticas sociales y fortalecimiento institucional; e infraestructura para la integración y el desarrollo (Declaración de la Isla Esteves, 2015).

En su recorrido, la carretera atraviesa el departamento de Tacna en Perú y el departamento de La Paz en Bolivia. Este territorio cuenta con una superficie de 150 mil Km2 donde viven cerca de tres millones y medio de personas. El PIB de ambos departamentos es superior a los US$ 10.000 millones, estimado al año 2014. (COSIPLAN, 2016).

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Este eje vial de integración se compone por dos proyectos carreteros de la Cartera del COSIPLAN del Grupo de Proyectos 5 del Eje Interoceánico Central. En Perú une la ciudad de Tacna con Collpa, en la frontera con Bolivia, y en ese país, conecta el Hito IV con la ciudad de La Paz. Ambos proyectos han sido divididos en tramos para la implementación de las obras necesarias para su pavimentación.

En el caso peruano, la carretera Tacna – Collpa tiene 4 tramos, encontrándose el primero de ellos, hasta el kilómetro 43,6, pavimentado a nivel de carpeta asfáltica. El segundo tramo tiene una longitud de 50,4 Km con una inversión de US$ 79 millones, se encuentra en ejecución desde agosto de 2016 y concluirá en febrero de 2018. El tercer tramo es de 52,2 Km con una inversión de US$ 43 millones, y su plazo de ejecución es desde setiembre de 2016 hasta abril de 2018. El último tramo hasta la frontera con Bolivia es de 41,2 Km, tiene una inversión de US$ 45 millones, se inició en febrero de 2016 y se estima completar las obras en octubre de 2017.

En Bolivia, la carretera La Paz – Hito IV también se encuentra dividida en cuatro tramos y el primero de ellos está pavimentado hasta el Cruce Ferroviario Capiri. El segundo tramo, entre Capiri y Central Chama es de 25,25 Km, se encuentra en ejecución con una inversión de US$ 16 millones financiada por CAF y se estima su finalización para 2017. El siguiente prevé pavimentar 27,44 Km entre Central Chama y Nazacara, también se encuentra en ejecución, tiene una inversión de US$ 21 millones y se finalizará en 2017.

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El cuarto tramo, que une Nazacara con Hito IV, se dividió en tres sub tramos, estando los dos primeros con las obras adjudicadas. El primer sub-tramo une los 25 km entre Nazacara y San Andrés de Machaca con una inversión de US$ 32 millones financiada por FONPLATA, y el segundo, la carretera que conecta San Andrés de Machaca con Santiago de Machaca de 32,7 Km tiene un costo de US$ 37 millones financiada por el BID. Finalmente, el sub-tramo Santiago de Machaca – Hito IV, de aproximadamente 50 Km, se encuentra en licitación y tiene una inversión estimada de US$ 66 millones.

Adicionalmente, esta conectividad hacia la costa peruana se complementa con otros dos proyectos de la Cartera del COSIPLAN. La construcción y mejoramiento de la carretera Camaná – Matarani – Ilo que se encuentra en ejecución con una inversión estimada de US$ 438 millones, facilitará la conectividad entre los puertos de Ilo y Matarani. Se estima su conclusión en abril de 2017. El segundo proyecto es la ampliación, mejoramiento y modernización del Puerto de Ilo, cuyo objetivo es consolidarlo como una terminal multipropósito moderna. En este sentido se está evaluando una iniciativa privada que propone realizar el diseño, construcción, operación, mantenimiento y explotación de esta terminal. La inversión estimada asciende a US$ 230 millones.