A medida que las tecnologías asumen las tareas desempeñadas por mano de obra, existe una creciente preocupación por el futuro de los empleos.

Robots and jobs: Evidence from the US es un resultado parcial de los economistas Daron Acemoglu y Pascal Restrepo quienes abordan el problema del impacto de la robotización sobre el empleo y los salarios mediante un modelo focalizado en mercados laborales locales en EE.UU.

De acuerdo con sus estimaciones sugieren que un robot adicional por cada 1.000 trabajadores reduce la relación empleo-población en 0,18-0,34 puntos porcentuales y los salarios en 0,25-0,5%; esto equivale a la pérdida de empleo de tres trabajadores por un robot adicional. Este efecto es distinto de los impactos de las importaciones, la disminución de los empleos rutinarios, la deslocalización de la producción y la aplicación de otras tecnologías informáticas.

Es conocido que hay diversas estimaciones acerca del posible impacto de la automatización sobre el empleo. Por ejemplo, Frey y Osborne, quienes clasificaron las ocupaciones por su capacidad de automatización, concluyeron que el 47% de los trabajadores estadounidenses están en riesgo en los próximos 20 años. Según un estudio de McKinsey (2016), esa cifra sería del 45%, y el Banco Mundial estima que este número para la OCDE en su conjunto es del 57% de los trabajadores. Otros analistas, como Arntz et al. (2016), sin embargo, no están de acuerdo. Sostienen que, dentro de una ocupación, muchos trabajadores se especializan en tareas que no pueden ser automatizadas fácilmente, por lo que su estimación para empleos de la OCDE en riesgo es sólo el 9%.

Se sabe que los costos en empleo y salarios no pueden ser estimados solo por los efectos directos de la robotización. En realidad, el efecto neto dependería de los propios costos de la automatización, los ahorros salariales que implique y además de posibles mejoras de productividad que puedan implicar nuevos puestos de trabajo en la empresa u otras ocupaciones podrían expandirse en otras áreas de la economía.

Para analizar esta cuestión, Acemoglu y Restrepo focalizaron en mercados laborales locales, estableciendo indicadores del grado diferenciado de exposición que estos puedan tener a la introducción de robots.

Encuentran que, en efecto, en las áreas más expuestas a los robots, entre 1990 y 2007 tanto el empleo como los salarios disminuyeron de forma robusta y significativa. La introducción de un nuevo robot por cada 1.000 trabajadores en un determinado mercado local redujo la relación empleo/población en 0,37 puntos porcentuales y el crecimiento de los salarios locales en 0,73%. Esto equivale a 6,2 trabajadores que pierden sus trabajos para cada robot.

Se trata de un efecto directo de la robotización el cual, además, es más fuerte para las ocupaciones rutinarias manuales, las llamadas ocupaciones “de cuello azul”, por ejemplo, las relacionadas con el montaje y donde predominan trabajadores con menos de educación universitaria.

Por otra parte, si se introducen los efectos compensadores de la introducción de los robots, derivados de ganancias de eficiencia que permitan aumentar el comercio entre los distintos mercados locales, aun ocurriría que, por cada nuevo robot introducido por cada 1.000 trabajadores ocupados, se produciría una reducción de la relación empleo/población de 0,34 puntos porcentuales y un crecimiento menor de los salarios en cerca de 0,5%. Es decir, se atenúan los efectos directos pero, de cualquier manera implicaría la pérdida de tres puestos de trabajo por cada robot adicional introducido.

Ahora, bien, según los autores, hasta ahora, hay relativamente pocos robots en la economía de EE.UU., y por lo que el número de puestos de trabajo perdidos debido a los robots está entre 360.000 y 670.000 unidades. Si los robots se difundieran como se está prediciendo, las futuras pérdidas agregadas de empleos serán mucho mayores. Por ejemplo, BCG (2015) tiene un escenario “agresivo” en el que el stock mundial de robots industriales se cuadruplicaría para 2025. Con las estimaciones de Acemoglu y Restrepo, esto implicaría una relación empleo/población menor en el rango de 0,94-1,76 puntos porcentuales y un crecimiento salarial menor entre 1,3-2,6% en el periodo 2015 y 2025. Aunque son resultados significativos, según los autores se sigue tratando de una fracción relativamente pequeña del empleo en la economía de EE.UU.

Acemoglu, D; Restrepo, P. Robots and jobs: Evidence from the US. CEPR: 2017.