Ambos países sostienen su compromiso de estrechar lazos mutuamente beneficiosos.

Entre el 12 y el 14 de junio se llevó a cabo en Brasilia la Sexta Ronda de negociación entre ambas naciones cuyo objetivo es la ampliación y profundización del Acuerdo de Complementación Económica Nº53 que regula su vinculación comercial.

Este esfuerzo negociador proseguirá con otra Ronda que se llevará a cabo en México entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre próximos.

Las tratativas deben entenderse en el marco del creciente activismo negociador entre países de la región. Un mayor y más profundo acceso a los mercados y otras formas de integración económica son considerados por los países como un instrumento para estimular sus exportaciones y los niveles de actividad. Para México, las negociaciones con Brasil representan una vía de diversificación de sus mercados de destino, mientras que Brasil las percibe como un una respuesta a los cambios que se están produciendo en la región y en el mundo.

Como argumenta el reciente informe del Banco Caminos para crecer en un nuevo mundo comercial (especialmente el capítulo 7), la relación Brasil-México es uno de los “vínculos faltantes” de la integración latinoamericana. Su profundización apuntaría a intensificar cadenas de valor manufactureras y a aprovechar ventajas de especialización, en particular en sectores agroindustriales.