Por: Ana Inés Basco

Instituciones, comercio exponencial y equidad en la era de los algoritmos

En el marco de un Programa de Bienes Públicos Regionales (BPR) del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del Sector de Integración y Comercio (INT) del BID, se publicó recientemente el estudio “La Tecno-Integración de América Latina: instituciones, comercio exponencial y equidad en la era de los algoritmos”. La principal fuente de información de esta investigación proviene de la encuesta Latinobarómetro que se realiza hace más de 20 años en 18 países de la región. Los datos son analizados, primero, en forma aislada, luego vinculados con otros datos que surgen de la misma encuesta y, finalmente, comparados con otros indicadores objetivos de distintas fuentes estadísticas, algunos de los cuales son recopilados por organismos internacionales.

La presentación del informe tuvo lugar el día 21 de noviembre en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México ante casi 300 personas. En el evento expusieron destacadas autoridades de esa institución, Marta Lagos, Directora de Latinobarómetro, Alejandro Moreno, miembro también de Latinobarómetro y especialistas del INTAL.

Este año, algunas de las preguntas que nos hicimos en el estudio fueron: ¿Qué entendemos por integración? ¿Queremos más o menos integración? ¿Tenemos preferencias por integrarnos con algún país o bloque en particular? ¿Estamos de acuerdo con el libre comercio de bienes y servicios? ¿Y con la libre movilidad de trabajadores? Las respuestas a estos interrogantes son contextualizadas en el marco de la revolución tecnológica en curso, donde la introducción de tecnologías de la información y la comunicación (TICs), y otras nuevas de carácter disruptivo como la impresión 3D, los drones, la robótica, la internet de las cosas, la realidad virtual, la Inteligencia artificial, y las técnicas para explotar grandes masas de información (big data), están desafiando la forma en que producimos, nos comunicamos, consumimos, intercambiamos bienes y opiniones, y participamos en democracia. Sin embargo, es innegable que el avance tecnológico también genera tensiones y desafíos en materia de empleo, inclusión social, e impacto ambiental. ¿Estamos preparados los latinoamericanos para integrarnos en la nueva economía global? ¿Qué impacto creemos que tiene la inteligencia artificial y la robótica en el empleo? ¿Cuáles son las tecnologías más resistidas y cómo hemos integrado aquellas que en su momento fueron disruptivas?

Por otra parte, la región también se caracteriza por enormes desigualdades sociales: al interior de los países, y entre ellos, entre la población urbana y rural, entre jóvenes y adultos mayores, entre hombres y mujeres y entre trabajadores y empresarios. ¿Es posible alcanzar la integración regional en un contexto de grandes desigualdades? ¿Somos los latinoamericanos indiferentes ante la desigualdad? ¿Cuánto nos preocupa la equidad y la inclusión?

Estas son algunas de las principales conclusiones del informe que se expresan de manera muy sintética pero se pueden encontrar más desarrolladas en el informe:

El ADN de la Integración económica y política

  1. Latinoamérica SI. Uno de cada 4 latinoamericanos cree que la integración económica es importante para el desarrollo, y un 77% está a favor de la integración económica regional. En momentos en donde prevalecen en otras partes del mundo posturas proteccionistas, separatistas o aislacionistas, los latinoamericanos mayoritariamente quieren la integración económica regional.
  2. Pero compitiendo con otras prioridades. A la hora de integrarse, prefieren hacerlo en primer lugar con Estados Unidos, después con la Unión Europea, luego con China, y América Latina aparece en cuarto lugar. Este deseo de mayor integración con Estados Unidos está correlacionado con el comercio con este país y con la favorable opinión que se tiene hacia esa nación. Y lo mismo se observa en el caso de China y la Unión Europea.
  3. Coincidencias entre la ¨sensación térmica¨ y la “temperatura” de la integración. Los países que más asocian la integración económica con el libre comercio y el diálogo político son justamente aquellos países que más concentradas tienen sus canastas exportadoras y que también tienen menos ingresos por IED.

  1. La pluri-globalizacion. El apoyo de los latinoamericanos a mayor apertura no se entiende sólo desde el aspecto económico, sino también desde el plano social y laboral: 4 de cada 5 latinoamericanos considera que la globalización es una oportunidad para el crecimiento económico y casi 9 de cada 10 se muestra favorable a la libre movilidad de trabajadores en la región.
  2. El ¨Integrómetro¨. Existe un 7% de los ciudadanos que tienen una demanda insatisfecha integración dado que están muy a favor de la integración regional y creen que su país no hizo ningún esfuerzo por integrarse. Los países que más demandan integración son aquellos que comercializan más con el resto de la región; tienen matrices exportadoras más concentradas; niveles más débiles de infraestructura; y mayores restricciones a las libertades individuales.
  3. Integración + Diálogo. Los aspectos ¨soft¨ de la integración, aquéllos que tienen que ver con lo institucional, legislativo y regulatorio, han sido destacados como muy relevantes por las diferentes estrategias sectoriales de convergencia. Si bien con una desventaja con respecto a la integración económica de 15 puntos, el 62% de los Latinoamericanos está a favor de la integración política con otros países de la región.
  4. Las TICs impactan sobre las bases de la democracia. Se encontraron correlaciones positivas entre aquellos que están más dispuestos a denunciar un acto de corrupción con los usuarios de internet y de redes sociales, y aquellos que creen que “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”. Es decir que el acceso a internet estaría actuando como un factor clave de apoyo a la democracia y a un gobierno transparente.

El ADN de la Innovación:

  1. Comercio electrónico, aún hay mucho camino por recorrer. Solo el 14% reconoció haber hecho alguna compra o venta a través de comercio electrónico en el último mes y encontramos que aquellos países que más compras por internet realizaron son aquellos que tienen n mayor coeficiente de invención son aquellos que tienen mayor PBI per cápita, más porcentaje del PBI destinan CyT, tienen mayor cantidad de investigadores por habitante y mayor cantidad de población usuaria de internet.
  2. Autopistas físicas vs. Autopistas digitales. La mayoría cree que, independientemente de la disponibilidad o no de carreteras, hoy en día no es posible postergar el acceso a internet; y también un 88% es consciente de la importancia de internet y las nuevas tecnologías para moverse en el mundo hoy. Es decir hay una clara consciencia de la importancia de internet para el desarrollo.

  1. Los robots, lejos. Un 76% cree que las nuevas tecnologías ponen en riesgo nuestros empleos y un 72% cree que la Inteligencia Artificial y la robótica harán desaparecer más puestos de los que crearan.
  2. Personas al cuidado de personas. A pesar de ello, creen que hay tareas que no van a ser fácilmente reemplazables por robots, como el cuidado de enfermos, ancianos y niños. Un 85% coincide con esta afirmación.
  3. El futuro, todavía muy adelante. Se observa también cierta resistencia a incorporar algunas tecnologías exponenciales como andar en un auto sin conductor, o ser operado por un médico a distancia, o comer carne artificial. Entre un 25% y un 12% está más predispuesto a estas acciones, y en general esto es más frecuente entre los hombres y los que son más jóvenes.

El ADN de la Integración Social y la Equidad

  1. El factor humano. Las políticas sociales, la inclusión social y la pobreza fueron identificados como las principales preocupaciones de los latinoamericanos en la agenda del desarrollo (49% de las respuestas y puesto Nº 1 en un ranking de 11 temas).

  1. La desigualdad presente. Los países con mayor PBI per cápita y menores niveles de pobreza son los más preocupados por la equidad y la inclusión. Esto podría sugerir que la pobreza se vuelve en sí misma un obstáculo para que la sociedad la identifique como un problema.
  2. El rechazo a lo desconocido. Un 54% considera que los conflictos entre nacionales y extranjeros son fuertes o muy fuertes. Aun así, los países con más comercio con el resto de la región tienden a percibir niveles menores de conflicto de este tipo.
  3. Igualdad y conflicto de género. El universo de habitantes que considera que es fuerte y muy fuerte el nivel de conflicto entre hombres y mujeres subió 10 puntos en el 2017, ubicándose en el 66%. Pese a esto, la igualdad de género no fue identificado como un tema importante que condicione el desarrollo de los países; fue ubicado en el puesto 8.
  4. Las mujeres al poder. Sin embargo, el 72% favorece que las mujeres ocupen la mitad de los cargos parlamentarios, y el 71% que la mitad de los jueces sean mujeres.
  5. Menos desigualdad, más conciencia. Vemos también que los países en los que con mayor frecuencia la igualdad de género es considerado un tema importante para el desarrollo son, justamente, los que tienen menores niveles de desigualdad.

A modo de resumen y para describir los principales hallazgos de esta investigación podemos representar las voces de los latinoamericanos en tres ciudadanos de la región:

Juan es un emprendedor que quiere una mayor liberalización del comercio de bienes y servicios para su país porque cree que es la manera de incrementar las exportaciones de su pequeña o mediana empresa; él, cómo el 77% de la región, está a favor de la integración comercial y del libre comercio.

Juan también está dentro del núcleo duro del 7,3% de nuestra región que está muy a favor de la integración regional, seguramente porque considera que es la forma de potenciar su emprendimiento y siente que no se han realizado los esfuerzos suficientes en esa materia. Este núcleo “insatisfecho” se compone por sectores económicos extremos, quienes están bien y quieren desarrollarse comercialmente, y los que están muy mal, y de alguna manera perciben que sus empleos están siendo amenazados, y han pensado emigrar del país.

Sofia, forma parte del 90% latinoamericanos que apoya la libre movilidad de trabajadores entre países, aunque reconoce que, en el suyo, existen problemas entre locales y extranjeros. Ella, como un 44% de los latinoamericanos, tiene un celular con acceso a Internet, pero como la mayoría no tiene curiosidad de probar carne artificial, ser operada por un robot o andar en un vehículo manejado por un robot y, además, tiene mucho miedo que la inteligencia artificial avance lo suficiente como para eliminar su empleo. Aun así, ella como Juan y casi el 90% de la región cree que el acceso universal a internet es una prioridad para el desarrollo. Y, también como la mayoría de los usuarios de internet y redes sociales, muestra una percepción más abierta acerca de la integración regional, y la democracia, y es más proclive a denunciar actos de corrupción.

Dolores también reside en América Latina, es parte de más del 30% que vive en la pobreza, y en ella visualizamos de la forma más precisa la desigualdad del ingreso que existe en la región.  Ella es parte del 79% que es consciente de esta desigualdad, y como el 49%, considera que las políticas sociales, la inclusión social y la pobreza son reconocidas como el principal problema en la agenda del desarrollo.

Esta es entonces la voz de los latinoamericanos: en un mundo donde la globalización está siendo cuestionada, particularmente entre los países desarrollados, los latinoamericanos se muestran muy comprometidos con la integración regional aunque esta integración se ve desafiada por la complejidad que implica una estructura regional heterogénea con importantes diferencias entre países y hacia el interior de los mismos. Las diferencias son muchas, y van desde la distribución del ingreso, la especialización productiva, el peso de sus economías en el PBI regional, la pertenencia a distintos bloques comerciales, la preferencia por determinados socios a la hora de estrechar lazos, hasta el grado de penetración del TICs.

Sin embargo, a lo largo de este estudio se muestra que existe una agenda común que debe ser atendida y que puede marcar el compás de la integración regional. El objetivo de la convergencia social se observa en el alto apoyo a la integración regional y en el deseo de las personas de vivir en una sociedad más equitativa, con libre movimiento de las personas, conectada mediante las TICs, con acceso universal a internet, con mejor calidad en el funcionamiento de instituciones de la democracia, y con mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones de gobierno y en la justicia. Siendo esta la agenda para el desarrollo y la integración regional, no puede perderse de vista la oportunidad que ofrecen las TICs, tanto en cuanto la construcción de un sujeto con conciencia crítica, capaz de visualizar los problemas que lo aquejan, como así también, en su poderoso potencial para reforzar los vínculos comerciales entre los países, fortalecer la democracia y potenciar el desarrollo de la región.