Por: Paula Garnero

La Unión Industrial Argentina celebró su 23º Conferencia: “Industria 4.0: desafíos globales y regionales para una Argentina productiva”.

En el año de su centésimo trigésimo aniversario, la Unión Industrial Argentina (UIA) celebró -durante los días 27 y 28 de noviembre- su tradicional conferencia anual debatiendo en torno a las oportunidades y desafíos que supone la Cuarta Revolución Industrial. Con una asistencia de más de 1.500 personas, y la disertación de los actores más representativos del sector público y privado, se abordaron temas como los cambios de paradigmas en la era de la digitalización, las estrategias que puede adoptar la Argentina para una inserción internacional inteligente, el rol de la educación y las habilidades que deben desarrollar los trabajadores para formar parte de la industria 4.0, el diálogo social como vehículo de los consensos, los principales vectores de la competitividad 4.0., el rol del Estado en esta nueva era, y las políticas de promoción para el desarrolla de esta nueva industria.

 

DÍA 1.

El acto de apertura del evento estuvo a cargo de Eduardo Nogués, presidente de la Conferencia N23 de la UIA, quien destacó el compromiso de la UIA a lo largo de sus 130 años en “promover la agregación de valor en todos los rincones de la Argentina”,  y afirmó que “la innovación y la capacidad de adaptación a los cambios deben ser los pilares de nuestras acciones”. Además, dijo que “un proyecto de país como el que la Argentina busca encarar, necesariamente debe partir de su base productiva”.  Reconoció los esfuerzos del Gobierno por normalizar la economía, integrar el país al mundo y simplificar los trámites para las empresas, al tiempo que afirmó: “Mejorar la competitividad es una tarea conjunta que nos convoca a todos para que el país se posicione de la mejor manera en las cadenas de valor global”. En relación al tema convocante de la Conferencia, dijo que “con la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, la inteligencia artificial y la robotización, la industria ha retomado el protagonismo a nivel global”, y destacó que “el sector industrial está siendo el motor del progreso alrededor del planeta”. El ejecutivo resaltó que la UIA interpreta esta Cuarta Revolución Industrial como “la plataforma que permite potenciar a las Pymes y a las economías regionales, haciéndolas fundacionales en un proceso que promueva la agregación de valor en origen”.

Luego tomó la palabra el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos (GCBA), Horacio Rodríguez Larreta, quién agradeció la invitación y reconoció que “este encuentro representa uno de los valores que promueve el Gobierno: el diálogo entre los distintos sectores”. Al mismo tiempo dijo que “una industria 4.0 solo va a poder ser realidad con una educación 4.0”. En este marco, destacó los esfuerzos que realiza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por mejorar y fortalecer la oferta educativa. Afirmó que el GCBA está llevando adelante una “verdadera revolución educativa” cuyos pilares son; un Plan de Infraestructura Escolar; un Plan de Inclusión Digital; la jerarquización de la carrera docente mediante la creación de una Universidad para Docentes, y la promoción de prácticas de trabajo de los alumnos de la educación secundaria en el marco del Programa “Secundarias del Futuro”.

El acto de apertura finalizó con las palabras del Ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, quien comentó  los avances logrados por el Gobierno en ocho ejes estratégicos: Financiamiento de la Actividad Productiva; Acuerdos Sectoriales;  Energía y Costos logísticos;  Tecnologías e Innovación;  Reforma Tributaria; Competencia en los distintos mercados;  Integración al Mundo, y  Simplificación Burocrática. Luego, pidió a los empresarios que acompañen la agenda de reformas del Gobierno para “seguir avanzando y tener una economía más moderna”. Finalmente, destacó la importancia de la industria, y enfatizó que “en febrero, con todas estas reformas hechas realidad, el país será otro”.

El primer panel, titulado “Industria 4.0: el futuro de la producción y la tecnología”, fue moderado por el economista y presidente del Consejo de Producción, Bernardo Kosacoff, para quien el desafío del país es “generar un aumento de nuestra capacidad productiva”. Llamó a abandonar los “debates absurdos” como “industria sí, industria no” o “empresas grandes, empresas chicas”, y aseguró que “la industria es parte importante de lo que va a ser la recomposición y generación de empleo”. Destacó que la Argentina tiene un largo trayecto recorrido en materia de ciencia, tecnología e innovación, y que está en entre los diez países en desarrollo del mundo que tienen las mejores prácticas de producción. Finalmente, Kosacoff resaltó la importancia de mejorar la institucionalidad pública y privada que permita el desarrollo industrial.

El primer expositor de ese panel, Miguel Benavente, jefe de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que el mundo transita grandes cambios que se producen a una velocidad muy rápida. En el mundo actual “la planificación y el control son palabras obsoletas”, y los patrones de producción “responden cada vez más a situaciones estocásticas”. Destacó que en la era de la digitalización se dispone de una gran cantidad de datos que no pueden ser analizados completamente, lo que obliga a tomar decisiones con altos niveles de incertidumbre. El ejecutivo del BID caracterizó a la demanda como “inestable y poco predecible”, mientras que “los tiempos de respuestas son mucho más cortos”.  Destacó la importancia de la digitalización en esta nueva revolución industrial y la existencia de un triángulo dorado con tres aristas: la infraestructura para la conectividad, la información o los datos (big data) y la inteligencia artificial. A su vez, mencionó las principales transformaciones de la digitalización sobre la estructura de las empresas, sobre  el rol del Estado (que debe ahora garantizar el acceso universal a la tecnología, a la información, y a la conectividad), y definió nuevos bienes públicos como la ciberseguridad y las plataformas horizontales.

 

Luego, Joao Ferraz, del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro, compartió las conclusiones de un estudio realizado por esa entidad que analiza los riesgos y las oportunidades de la industria brasilera frente a las nuevas tecnologías. Primero comentó el carácter disruptivo de las tecnologías y su impacto en el modelo de negocios de las empresas. Ferraz enfatizó que, tanto en la economía brasilera como en la argentina, conviven una gran diversidad de empresas, heterogéneas en términos de capacitación y con distintas oportunidades. Diferenció distintos sectores: los adoptantes de tecnologías disponibles, pero lejos de la frontera tecnológica; aquellos con capacidad de hacer inversiones sin mucho esfuerzo y estar en la frontera de la eficiencia, y los que tienen capacidad para generar tecnologías disruptivas. Y afirmó que “la capacidad de generar innovaciones es importante, “pero adoptar y usar esas tecnologías debería ser un mantra cuando pensamos en políticas públicas”. Además, remarcó que “hay potencial para saltar posiciones competitivas”. Finalmente, destacó que “si la innovación no está en los niveles más altos de las discusiones del Estado y de las empresas, habremos fracasado”.

 

El segundo panel, titulado “El Estado 4.0 en la era digital: eficiencia, justicia y gobierno abierto”, fue moderado por Carolina Castro, Executive Sherpa del B-20 y presidente del departamento de Legislación UIA. El Ministro de Modernización de la Nación, Andrés Ibarra en primer lugar afirmó que “Argentina necesita instalar y comprometerse con una verdadera agenda digital”. A lo largo de su exposición comentó los principales lineamientos del Plan de modernización en el marco de la estrategia nacional de “Interoperatividad”. El funcionario mencionó los seis ejes del Plan de Modernización: Desburocratización; Gobierno Inteligente; Gobierno abierto; Plan País Digital (modernización de la gestión municipal); Plan de Inclusión Digital (universalización del acceso a las TICs, formación de oficios, conectividad y contenidos de Internet), y Plan de Infraestructura. Además, reconoció el desafío de avanzar en materia de ciberseguridad.  “Estamos trabajando para proteger toda la información del Estado en su estrategia de incorporación digital”, reveló.

Luego, el Presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Lipera, disertó sobre la Ley de Derecho de Acceso a la Información Pública, y cómo el mundo digital puede ayudar a aprovechar la información disponible, particularmente en el ámbito la justicia. Destacó que desde septiembre de 2017 “tenemos las herramientas como ciudadanos para exigir a los distintos poderes del Estado que apliquen lo que dice la ley”, lo que permite promover la participación ciudadana y transparencia en servicio público, incluyendo a la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura. Luego, mostró ejemplos de una experiencia piloto de cómo la Inteligencia Artificial puede ayudar a la ciudanía a controlar el accionar del sistema judicial.

Finalmente, Delfina Irazusta, de la Red de Innovación Local, compartió su experiencia asesorando a más de 200 gobiernos municipales en materia de modernización y eficiencia de la gestión pública local.   Destacó que “es necesario terminar con la idea de que sólo en las ciudades grandes hay oportunidades” y afirmó que “no importa la cantidad de habitantes de una ciudad; se puede lograr buena calidad de vida y buenas oportunidades en lugares chicos”. Luego, mediante un video caracterizó al “funcionario 4.0” como un sujeto que incorpora habilidades como visión a largo plazo, la funcionalidad para comprender el contexto hacia dónde va el mundo, el conocimiento para utilizar herramientas digitales y el intercambio fluido con los ciudadanos y otros miembros de su equipo.

El tercer panel, titulado “Reforma tributaria; aportes para incentivar la producción y mejorar la competitividad”, fue moderado por Carlos Abeledo, Presidente del Departamento de Política Tributaria UIA.

La primera exposición, estuvo a cargo del Ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, quien reconoció la complejidad del problema fiscal de la Argentina. Afirmó que se está trabajando en una solución integral que abarca una Ley de Responsabilidad Fiscal y una Reforma Tributaria. Resaltó que el objetivo es “llegar a una Argentina sin déficit, y el reemplazo de impuestos distorsivos por otros buenos y más simples”. Mencionó que la Ley de Responsabilidad Fiscal permitirá “mantener un nivel de gasto público constante en términos reales” con la consecuente caída en términos del Producto Bruto Interno. Destacó el compromiso del gobierno con la generación de un sistema de incentivos claros, que promuevan la inversión y el crecimiento, en desmedro de la especulación para tener “empresas mucho más competitivas, acordes a las empresas de los países competidores”.

Luego, el Administrador de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, comentó cómo se estructuran las acciones de la AFIP en tiempos de reformas. Identificó tres ejes estratégicos: sostener la recaudación, bajar la evasión y mejorar la competitividad. Comentó avances en automatización de cobros de montos embargados, los nuevos planes de pago de las deudas tributarias, y anunció el pago electrónico del 100% de los impuestos a partir de 2018, y la posibilidad de utilizar distintos medios de pago.  Entre las estrategias para bajar la evasión mencionó la aplicación de tecnologías de trazabilidad sobre cadenas informales como la de carnes, y alertó que en los próximos meses se extenderá sobre las cadenas de pesca, porcinos, avícolas y frutihortícolas. Desatacó que estas tecnologías “están permitiendo incrementar la recaudación en sectores que tradicionalmente no tributaban”. Comunicó también los acuerdos con otros países para el intercambio automático de información patrimonial para reducir la evasión.

Por último, el diputado nacional Luciano Laspina, abordó el marco político de las reformas. Identificó a la consolidación fiscal de largo plazo y la integración inteligente al mundo. Tras explicar las distintas vías por las cuales el déficit público condiciona a la política económica y afecta a la competitividad, afirmó que “desde el punto de vista macroeconómico, la consolidación fiscal es un punto central”. Luego, para poder integrarnos al mundo de forma competitiva, señaló la necesidad de “cambiar nuestra estructura tributaria” y de eliminar el “sesgo antiexportador”.

 

DÍA 2.

El primer panel, titulado “Innovación, educación e inclusión: una articulación virtuosa para el futuro del trabajo y el entramado social”, fue moderado por Mario Oporto, Presidente del Departamento de Educación UIA. Oporto destacó que hubo varias revoluciones industriales a lo largo de la historia, pero “el desafío de la cuarta revolución es que se achican los tiempos; apenas 40 años han pasado de los grandes cambios anteriores, de la década de los 60s”. Invitó a comenzar a discutir las expectativas que generan estos cambios, su impacto sobre el empleo y cómo educar para el futuro.

El primer panelista, Gustavo Beliz, Director del INTAL-BID, compartió los principales hallazgos de estudios realizados por el INTAL. Del primer informe, titulado “Robot-lución”, se concluye la necesidad de repensar un contrato social tecnológico de América Latina. Resaltó el carácter no determinístico del fenómeno de la robotización y llamó a “adelantar las consecuencias en la matriz productiva y social”. A su vez, enfatizó que “no podemos tener una mirada tecnoutópica ni tecnoescéptica” y afirmó que “los robots van a ocasionar pérdidas de empleo, van a generar nuevos empleos y van a desplazar a los empleos existentes”. El segundo estudio, titulado “Compás Millennials”, analiza el uso de las tecnologías digitales por parte de esa generación en la Argentina y las brechas sociales que genera la digitalización. Beliz remarcó la necesidad de multiplicar las habilidades de las nuevas generaciones acorde a los nuevos desafíos y desarrollar  y procesos de co-botización, lo que requiere pensar cómo volver el trabajo humano menos riesgoso y más eficiente. Destacó la conveniencia de asociar a los Estados con el sector privado para participar del proceso de construcción de robots y remarcó  la existencia de una brecha digital entre los jóvenes argentinos y el desaprovechamiento de las habilidades tecnológicas en las tareas que realizan en sus trabajos. El último estudio, “La Tecno integración de América Latina”, muestra que hay una demanda básica “de pensar una tecno diplomacia para encarar los fenómenos de inclusión social a través de la tecnología”. Finalmente, el director del INTAL-BID comentó que los latinoamericanos privilegian la conectividad digital sobre la infraestructura clásica, y que existe una gran resistencia social sobre el avance de la ciencia y la tecnología, al tiempo que la Inteligencia Artificial y la robotización son percibidas como una amenaza sobre el empleo.

El segundo panelista fue el diputado nacional y representante de la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM), Abel Furlán, quién aclaró que no hablaría en carácter de diputado, sino en su condición de trabajador. Se mostró preocupado porque las organizaciones sindicales no están tomando acciones para ponerse al día en los desafíos de la industria 4.0. Identificó distintos aspectos que afectan la competitividad.

El tercer panelista, Horacio Pitrau, secretario de Trabajo de la Nación, abordó  cómo desde el Estado se puede hacer frente a las consecuencias no deseadas del cambio tecnológico. Comentó la importancia de actualizar los convenios colectivos de trabajo y de una formación laboral continua y afirmó que “es imperioso capacitar a nuestros trabajadores para poder enfrentar estos cambios tecnológicos”.

El segundo panel, titulado “Presente y futuro de los desafíos para el desarrollo industrial”, fue moderado por Alberto Álvarez Saavedra, Secretario de UIA, quien tras una breve prestación, dio la palabra a los panelistas.

En primer lugar, Diego Coatz, Director Ejecutivo y Economista Jefe UIA, mencionó las principales características de la cuarta revolución industrial. En particular,  destacó: la presencia de una nueva industria (servicios embebidos en los bienes); la aplicación de inteligencia artificial y los robots a la producción, y la customización de la producción. Se mostró optimista sobre la aplicación de nuevas tecnologías en la industria y resaltó sus implicancias en términos de productividad, aunque reconoció que “el gran desafío sigue siendo cómo creamos empleo formal”. Luego, abordó la importancia de lograr una inserción inteligente en las cadenas globales: “Argentina invierte en I+D el 0,6% del PBI”, pero destacó que “un país que quiera crecer en el tiempo tiene que invertir al menos más de 2%”.  Destacó que la Argentina parte de un índice de desarrollo humano relativamente alto, y una importante base empresarial, pero sigue habiendo mucho empleo informal, y que “la clave es recuperar a largo plazo la dinámica del sector industrial”. Pensando en el futuro, Coatz enfatizó la necesidad de diseñar políticas que tengan en cuenta la diversidad regional y sectorial de la industria argentina. Cerró su ponencia reafirmando tres puntos: que el futuro no está determinado, es incierto y por lo tanto, hay mucho para aportar; que la Argentina tiene una base productiva que no tiene ningún país de América Latina, y que la alineación de los objetivos de las políticas macroeconómicas y sectoriales puede potenciar el despegue de la industria y generar la necesaria recuperación del empleo.

Luego, Martín Rapetti, Director de Desarrollo Económico de CIPPEC, caracterizó la situación macroeconómica actual de la Argentina y destacó la importancia de la política macroeconómica para el desarrollo por su capacidad de generar un entorno de estabilidad y previsibilidad, y de prevenir las crisis. Consideró adecuada la estrategia gradualista del Gobierno porque la economía se encontraba en una situación de recesión. Finalmente, planteó alternativas para la estrategia de desinflación”.

El tercer panel, titulado “Proyectando Argentina 2030: consensos y diálogo social para el desarrollo”, fue moderado por Miguel Zonnaras, Presidente UIA Joven, quien resaltó la importancia del diálogo y de la mirada de mediano y largo plazo que le imprimen a las reuniones de comisión integrada por los “jóvenes” de la industria.

El panel fue abierto por Jorge Fonteveccia, CEO de Editorial Perfil, quien disertó sobre los desafíos de los medios de comunicación. Proyectando la Argentina al 2030, llamó a producir una cultura distinta, y aunque destacó el importante rol que tienen los medios de comunicación y el periodismo, subrayó que “los jueces y los políticos también son responsables de esta construcción”. En relación al avance de la digitalización en los mercado de las comunicaciones, se mostró optimista:  “Creo que la revolución que la tecnología produce en los medios de comunicación genera una disrupción que, aunque inicialmente produce ‘fake news’ y ‘post-verdad’, permitirá como respuesta la emergencia de un ecosistema mediático diferente al actual, con nuevos jugadores y un equilibrio menos hegemónico”.

Luego, fue el turno Ernesto Schargrodsky, rector de la Universidad Torcuato Di Tella. Primero, destacó la importancia de la educación y la capacitación de los trabajadores para el futuro de la Argentina. Pero alertó: “Cuando miramos cómo le va la  Argentina en términos de educación vemos que venimos muy mal”. Destacó el problema de la desigualdad, que se refleja en el acceso a la educación y en el desempeño educativo de los alumnos. El directivo alertó que, en promedio, incluso entre los alumnos argentinos que estudian en escuelas de nivel socioeconómico medio y alto, el desempeño es similar a la de alumnos pobres de los países de la OCDE. Destacó que en los últimos años hubo un gran esfuerzo de inclusión y una mejora de la cobertura, pero atribuyó el bajo desempeño general a un problema de inversión, que se traduce en “pocas horas de clase”, que podrían elevarse con más inversión y más escuelas jornada completa. Esto permitiría reducir la desigualdad entre los alumnos y lograr una mayor participación de la mujer en el mercado de trabajo. Sobre el avance de las nuevas tecnologías destacó que “la robotización primero va a desplazar el trabajo físico y después el trabajo intelectual”, y señaló la importancia de aumentar el capital humano como respuesta al fenómeno de la robotización. Finalmente, afirmó que “los conocimientos se hacen obsoletos cada vez más rápido” y sugirió la importancia de “estar abiertos a nuevas trayectorias laborales, donde las personas deberán capacitarse continuamente”.

El cuarto panel, titulado “Competitividad 4.0: infraestructura y energía para el desarrollo de proveedores nacionales” fue moderado por Pablo Dragún, coordinador del Centro de Estudios  de la UIA, quien destacó los problemas de acceso al financiamiento, infraestructura y logística que enfrentan las pymes industriales. También mencionó las oportunidades que existen en términos de vinculación entre empresas grandes y Pymes, y comentó experiencias de otros países donde las empresas chicas exportan a través de las grandes.

Abrió el panel, Diego Jalón, presidente de la empresa Nuevo Central Argentino. Primero comentó brevemente cómo evolucionó de la compañía desde los años 90 hasta la actualidad, para enfocarse luego sobre los desafíos del sector ferroviario argentino. Entre los principales problemas técnicos desatacó la complejidad de las tareas de carga y descarga en las playas de maniobra y logística, particularmente en los puertos. También indicó las distintas  áreas del sector ferroviario en las que hay espacios para desarrollar proveedores nacionales.

Luego, Fernando Giliberti, vicepresidente de Supply Chain de YPF, expuso sobre las oportunidades para el desarrollo de proveedores en la industria de gas y petróleo, fundamentalmente vinculado al yacimiento Vaca Muerta. Primero comentó el contexto competitivo en el que se desarrolla la industria de petróleo y gas. Al respecto, afirmó; “Va a ver mucha oferta, el mundo está planeando competir alrededor de US$ 50 el barril para el petróleo y alrededor de US$ 5 por mbtu para el gas”. Identificó tres factores clave de la producción de petróleo y gas en la Argentina: inversión, la productividad y la eficiencia en costos. Luego, ejemplificó cómo las nuevas tecnologías pueden contribuir con el desarrollo del shale: permiten simular y conocer mejor el comportamiento,  interpretar el subsuelo y poder anticipar la calidad de los hidrocarburos. También destacó las facilidades de producción que ofrece la industria 4.0 -como estandarización y paquetización-,  y resaltó la importancia de la digitalización de los procesos de trabajo y la oportunidad de una mayor conexión con el cliente, prever los cambios en sus comportamientos y llevarle una mejor oferta de energía. Finalmente, comentó los principales proyectos que está llevando adelante YPF a través de sus 3.600 proveedores activos.

Cerró el panel Sergio Drucaroff, Subsecretario de Industria de la Nación, quien reflexionó sobre los desafíos de la inversión pública en materia de energía, e infraestructura necesarios para el desarrollo del sector productivo nacional. Primero identificó los ejes estratégicos del desarrollo de la industria 4.0: mejora de la capacidad productiva;  innovación y transferencia tecnológica, y generación de demanda impulsora. Luego, comentó los principales lineamientos de algunos programas del Ministerio de Producción (Prodepro, Potenciar y el proyecto de ley de Compre Argentino), que fueron diseñados para acompañar a las empresas en el proceso de complejización de la producción y la agregación de valor en las distintas cadenas productivas. Finalmente, comentó casos puntuales de desarrollo de proveedores en sectores estratégicos, como el ferroviario, de energías  renovables, y el desarrollo de Vaca Muerta. Terminó su presentación desatacando la importancia de “la ley de compra”, que anticipa al sector productivo información sobre la agenda de compras del Estado. “Tenemos que aprovechar estas inversiones para hacer una transformación sustantiva de nuestras capacidades, para ponernos en un nivel de competitividad internacional”, concluyó.

El último panel, titulado “Presentación y lineamientos del B20 en el marco del G20 Argentina 2018”, fue moderado por Daniel Funes de Rioja, Chairman del B20, quién comentó sobre el desafío que implica para el país tener la presidencia del G20, y en particular, sobre la estrategia de organización del Business 20 Argentina.

El primer panelista, el Vicecanciller Pedro Villagra Delgado, disertó sobre la significancia el G20 y por qué es positivo que la Argentina lo presida. Primero recordó que los objetivos fundacionales del G20 “siguen siendo la gobernanza del sistema financiero y la macroeconomía en general”. Aclaró que cuando se eleva el G20 al nivel de cumbres empiezan a incorporarse otros temas como las políticas sociales o de seguridad, impulsados principalmente por los líderes de las distintas naciones. Por lo tanto, resaltó que la importancia de tener momentáneamente la presidencia del G20 y estar a cargo de la organización del B20, permiten orientar la agenda de la cumbre a los temas estratégicos para nuestro país.

El segundo panelista, Marcos Galperín, CEO de Mercado Libre y Task Force Chair del Digital Economy and Industry 4.0 del B-20, se expresó sobre la evolución de la industria 4.0 en la Argentina. Remarcó que el proceso de digitalización permite generar más valor a la economía. Tras reconocer que la digitalización dejará ganadores y perdedores, enfatizó el rol que debe tener el Estado como garante de una distribución social equitativa de ese valor generado y de reinsertar a los perdedores. Destacó las “enormes posibilidades que tiene la Argentina, que es líder en la región”. Además, mencionó que ningún otro país de la región tiene tres  empresas unicornios, y que hay un ecosistema emprendedor muy desarrollado sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires. Finalmente, recalcó el potencial de la digitalización para incluir –en términos geográficos- a una gran cantidad de gente, y para empoderarla.

El tercer panelista, Miguel Gutiérrez, presidente de YPF y  Chair Task Force del Energy, Resource Efficiency & Sustainability del B20, caracterizó a la agenda energética de la cumbre. Identificó tres ejes: las distintas opciones energéticas (como petróleo, gas y energías renovables), la eficiencia energética y la sustentabilidad energética. Desatacó que “Argentina tiene mucho que aprender en temas de eficiencia energética y mucho que aportar en temas de sustentabilidad porque al tener un 50 por ciento de gas, ya es una matriz limpia”.

El cierre de la Conferencia estuvo a cargo de Miguel Acevedo, Presidente de la UIA,  quien destacó la existencia de cuatro ejes rectores de la institución y de sus empresas – “Producir, invertir, innovar, generar mejores puestos de trabajo”- y la importancia que le otorga la UIA al diálogo con otros actores sociales, y especialmente con los trabajadores. Manifestó el apoyo del empresariado con la agenda del Gobierno y enfatizó: “Queremos ser parte de una Argentina moderna, que se encamine definitivamente en la senda del crecimiento, la inclusión y la pobreza cero”.  Reconoció que la Cuarta Revolución Industrial ya está sucediendo,  y alertó: “Debemos pensarnos como creadores  de esas tecnologías”. Finalizó su discurso diciendo: “El Gobierno encontrará en la UIA al interlocutor necesario para garantizar el avance de la industria hacia esa industria 4.0”

Finalmente, Marcos Peña, Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, agradeció el acompañamiento del sector industrial argentino en los momentos más difíciles y su espíritu de diálogo. Reconoció que la agenda actual es muy distinta a la que enfrentábamos dos años atrás y que estamos en mejores condiciones que las iniciales. “La economía crece, el sector industrial también crece”, sostuvo. Y agregó que  el desafío de la Argentina es integrarse de manera inteligente al mundo, lo que implica “definir estrategias, valores y visión del desarrollo que queremos lograr”. Luego manifestó el apoyo del Gobierno a los esfuerzos de los empresarios  por lograr una internacionalización de sus empresas. Cerró su participación afirmando: “Podemos ser la generación que cambió la Argentina para siempre, que construyó esa senda de desarrollo para ser un país con más igualdad de oportunidades, con más paz y más democracia”.