Por: Mariana Pernas

La adopción de blockchain en la industria alimentaria y la logística puede mejorar la eficiencia de las cadenas globales de valor.

Desde que blockchain, la infraestructura tecnológica que soporta las transacciones de divisas virtuales como Bitcoin o Ether, demostró tener capacidad para un uso que excede los intercambios financieros digitales -por sus fortalezas en seguridad, transparencia, trazabilidad, reducción de costos y descentralización de operaciones-, en todo el mundo comenzaron a desarrollarse proyectos que exploran su aplicación en diversos ámbitos.

El interés por los usos no monetarios de esta tecnología está creciendo, aunque de manera incipiente, con el desarrollo de nuevos start ups, proyectos piloto y pruebas de concepto en actividades vinculadas a salud, alimentación, registros de documentación, propiedad intelectual y contratos, logística, finanzas y gobierno electrónico. Pero ¿cuáles son los desafíos de adoptar esta tecnología a nivel global? ¿Cómo puede impactar su uso generalizado en los flujos de comercio internacional y en las cadenas globales de valor? ¿En qué medida acelera los procesos de innovación?  ¿Cuáles son actualmente las aplicaciones que tienen mayor potencial?

 

Unidas en la cadena

Básicamente, la tecnología que subyace a las monedas virtuales está construida sobre una red global y descentralizada de servidores de alto poder de procesamiento que, para registrar y verificar cada operación, deben resolver cálculos criptográficos. Así, se va creando un registro público, permanente e inmutable, donde se asienta cada transacción que se ejecuta, y que cualquier persona puede usar y consultar con dos claves (una pública y otra privada). De esta manera, Blockchain -o cadena de bloques- sirve como un “libro de contabilidad” criptográfico y distribuido, que permite rastrear cada operación (por ejemplo, el registro de un pago, un bien o certificado de propiedad intelectual) sin tener que recurrir a una entidad intermedia o autoridad centralizada que legitime la confiabilidad de las transacciones. Esta base de datos puede ser usada para registrar operaciones no monetarias, como el almacenamiento de registros con altos estándares de seguridad y a bajo costo.

En cuanto a las industrias que aprovecharán en mayor medida esta herramienta, Sheila Warren, jefa de blockchain y Libros Contables Distribuidos del Foro Económico Mundial (WEF), cree que “en los próximos 18 meses veremos la mayor aceptación y casos de uso en la cadena de abastecimiento”. Y agrega: “Es probable que las industrias que se unan en torno a una cadena de suministro vean el beneficio a más corto plazo. La identidad digital también está preparada para un gran avance, con posibles consecuencias para las industrias que se involucran profundamente con Internet de las Cosas”. En el sector financiero, “estamos viendo principalmente casos de uso en el back-end de bancos e instituciones financieras”. Además, “ya se están creando nuevos productos que dependen de la moneda digital, por lo que no sería una sorpresa ver surgir un mercado sólido de productos financieros derivados de criptomonedas”.

Los procesos de innovación se beneficiarán con el uso de esta herramienta, ya que “la creación de un registro distribuido e inmutable podría respaldar la asignación y protección de los derechos de propiedad intelectual, y de hecho se está realizando un trabajo significativo en la comunidad legal sobre este tema”, prosigue Warren.

Consultada sobre los principales desafíos de adoptar a nivel global esta tecnología, la especialista alude a las incompatibilidades de políticas y gobernanza, y a la interoperabilidad de protocolos.  “La comunidad de desarrolladores se está ocupando de esto último; pero el primer aspecto sigue siendo un desafío abierto, que en el Foro Económico Mundial estamos comprometidos a abordar. Los diferentes enfoques de regulación, el compromiso desigual de los actores institucionales y los muy diferentes niveles de comprensión de la tecnología han contribuido al mosaico de un sistema global que es muy difícil de pilotear”, expresa.

Para Gabriel Kurman, cofundador de RSK Labs y Coinbanx, dos emprendimientos basados en blockchian, esta tecnología tendrá mayor impacto en los países emergentes, de América Latina, África o Asia, “sobre todo para la prestación de microservicios financieros basados en dispositivos móviles,  lo  que permitirá una mayor inclusión financiera”. Según el especialista, “se calcula que en dos años unas  1.000 millones de personas no bancarizadas accederán por primera vez a redes sociales, Internet y servicios a través de un smartphone de bajo costo. La incorporación de estos nuevos usuarios va a transformar la industria de micro finanzas, que incluye envío de dinero, préstamos, depósitos y compras online”.

Pero actualmente “ningún banco o Fintech puede administrar de manera rentable un portafolio micro transacciones”, afirma. Según Kurman, “con las tecnologías de blockchain y contratos inteligentes que tienen un altísimo nivel de automatización sí es posible proveer servicios a bajo costo para cualquier tipo de intercambio, incluso archivos de valor, a nivel global”. En América Latina -agrega- están dadas las condiciones para innovar con esta tecnología. “Hay startups, emprendedores, una población que necesita estos servicios y gobiernos interesados en promover la inclusión financiera a partir de la regulación”, define Kurman.

 

Bien digital

Las posibilidades de esta tecnología son analizadas en el documento “Algunos aspectos económicos de blockchain” -de Christian Catalini y Joshua Gans, del MIT y la Universidad de Toronto, respectivamente-, que destaca su “extrema versatilidad”. La adopción de blockchain desafía los tradicionales modelos de ingresos y el poder de mercado de los intermediarios e incumbentes, al tiempo que abre “oportunidades para nuevos modelos de negocios y enfoques sobre la privacidad de los datos, la propiedad y la portabilidad; para la provisión de servicios online, y para la regulación gubernamental sobre los mercados digitales”, resume el estudio.

Según los autores, al reducir “dramáticamente” el costo de operación de las redes de intercambio descentralizadas, esta tecnología introduce “profundas consecuencias en la estructura de los mercados”, ya que permite a las startups y proyectos open source competir directamente con los incumbentes establecidos. Justamente, “debido a la ausencia de una ‘cámara de compensación’ centralizada o un ‘creador de mercado’, estas nuevas plataformas digitales permiten la innovación ‘sin pedir permiso’: en tanto una aplicación sea compatible con el protocolo establecido y las reglas de consenso, puede ser implementada sobre la red sin el permiso de otros participantes”.

A través de las plataformas basadas en blockchain, “las personas y las organizaciones pueden obtener ideas, capital y trabajo, y hacer cumplir contratos para bienes y servicios digitales a escala global con una reducción sustancial de fricciones”, destaca, entre otros ejes, el estudio.

 

Impacto en el comercio global

Según la directiva del WEF, blockchain puede contribuir a mejorar el comercio internacional. Por ejemplo, la entidad se encuentra analizando un proyecto para simplificar los sistemas de puertos utilizando asientos contables distribuidos. “Estos sistemas se basan en una efectiva financiación comercial y flujos de datos transfronterizos para realizar sus operaciones, y hay muchos otros casos.  El despliegue de un libro mayor distribuido puede ayudar a la transparencia y a la rendición de cuentas de maneras que pueden beneficiar el flujo de comercio”, expresa.

De hecho, actualmente la principal empresa de transporte y logística marítima  Moller- Maersk, está desarrollando con IBM una plataforma sobre blockchain para simplificar el proceso de seguimiento de containers que -desde que se despachan hasta que llegan al cliente- atraviesan distintos lugares y son gestionados por diferentes actores, con numerosos sistemas de comunicaciones.  El objetivo es gestionar esa información de manera más eficiente al proporcionar un registro seguro y confiable de quién ha manejado los envíos y cuándo lo ha hecho.

Una visión similar tiene el Centro Europeo para la Política Económica Internacional (Ecipe),  que en el estudio “Blockchain y Comercio: no es una solución para Brexit, pero podría revolucionar las cadenas de valor globales (si los gobiernos lo dejan)”, destaca que el uso de esta tecnología puede ayudar a gestionar la compleja y fragmentada cadena de abastecimiento de una empresa multinacional, que involucra productores, distribuidores utilizando contratos certificados y aprobaciones. “Esto implica el intercambio de información entre numerosas entidades, incluidas las aduanas y otras agencias reguladoras, que tiene un alto costo o brinda oportunidades de error y fraude. El manejo de las aduanas de hoy en día requiere una gran cantidad de trabajo humano si se quieren mantener los estándares de seguridad, valoración en aduana y reglas de origen.” Y agrega: “Gracias a blockchain, ahora es posible hacer que todos estos procesos sean significativamente más eficientes y transparentes. El uso de blockchain dentro de una cadena de suministro proporcionaría a una empresa la infraestructura necesaria para eliminar la necesidad de asegurar cada transacción o paso en la cadena de suministro a través de intermediarios a través de registro, seguimiento y certificación”.

El informe, elaborado por Nicolas Bolton, prosigue: “Desde el punto de vista de la logística global, las implicaciones de la gestión de la cadena de suministro, los flujos de inventario y el almacenamiento, y los asuntos asociados a la posesión y procedencia, son de gran importancia, incluso revolucionarios. Utilizados en el manejo de aduanas, los exportadores pueden cargar todos los documentos en el blockchain de la oficina de aduanas y demostrar instantáneamente el cumplimiento de todas las reglas de importación, como por ejemplo la calificación de tarifas preferenciales a través de reglas de origen, normas sanitarias y fitosanitarias (SPS) o cumplimiento de embargos (por ejemplo, contra los conflictos sobre minerales). La tecnología también podría facilitar la implementación de nuevos conceptos como el Modo 5 y las deducciones arancelarias para los insumos de servicios, así como los ajustes tributarios fronterizos para los impuestos al carbono o los impuestos corporativos”.

Aunque advierte sobre las implicancias del vacío normativo. “Si bien las cuestiones regulatorias siempre se deben tratar con cautela cuando se trata de tecnología, la falta actual de supervisión regulatoria para blockchain significa que su entorno legal está lleno de incertidumbre -resalta el informe-. La falta de una autoridad o norma a la que las empresas puedan hacer referencia en el caso de que quieran experimentar con blockchain de forma natural significa que están menos dispuestos a asumir riesgos. De hecho, aunque el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a escribir sobre blockchain en 2012, esto fue en el contexto de la criptomoneda principalmente, y lo mismo es cierto para el Banco de Inglaterra (Ali 2014) y la Reserva Federal de Estados Unidos en 2014. Específicamente en blockchain, los primeros documentos importantes de estos tres bancos centrales salieron recién el año pasado.”

 

Los usos y costumbres

El documento “Perspectivas de la Economía Digital”, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el año pasado, analiza algunas aplicaciones están basadas en blockchain. Aunque advierte que el desarrollo estándares internacionales es lo que “puede llevar a la próxima etapa de desarrollo a estas tecnologías, en particular estimulando una mayor interoperabilidad, más rápida aceptación y más fuerte innovación por su uso y aplicación”.

De acuerdo con la OCDE, blockchain puede “reducir las fricciones de mercado y los costos de las transacciones en sectores de actividad específicos”, sobre todo porque elimina el uso de papel y los costos “que provienen de las interacciones entre múltiples capas de intermediarios”.

El sector de remesas de dinero, por ejemplo, puede brindar “a las personas la posibilidad de enviar dinero al exterior de manera más rápida y económica a través de sus dispositivos móviles”.  Como el caso de BitPesa -lanzada a finales de 2013 en Kenia, fue la primera compañía de remesas que utilizó blockchain para enviar dinero a los países de África-, o de Abra y Xapo las billeteras virtuales de Bitcoin.

El sector de comercio justo también puede incorporar esta plataforma, destaca la OCDE. A partir de un proyecto piloto, la empresa Provenance recurrió a blockchain como “medio para certificar la procedencia de los productos alimentarios, junto con todos los pasos que han atravesado antes de llegar al consumidor”, para verificar, por ejemplo, si se cumplieron los requisitos de sustentabilidad. Otros servicios que se proponen brindar trazabilidad y transparencia a las cadenas globales de valor son TBSx3 y Agridigital.

Ante la demanda de mayor transparencia y para cumplir con los requisitos de seguridad alimentaria, algunas empresas están comenzando a desarrollar proyectos de trazabilidad basados en Blockchain. A mediados de 2017,  Unilever, Nestlé, Walmart y otras firmas del mercado de alimentos, crearon -junto con IBM- un consorcio de colaboración para desarrollar una plataforma común que les permita detectar e identificar en qué punto se origina la contaminación de alimentos.  Y en Estados Unidos, la empresa Cargill implemento un proyecto piloto y a pequeña escala de trazabilidad por el cual los clientes pueden saber en qué granja se habían criado los pollos que iban a consumir.

Es que la industria alimentaria puede convertirse en un usuario clave de esta tecnología. El informe “Innovación con propósito: el rol de la innovación tecnológica en acelerar la transformación de los sistemas alimentarios”, del World  Economic Forum (WEF) y la consultora McKinsey, destaca las mejoras que puede introducir blockchain -si se integra con Internet de la Cosas, Big Data, mercados online y comunicaciones móviles- en la agricultura y el sector de alimentos, principalmente en cuanto a la implementación de plataformas de trazabilidad que permitan vincular de manera más eficiente la cadena de valor.

De acuerdo con el estudio de WEF y McKinsey, la posibilidad de realizar este seguimiento en tiempo real y de manera individualizada sobre cada ítem podría mejorar la seguridad y duración de los alimentos; reducir las pérdidas y desperdicio de alimentos; detener la producción ilegal; reducir el tiempo de procesamiento de los pagos y los costos de transacción; disminuir la adulteración de productos y arrojar luz sobre los desequilibrios entre la demanda y el abastecimiento. “Muy significativo es el uso de esta tecnología para monitorear información sobre el movimiento de alimentos a lo largo de la cadena de valor -argumenta el estudio-. Esto es importante porque esta tecnología hace imposible que la información sea censurada o manipulada por los participantes de la cadena de suministro. Como resultado, los agricultores, fabricantes y minoristas pueden justificar las primas para ciertos productos y los consumidores pueden tener más confianza en la fuente y calidad de su comida.”

“Si blockchain fuera a monitorear la información en la mitad de las cadenas de suministro del mundo, la ganancia de eficiencia podría llevar a reducir las pérdidas de alimentos equivalentes a  entre 10 y 30 millones de toneladas”, lo que representa apenas entre el 1% y 2% de total de las pérdidas de alimentos, estima el estudio.