Mitos y verdades frente a la revolución 4.0 y su impacto en la economía y el mundo del trabajo

Desde taxistas desplazados por Uber, pasando por abogados que pierden sus empleos de la mano de la inteligencia artificial, hasta la destrucción de puestos laborales que deja como saldo la robotización en fábricas, la opinión popular y de especialistas es que la tecnología está impulsando un avance innovador a costa de la destrucción del mercado laboral.

En el informe: False Alarmism: Technological Disruption and the U.S. Labor Market, 1850–2015 , los autores Robert Atkinson y John Wu revisan las tendencias ocupacionales de EE. UU. basándose en datos de censo para comparar la combinación de ocupaciones en la economía de una década a otra. También juzgaron si los aumentos o disminuciones en el empleo en una década dada probablemente se debieron al progreso tecnológico u otros factores.

Preocupados por la cantidad de voces y liviandad con la que se afirman cuestiones relacionadas a la irrupción de las tecnologías en la sociedad como por ejemplo, un trabajo de Silicon Valley que predice que la tecnología eliminará del 80 al 90 % de los empleos en los Estados Unidos en los próximos 10 a 15 años, los autores de este informe, afirman que dichas evaluaciones son producto de una lógica defectuosa y un análisis empírico erróneo, lo que las hace simplemente irrelevantes para el debate actual sobre políticas.

En general, tres hallazgos principales emergen de este análisis.

-En primer lugar, la tasa de abandono ocupacional en las últimas décadas se encuentra en el nivel más bajo de la historia estadounidense. Para Atkinson y Wu, las evaluaciones de los “pesimistas” están equivocadas pues son ante todo ahistóricas. Cuando realmente se examina, en los últimos 165 años de la historia los niveles de abandono profesional en los Estados Unidos se encuentran en mínimos históricos.

-Segundo, muchos creen que, si la innovación se acelera, los nuevos empleos en nuevas industrias y ocupaciones compensarán las pérdidas creadas por la tecnología. Pero la verdad es que el crecimiento en ocupaciones ya existentes es lo que más que compensa la diferencia. En ninguna década la tecnología ha creado directamente más empleos de los que ha eliminado.

-Tercero, en contraste con la opinión popular de que la tecnología hoy está destruyendo más empleos que nunca, los hallazgos sugieren que en el período de 2010 a 2015, se crearon aproximadamente 6 puestos de trabajo relacionados con la tecnología por cada 10 pérdidas, que fue la proporción más alta, es decir, la menor proporción de puestos de trabajo perdidos por la tecnología.

Pero ¿por qué importa esto? Porque si los líderes de opinión continúan argumentando que estamos ante una calamidad en la que cualquier ocupación puede desaparecer, entonces es probable que el público tema al progreso tecnológico y la sociedad se vuelva excesivamente reacia al riesgo. Tales preocupaciones no son teóricas: algunas jurisdicciones prohíben aplicaciones para compartir viajes como Uber porque temen perder puestos de taxis. De hecho, el mayor desafío económico al que se enfrentan las economías avanzadas en la actualidad no es la excesiva agitación del mercado laboral, sino un crecimiento de la productividad muy bajo.

Aumentar la productividad es la única forma de mejorar los niveles de vida; sin embargo, la productividad en la última década ha avanzado al ritmo más lento en 75 años y de eso hay evidencias, afirman los autores.

 

Atkinson, R & Wu, J. False Alarmism: Technological Disruption and the U.S. Labor Market, 1850–2015 .  2017.