Cómo implementar los avances tecnológicos para crear oportunidades de empleo y desarrollo para la región

Con el foco en América Latina y el Caribe, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) identificó en su publicación Servicios sociales para ciudadanos digitales: oportunidades para América Latina y el Caribe cómo los principales avances que trajo la Cuarta Revolución Industrial (4IR) impactan en los servicios sociales: inteligencia artificial, blockchain, internet de las cosas, big data, y realidad virtual y aumentada.

En primer lugar y para dar un marco de análisis, en el informe se describen las características que hacen de la 4IR un fenómeno de grandes diferencias con respecto a las anteriores: su desarrollo a gran velocidad; una amplia variedad de avances que, incluso, interactúan entre sí; y el propósito de innovar en sistemas enteros, no sólo un producto o un servicio.

La disrupción se ha convertido en la nueva norma. Las tecnologías que en el pasado no existían sino en visiones futuristas de la sociedad como la automatización y la inteligencia artificial están pasando a formar parte de la vida diaria. La innovación digital está revolucionando la salud, la educación, el transporte y otros servicios transformando la manera en la que interactuamos entre nosotros y con la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, advierte el informe, la ola de cambios no se da del mismo modo y al mismo tiempo en toda la sociedad. Por esto los gobiernos deberán planificar sus políticas en forma responsable y anticipada, con el objetivo de capacitar a los ciudadanos para que desarrollen habilidades digitales, brindándoles el apoyo necesario hasta que se adapten al nuevo entorno.

Al respecto, el Foro Económico Mundial expresó que, para dominar las nuevas tecnologías del futuro, las personas deberán desarrollar tres tipos de competencias: (i) ciudadanía digital, es decir, la habilidad de utilizar la tecnología y los medios digitales de forma segura, responsable y efectiva; (ii) creatividad digital: la co-creación de nuevos contenidos y transformando ideas en realidad a través del uso de herramientas digitales; y (iii) emprendimiento digital, o la habilidad de utilizar medios y tecnologías digitales para resolver desafíos mundiales o crear nuevas oportunidades.

Con todo su potencial en auge, las nuevas tecnologías son capaces de enseñar, administrar las finanzas, cuidar la salud, intervenir quirúrgicamente a una persona, hacer negocios a gran escala y brindar información, entre cientos de tareas más. Pero el uso que se haga de ellas para lograr un desarrollo socioeconómico que alcance a toda la sociedad dependerá de las acciones que diseñen y emprendan los gobiernos, en principio a nivel nacional, pero sin dejar de lado una visión regional, y luego una internacional, especialmente en estos tiempos en los que la tecnología acorta las distancias.

Adaptación y nuevas formas de trabajo desarrolladas a partir de las ventajas de la automatización, inclusión social, equidad entre hombres y mujeres, sostenibilidad medioambiental, gobierno digitalizado y relaciones comerciales a gran escala, en un entorno de transparencia, seguridad y privacidad digital, deberían ser -en el corto plazo- los sinónimos de una región que ha sabido adaptar e implementar satisfactoriamente los beneficios de la 4IR a su realidad, especialmente en el área de servicios sociales. Así lo expresa el BID al concluir su informe:

La nueva agenda digital para América Latina y el Caribe se basa en la presencia generalizada de Internet, la convergencia tecnológica, las redes de alta velocidad, la economía digital, la gobernanza electrónica y el análisis de macrodatos, sin dejar de lado las necesidades no resueltas relativas al acceso a y el uso de las TIC. En los próximos años la agenda digital para América Latina y el Caribe deberá desarrollar un ecosistema que estimule la existencia de una sociedad basada en conocimientos, inclusión, equidad e innovación.

 

Pombo, C.; Gupta, R. y Stankovic, M. (2018). Servicios sociales para ciudadanos digitales: Oportunidades para América Latina y el Caribe. Washington: BID.