El acuerdo tomó un nuevo nombre como reflejo de las actualizaciones que se negociaron a favor del libre comercio entre los miembros

Tras varios meses de negociaciones, los países que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) concertaron la modernización del acuerdo -vigente desde 1994- y lo renombraron bajo el título de Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC.

Actualmente, las autoridades correspondientes de cada país se encuentran haciendo la revisión legal de los textos y se hará la traducción al español, al inglés y el francés, para que sea oficializado en noviembre.

Como el TLCAN, los objetivos del T-MEC son conceder a los firmantes el estatus de “nación más favorecida”, lo que hace que los países miembros cuenten con las mejores condiciones de comercio entre ellos, eliminando los obstáculos al comercio, promoviendo condiciones de competencia justa, aumentando las oportunidades de inversión, proporcionando protección y cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual, y estableciendo procedimientos para la resolución de disputas comerciales.

Además del nuevo título, la modernización incluyó acuerdos en cuanto a accesos a los mercados, reglas de origen, aranceles, transparencia y medidas sanitarias y fitosanitarias de los sectores agropecuarios, automotriz y servicios. También se trataron asuntos de cooperación en cuanto al uso de instalaciones compartidas; armonización de procedimientos, datos y formatos; y la alineación de horarios de servicio, en la medida de lo posible.

Cabe destacar que en los últimos veinticinco años América del Norte se convirtió en una de las regiones más competitivas del mundo, a partir de la integración de las cadenas de valor de las industrias de los tres países.