El objetivo de este trabajo es explorar a las tecnologías digitales como instrumento de desarrollo,...

El objetivo de este trabajo es explorar a las tecnologías digitales como instrumento de desarrollo, con impactos en los patrones de crecimiento económico, la inclusión social a nivel global y en América Latina y el Caribe (ALC). En este sentido, es relevante analizar los efectos de la revolución digital y su impacto sobre las políticas públicas.

En primer lugar, la publicación argumenta que en el escenario mundial se está pasando de una situación en que internet está centrada en el consumo a una internet del consumo y la producción. Alemania, Estados Unidos y China lideran esta tendencia con cambios en su industria manufacturera a través de las tecnologías digitales y la robótica avanzada. En este sentido, al masificarse la difusión de las tecnologías digitales, surgen innovaciones en aplicaciones y servicios en todos los sectores económicos, tales como educación, banca, salud y agricultura. Así, la mayor transformación de la economía se observa en los modelos de negocios que se basan en la conectividad de los objetos o Internet de las Cosas, que implica la capacidad de que objetos, máquinas y personas interactúen remotamente a través de internet en cualquier lugar y tiempo, gracias a la convergencia de tecnologías. Por su parte, las plataformas en línea facilitan el comercio electrónico, incluso el de las PYMES, y se encuentra centrado principalmente en China y Estados Unidos, que son líderes en plataformas como Alibaba, e-Bay y Amazon.

En segundo lugar, el trabajo destaca que ALC ha logrado avances en acceso a telecomunicaciones, reduciendo la brecha digital, aunque con un rezago respecto a los países desarrollados. Entre los indicadores de ALC se destaca el crecimiento de los usuarios de internet (alcanza el 50,1% de la población) y las conexiones a telefonía móvil, impulsados por la reducción los costos de los equipos y las tarifas de acceso a los servicios. En ALC, la banda ancha móvil tiene mayor difusión que la fija, debido a la diversidad y asequibilidad de los dispositivos móviles y la mayor cobertura de redes móviles.

De todos modos, el documento subraya la situación es heterogénea entre países: Chile, Argentina y Uruguay tienen la mayor proporción de usuarios, mientras que varios centroamericanos y Bolivia, la menor. Asimismo, las zonas rurales tienen una reducida penetración de internet, determinada por la disponibilidad de infraestructura. A su vez, el acceso a internet es muy desigual entre hogares ricos y pobres.

La publicación muestra que la participación de ALC en las exportaciones mundiales de bienes vinculados a las tecnologías de la información se concentra en pocos países: México, Costa Rica y Brasil. Además, en ALC, el comercio electrónico alcanza el 2% del comercio minorista, una cifra inferior al promedio global.

La publicación concluye que la aceleración del cambio tecnológico plantea importantes desafíos para no quedar rezagados en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Desde la política pública, el trabajo sugiere que se requiere generar las condiciones necesarias para que los individuos y las empresas participen en la economía digital. Por un lado, remarca que es fundamental promover el acceso a los servicios digitales, reforzando la conectividad y la infraestructura de banda ancha. Por otro lado, argumenta que los temas de seguridad, privacidad, protección de datos personales y protección al consumidor deben formar parte de la agenda de la regulación a nivel nacional, de modo de promover un entorno digital seguro y confiable.

El valor del trabajo reside en proveer indicadores acerca de la posición relativa de ALC en tecnologías digitales y en la necesidad de que las políticas públicas promuevan el acceso, de modo de aprovechar las oportunidades que genera desde el punto de vista económico.

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Castillo, M. y Cimoli, M. (Ed.) 2015. “La nueva revolución digital: de la Internet del consumo a la Internet de la producción”. Santiago de Chile: CEPAL. Julio. (Enlace).