El comercio electrónico en América Latina y el Caribe
El comercio electrónico, una práctica de gran relevancia en la era digital, incluye transacciones de compra o venta de bienes y servicios facilitadas por redes informáticas, y abarca diversas plataformas. Aunque su potencial para ofrecer oportunidades equitativas a los habitantes de los países latinoamericanos es destacado, las estadísticas muestran que su contribución al PIB regional es baja, alcanzando sólo el 0,77% (incluye comercio electrónico interno y transfronterizo). Específicamente, el comercio electrónico transfronterizo representa el 13% del total, y enfrenta obstáculos como las deficiencias logísticas y las regulaciones anticuadas (Mariscal et. al, 2021). A pesar de la baja adopción por parte de empresas y consumidores, existen esfuerzos, como el programa “Comercio Digital sin Fronteras” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), para superar desafíos y fomentar la expansión del comercio electrónico en el Cono Sur y México. Asimismo, con iniciativas como ConnectAmericas y los foros empresariales, se busca impulsar la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y mejorar la participación de la región en el comercio digital global.
El comercio electrónico ha sido definido de manera similar por organizaciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), y estos conceptos han sido adoptados por la mayoría de los países. La OECD, por ejemplo, lo define como las transacciones de compra o venta de bienes y servicios en las que las redes informáticas permiten realizar o recibir pedidos, cuyos pagos y entregas pueden o no ser en línea. Esto abarca diversas plataformas como sitios web, extranets y el intercambio electrónico de datos (EDI), excluyendo los pedidos por correo electrónico escritos manualmente (OCDE, 2019). A su vez, el comercio electrónico puede ser tanto interno como transfronterizo.
Cuando se busca dimensionar el comercio electrónico en la región, las estadísticas completas, sistemáticas y coherentes sobre esta práctica son escasas, especialmente las que abordan al comercio transfronterizo. Incluso los indicadores que describen el entorno propicio para el comercio electrónico (por ejemplo, la conectividad digital y física, la inclusión financiera), que están disponibles para la mayoría de los países, se basan en datos de encuestas con metodologías y cobertura diferentes, y no son necesariamente comparables (Díaz de Astarloa et. al, 2021).
En la parte inferior, elige el país cuyos datos de comercio electrónico deseas conocer. En la visualización se mostrará el consumo per cápita por vías electrónicas, en dólares estadounidenses, y cuánto pesan las compras en el consumo privado total para el promedio de 2022.
La importancia del análisis de esta actividad radica en su capacidad para brindar oportunidades más equitativas a los habitantes de los países latinoamericanos, permitiéndoles acceder a una mayor variedad de bienes y servicios. Además, reduce los costos asociados con la recopilación y comparación de información de los proveedores, lo cual mejora la toma de decisiones (Gayá, 2015).
Pese a esto, las estadísticas revelan que la participación del comercio electrónico (tanto interno como transfronterizo) en el PIB regional es de las más bajas a nivel global: alcanza apenas al 0,77%, y se coloca por debajo del 3,11% que se registra a nivel mundial. El bajo uso del comercio electrónico se refleja tanto en el nivel de adopción de las empresas como en el uso de plataformas y consumos que realiza la población latinoamericana. Además, hay diferencias significativas entre los países: solo Argentina, Brasil y México concentran más del 70% del comercio electrónico de la región (Bustos Frati et. al, 2021). Y existe evidencia sobre el impacto positivo que existe entre el cierre de la brecha digital y el aumento del PBI de los países (Rosenblatt et. al, 2022).
Según BID INTAL (2022), el 34% de las empresas en la región recurren al comercio electrónico como canal de ventas. Al analizar las compañías que no lo usan, el 32% considera que los canales tradicionales funcionan correctamente y un 11% observa la existencia de barreras para la implementación (donde se destacan problemas de logística y medios de pagos, y diferencias regulatorias con los países de destino). Asimismo, un 18% desconoce las razones por las cuales no emplea este sistema de ventas al exterior. Por otro lado, si bien el 62% no utiliza plataformas de comercio electrónico para exportar, un 29% de dicho grupo planea hacerlo pronto.
Los consumos vía comercio electrónico varían en cada región. Según America’s Market Intelligence, en 2022 la población latinoamericana realizó consumos por medio del comercio electrónico, en promedio, por un valor de US$ 473 per cápita. Esta cifra, aproximadamente, representa un 8% de su consumo privado total. Los países que se destacan por haber realizado los mayores montos de compras a través de esta modalidad son Chile, Brasil y Panamá (US$ 975, US$ 920 y US$ 878 per cápita, respectivamente).
El comercio transfronterizo en la región es aún limitado, ya que representa aproximadamente el 13% del volumen del comercio electrónico total de ALC. En lo que respecta a su posicionamiento global, medido en términos de la participación en ventas globales, el Informe Global 2020 de eMarketer estimó que la región Asia-Pacífico concentró el 62% de las ventas mundiales de comercio digital en valor, seguida de Norteamérica (19%) y Europa Occidental (13%). En tanto, Europa Central y Europa del Este, ALC, Oriente Medio y África representaron el 6% restante (Díaz de Astarloa et al., 2021). Estas diferencias se deben a varios factores: deficiencias en las redes logísticas, bajo uso de medios de pagos digitales, normativas regulatorias antiguas, e ineficiente infraestructura de conectividad, entre otros.
En este marco, resulta fundamental promover el uso de Internet para que a través del comercio electrónico las pymes de la región puedan internacionalizarse. Las pymes internacionalizadas pagan salarios más altos, registran mayores ventas, son más productivas y emplean a más gente, agregando valor a la cadena de negocios (Comisión Europea, 2010).
Para destrabar el potencial del comercio electrónico como canal de exportación en la región es importante seguir trabajando en sus diversos desafíos. Desde el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del sector de Integración y Comercio (INT) del BID se desarrolló el programa “Comercio Digital sin Fronteras” en el marco de un Bien Público Regional (BPR) junto con la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI). Dicho programa, entre otros aspectos, ha permitido mejorar nuestra comprensión sobre las oportunidades y desafíos de la economía digital en la región. Asimismo, ha permitido diagramar una hoja de ruta de acciones para lograr que el comercio digital prospere en la región.
Desde el sector INT del BID también se crearon redes empresariales y espacios de diálogo y matchmaking para las empresas de la región. Específicamente en el ámbito del comercio digital, se destacan dos iniciativas:
En primer lugar, ConnectAmericas (CA) es la principal red online de empresarios de toda la región, con más de 700.000 usuarios registrados y más de 14 millones de visitas. Las plataformas en línea como ConnectAmericas pueden reducir los costos de búsqueda y favorecer las exportaciones de las empresas. Un estudio reciente realizado entre empresas que forman parte de ConnectAmericas reveló que sus exportaciones aumentaron un 17% como respuesta a su adhesión a la plataforma.
En segundo lugar, los foros empresariales de comercio e inversión internacionales. Durante la última década, desde el sector INT se han organizado más de 60 foros empresariales que han dado lugar a más de 60.000 encuentros empresariales bilaterales.
- America’s Market Intelligence. Fecha de consulta: Mayo 2023. https://americasmi.com/
- BID INTAL. Encuesta a firmas exportadoras de América Latina y el Caribe: buscando comprender el ADN exportador: tercera edición. Washington DC: BID, 2022.
- Bustos Frati, G.; Palazzi, P.; Rivero, S. Responsabilidad de intermediarios de Internet en América Latina: hacia una regulación inteligente de la economía digital. Washington DC: BID, 2021.
- Carballo, I.; Garnero, P.; Chomczyk, A.; Henao Monje, J. Expansión de herramientas financieras digitales para impulsar el comercio electrónico de las MiPyMEs de América Latina. Washington DC: BID, 2021.
- Comisión Europea. “Internationalisation of European SMES.” (2010). Accessed November 28, 2023.
- Díaz de Astarloa, B.; Mulder, N.; Corcuera-Santamaría, S.; Weck, W.; Barreiros, L.; Contreras Huerta, R.; Patiño, A. y Gómez, M., coord. Recuperación económica tras la pandemia covid-19. Empoderar a América Latina y el Caribe para un mejor aprovechamiento del comercio electrónico y digital. Panamá: BID, KAS, CEPAL, 2021.
- Gayá, Romina. ¨El sistema multilateral de comercio y las nuevas tecnologías¨. Revista Integración & Comercio: Las tecnologías disruptivas en América Latina y el Caribe: el gran salto 39 (2015): 66 – 77.
- Herrera, Ingrid. El comercio electrónico en Paraguay: avances, proyecciones y desafíos. Washington DC: BID, 2023.
- Mariscal, E; Flores-Roux, E.; Guerrero, R.; Elbittar, A. Eliminación de barreras al comercio digital: desafíos de logística. Washington DC: BID, 2021.
- OECD. Panorama del comercio electrónico. Políticas, tendencias y modelo de negocios, Paris: OECD Publishing, 2019.
- Rosenblatt, D.; Mooney, H.; García Zaballos, A.; Ortiz de Mendívil, C.; McCaskie, A.; Gauto, V.; Christie, J.; Khadan, J.; Abdul-Haqq, N. “Caribbean Quarterly Economic Bulletin: Volume 10: Issue 3, January 2022: Digital Infrastructure and Development in the Caribbean.”
- Tappatá, M. y Lotitto, E. Maximizando los beneficios del uso de plataformas Traveltech en América Latina. Washington DC: BID, 2021.