Participación de las mujeres en áreas de comercio exterior
La participación femenina en las áreas de comercio exterior de algunas compañías latinoamericanas es superior al promedio de otras áreas: representan el 43%, mientras que en el total de la empresa concentran el 33%. Sin embargo, un estudio reciente (Barafani et al., 2022) revela que, a pesar del aumento de la presencia femenina en este sector durante la última década, persisten desigualdades de género: las mujeres siguen siendo minoría, se las excluye de tareas “masculinizadas” y se limitan a desempeñar roles de administración, comunicación, marketing y legales. Además, se les exige más formación que a los hombres para ocupar ciertas posiciones. Este panorama resalta la necesidad de continuar trabajando para mejorar la integración femenina en las empresas exportadoras y eliminar las barreras de desigualdad.
La incorporación del enfoque de género en la economía y el comercio internacional es crucial para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe (ALC). Muchas investigaciones (Barafani et. al, 2022; Basco y Lavena, 2021; Trombetta y Cabezón Cruz, 2020) revelan que la equidad de género en el ámbito productivo y comercial no solo es un imperativo moral, sino también una estrategia inteligente desde el punto de vista económico. En este sentido, es central trabajar para reducir los sesgos de género y fortalecer el liderazgo de las mujeres a fin de mejorar su participación en el mercado de trabajo y las estructuras productivas.
Existe evidencia sobre menores brechas salariales y mayor participación femenina en las empresas internacionalizadas, generalmente conectadas a cadenas globales de valor (Kodama, Javorick y Abe, 2018; Greaney y Tanak, 2020). La sinergia positiva podría establecerse mediante el intercambio con países que tienen mayor equidad en términos de género, que podrían transmitir estas prácticas a sus filiales y, eventualmente, también a las firmas con las que comercian, por ejemplo, a través de la fijación de estándares para comerciar (Basco, et al., 2021).
(expresada en puntos porcentuales, p.p.). Datos del año 2022.
Adivina quién es quién en las tareas de las áreas de comercio exterior en las empresas de Argentina, Chile y Uruguay. Descubre si las actividades son realizadas mayormente por mujeres o varones, y cuáles son las brechas de género en cada una de ellas.
Sin embargo, otras investigaciones que analizan la situación en países desarrollados encuentran que la internacionalización podría afectar negativamente las oportunidades de las mujeres debido a las exigencias de trabajar en horarios fuera de lo común o poco previsibles. Bøler, Javorcik y Ulltveit-Moe (2018) plantean una hipótesis relacionada con esta idea, al afirmar que las empresas noruegas que comercian con otros países requieren un mayor compromiso y flexibilidad por parte de sus empleados debido a los mayores niveles de competencia y a las diferencias horarias con sus clientes y proveedores. Dado que las mujeres cuentan con mayor carga de tareas domésticas y de cuidado, ellas son menos valoradas a la hora de ser contratadas, lo que perjudica su participación en estos sectores. Los autores encuentran que, en general, a mayor diferencia horaria entre las empresas exportadoras y sus socios, mayores son los niveles de brecha salarial de género. Otro aspecto de interés de este trabajo es la relación entre la brecha de género en el sector exportador y el nivel educativo. Cuando una firma que no exportaba pasa a hacerlo, la brecha salarial de género se incrementa, especialmente para las mujeres con alto nivel educativo. Un resultado similar encuentran Vahter y Masso (2018) para Estonia y Ng y Sears (2017) para Canadá: las empresas exportadoras presentan sesgos de género en los puestos gerenciales.
Lo que dicen los datos
Desde el BID INTAL (2022) se realizó un estudio que analiza la participación y el rol de las mujeres en las empresas exportadoras de bienes en Argentina, Chile y Uruguay. En el mismo, se identificaron brechas de género en la participación laboral, la distribución de tareas y las funciones relacionadas con actividades de comercio exterior (en adelante, COMEX). En particular, se prestó atención al impacto de los tipos de liderazgos según género sobre dichas brechas. Además, se exploraron los requerimientos, exigencias formativas y habilidades demandadas a las personas en COMEX, así como también la oferta educativa disponible. Para ello, se analizó el acceso de ambos géneros a dicha oferta, en contraste con las oportunidades de inserción laboral y desarrollo profesional que enfrentan particularmente las mujeres.
Si bien las mujeres han ganado terreno en el comercio internacional, las brechas de género permanecen visibles. En este sentido, varias de las tareas que realizan se desarrollan en entornos masculinizados, y se las excluye de ciertas actividades estereotipadas como “de hombres”. Además, la presencia femenina en las empresas exportadoras no es mayoritaria y se les exige más formación académica para ocupar ciertos cargos, entre otros fenómenos.
Algunos datos específicos son útiles para ilustrar el panorama con mayor detalle. En promedio, en los países seleccionados para ese estudio, sólo 3 de cada 10 personas que trabajan en empresas exportadoras son mujeres (33% es la presencia de mujeres y 67% la de hombres). Además de la reducida participación femenina, en las empresas exportadoras se reflejan las brechas de género propias del sector productivo al que pertenecen. Sectores primarios como el ganadero, cerealero y pesquero; la industria de metales, plásticos y otros químicos, y la industria metalmecánica arrojan los principales desequilibrios de género en términos de empleo en favor de los varones (en promedio, apenas entre 20% y 36% del empleo es femenino). En contraste, en las actividades exportadoras vinculadas a la industria textil, con empresas más pequeñas y de menor capitalización, la participación es predominantemente femenina (el empleo de mujeres representa, en promedio, el 60%).
En las áreas de COMEX, las mujeres ganan presencia frente al promedio general de la empresa: el 43% del personal que se desempeña en esas áreas son mujeres, frente a un 33% en el total de la compañía. Sin embargo, su participación queda limitada a desempeñar un conjunto particular de tareas, como las administrativas, legales, de comunicación y marketing. De esta manera, de un listado de 14 tareas principales, en 10 se registró un mayor porcentaje de varones realizándolas: las firmas exportadoras se inclinan a elegir varones para ocupaciones como búsquedas de mercados, negociación y comercialización, participación en ferias y misiones comerciales, entre otras.
Uno de los desafíos que surgen para explicar la limitada presencia de las mujeres en las áreas de COMEX se vincula con el desbalance de género en la distribución de las tareas de cuidado en el hogar. De acuerdo con el estudio, 6 de cada 10 empresas reconocen que los trabajadores en COMEX -independientemente del género- realizan tareas fuera de los horarios convencionales, y 7 de cada 10 compañías consideran que dicha flexibilidad es indispensable para quienes se desempeñen en esta área de la compañía (82% de las mujeres entrevistadas reconocieron esta exigencia versus el 64% de los varones). Entre los principales motivos que justifican esta necesidad, se destacan la recurrencia de problemas logísticos y las diferencias con los husos horarios de los mercados de operación.
Las tareas vinculadas al COMEX demandan formación académica y conocimientos específicos, pero la distribución de la formación entre las mujeres y los hombres no es homogénea en los países analizados. Mientras que en Argentina no se identifican diferencias entre las mujeres y los varones, en Chile hay una diferencia de 30 puntos porcentuales a favor de los varones en lo que respecta a títulos universitarios. En el caso de Uruguay, las disparidades se encuentran en el nivel terciario de educación, donde las mujeres se destacan con un 46% contra un 27% en el caso de los hombres.
En los últimos 10 años las mujeres han progresado en el área de COMEX, pero para la gran mayoría de ellas abrirse paso no fue fácil. El 58% de las personas encuestadas reconoce que actualmente las mujeres están bien integradas en el sector de COMEX y el 64% cree que dicho avance se consolidó en la última década. Sin embargo, el 75% de las mujeres acepta haber tenido algún nivel de dificultad para trabajar por su condición de género, lo cual refleja que aún quedan barreras por derribar para garantizar la equidad.
- Barafani, M.; Benítez, A.; Garnero, P.; Torrealday, J.; Rodríguez Chatruc, M. y Basco, A., coord. Brechas de género en el comercio exterior: mismo juego, distintas reglas: los casos de Argentina, Chile y Uruguay. Washington DC: BID, 2022.
- Barafani, M.; Benítez, A.; Garnero, P.; Torrealday, J.; Rodríguez Chatruc, M. y Basco, A., coord. Brechas de género en el comercio exterior: mismo juego, distintas reglas: los casos de Argentina, Chile y Uruguay. Washington DC: BID, 2022.
- Basco, A. y Lavena, C. América Latina en movimiento: competencias y habilidades para la Cuarta Revolución Industrial en el contexto de la pandemia. Washington DC: BID, 2021.
- Bøler, E. A.; Javorcik, B. y Ulltveit-Moe, K. H., ¨Working across time zones: exporters and the gender wage gap¨, Journal of International Economics, n° 111 (March 2018): pp. 122-133.
- Greaney, T. y Tanaka, A.,¨Foreign ownership, exporting and gender wage gaps: Evidence from Japanese Linked Employer-Employee Data¨, Journal of the Japanese and International Economies, Volume 61 (September 2021).
- Kodama, N.; Javorcik, B. S. y Abe, Y, ¨Transplanting corporate culture across international borders: foreign direct investment and female employment in Japan¨, The World Economy, volume 41(5) May 2018: p. 1148-1165.
- Trombetta, M. y Cabezón Cruz, J. “Brecha salarial de género en la estructura productiva argentina.” Documentos de Trabajo del CEP XXI N° 2 (noviembre de 2020), Centro de Estudios para la Producción XXI Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.