Por: Jesica De Angelis

El Monitor de Integración y Comercio 2018, destaca la necesidad de apostar por el desarrollo de sistemas de infraestructura de calidad y aprovechar el potencial de la integración regional. Los expertos debaten las opciones para la región.

El 14 de noviembre se presentó el Monitor de integración y Comercio 2018, un informe elaborado por el Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) con los datos disponibles en el Sistema de Información sobre Integración y Comercio.

La presentación, a cargo de Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID, abordó la coyuntura del comercio internacional y realizó un estudio de más largo plazo sobre la calidad y competitividad de la oferta exportable de la región. El lanzamiento del estudio contó además con los comentarios de Gustavo Beliz (INTAL-BID), Marisa Bircher (Secretaria de Comercio Exterior de Argentina), Juan Carlos Hallak (Presidente de la Comisión Nacional de Comercio Exterior de la Argentina), Rodrigo Wagner (Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile) y Felix Peña (Fundación ICBC y CARI).

Una coyuntura de recuperación e incertidumbre

Luego de una prolongada contracción, el comercio mundial de bienes se recuperó, creciendo a una tasa del 11% en 2017 y 13,5% en el primer semestre de 2018. Esta expansión estuvo marcada por la reversión de las presiones deflacionarias presentes desde mediados de 2014 en un contexto de una mejoría sincronizada de la actividad en las principales economías del mundo. Esta dinámica estuvo reforzada por un crecimiento de los volúmenes intercambiados, especialmente en 2017 y perdiendo vigor en 2018. La coyuntura en 2018, sin embargo, incorpora elementos adversos y riesgos a la baja por la inestabilidad de la demanda mundial, la apreciación del dólar y a los efectos de las tensiones comerciales globales (Gráfico 1).

Gráfico 1. Tendencia del comercio mundial de bienes
(promedio trimestral móvil de la variación anual)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

Las exportaciones de bienes y servicios de la región acompañaron la coyuntura positiva pero con una trayectoria más volátil. Luego de haber crecido 12,2% en 2017 gracias a una recuperación de los precios y las cantidades exportadas, las ventas externas de bienes de ALC pierden impulso en 2018, creciendo a una tasa de 9,7% con un aporte mayor de la variación de los precios con relación a los volúmenes, que se desaceleraron (Gráfico 2).

Gráfico 2. Tendencia de las exportaciones de bienes de América Latina y Caribe
(promedio trimestral móvil de la variación anual)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

En 2018 Asia fue el principal impulsor de la demanda mundial en términos reales, explicando cerca de la mitad de la variación total. América Latina no logró aprovechar todo ese impulso real. En términos de volúmenes, en el primer semestre de 2018 las ventas externas de bienes de la región fueron las menos dinámicas del mundo (Gráfico 3).

Gráfico 3. Dinámica del volumen del comercio mundial de bienes
(tasa de variación interanual en porcentaje, enero-junio 2018)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

En 2018 los precios también sufren algunas presiones bajistas por la política monetaria de Estados Unidos, el fortalecimiento del dólar, la incertidumbre financiera y cambiaria, incremento de las tenciones comerciales y dinámicas sectoriales específicas (Gráfico 4).

Gráfico 4. Precio de los principales productos de exportación de América Latina y Caribe
(promedio trimestral móvil de la variación anual)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

En suma, si bien la dinámica 2017-2018 tuvo elementos positivos, diversos indicadores de tendencia más recientes apuntan a un sustancial enfriamiento del desempeño exportador de la región. En este contexto, se torna muy relevante el análisis de las vías para sostener la participación en los mercados externos, especialmente los más sofisticados.

La sofisticación de las exportaciones de la región

El Monitor 2018 encuentra que, con una mirada de largo plazo, la calidad de la oferta exportable en de América Latina y Caribe es relativamente estable y baja, ascendiendo durante los años ’90 y estacándose posteriormente. Las manufacturas de origen industrial reflejan una calidad media y media-baja y en los productos primarios y manufacturas de origen primario se observa una distribución dual, con productos de calidad baja o medio-baja y algunas puntas de excelencia de alta calidad (Gráfico 5).

El estudio muestra, además, que la región se encuentra en la parte baja de las escalas de calidad en los productos principales para sus exportaciones. Por ejemplo, en alimentos y animales vivos existen importantes oportunidades de diferenciación por calidad.

Gráfico 5. Distribución de las exportaciones de América Latina y Caribe por rango de calidad y rubro
(porcentaje 2014)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

El Monitor 2018 también analiza el desempeño comercial en el mercado regional, donde se envían los productos más elaborados y sofisticados y donde más rápido se perdió cuota de mercado en la postcrisis. Se observa que, la pérdida de competitividad ha sido un factor muy importante para la reducción de las exportaciones intrarregionales. Este rezago competitivo intrarregional, aunque fue generalizado, fue especialmente importante en los países del Mercosur (Gráfico 6).

Gráfico 6. Componentes de la variación de las exportaciones intrarregionales de América Latina y Caribe
(tasa de variación en porcentaje y puntos porcentuales, 2011-2016)

Fuente: Monitor de Integración y Comercio 2018

 

Finalmente, el Monitor encuentra que si bien en el mundo los Tratados de Libre Comercio (TLC) han estimulado principalmente los insumos productivos, en el caso del comercio intrarregional de ALC, los acuerdos comerciales dieron un estímulo adicional específico al comercio de alimentos y bebidas dejando en segundo plano el impulso al comercio de suministros industriales en la categoría de bienes intermedios y a los bienes de consumo de mayor complejidad en la categoría de productos finales.

En suma, además del escenario post crisis más incierto, la acumulación de una erosión de la competitividad deja una tarea pendiente importante para la política pública.

Los desafíos de una política pública enfocada en la sofisticación exportadora

Desde la experiencia de Argentina, Marisa Bircher destacó como elementos estratégicos no solo la diversificación de mercados para reducir la dependencia exportadora sino también la diversificación de los exportadores y de los productos. El desafío es abrir nuevos mercados y que las PyME reaccionen de manera dinámica a esas oportunidades. Es central un cambio cultural en las empresas que genere un mayor dinamismo en la búsqueda y aprovechamiento de mercados. En varios mercados se observa un enorme potencial con una demanda por alimentos cada vez más sofisticada, dinámica y de alto precio, mercados a los que se accede con productos de calidad. Además de la política de calidad, es central que la política pública facilite el acceso a esos mercados a través de la simplificación de los procedimientos para exportar. Al respecto, la secretaria destacó los esfuerzos a partir de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), las líneas de financiamiento para PyMEs donde el Estado aporta la garantía, los acuerdos comerciales en negociación, entre otros.

Por su parte, Juan Carlos Hallak destacó la importancia de un Sistema de Calidad reconocido, coordinado y que funcione de la mano con una política de inserción internacional estratégica. Solo teniendo una estrategia de inserción internacional clara (qué mercado, qué producto), las empresas van a tomar el desafío de la calidad y desarrollar una estrategia de mejora de la misma. Por ejemplo, en el Plan de Calidad de Argentina, la mesa de maquinaria agrícola cuenta con una submesa de calidad e internacionalización.

Al respecto, Rodrigo Wagner destacó la experiencia chilena en el sector frutícola, donde la implementación de sistemas de calidad fue exitosa porque existía un gran incentivo en la apertura del mercado europeo. El académico de la Universidad de Chile, también destacó la oportunidad que representa la formación de cadenas de valor en la región es decir, los negocios B2B (business-to-business), enfocados en exportar para que el vecino lo reprocese y lo venda a otro destino. Para ello, es necesario formar certezas sobre el cumplimiento de contratos B2B, por ejemplo, a través de un fondo de garantía binacional y un sistema de arbitraje binacional rápido para los negocios de bajo monto.

Para lograr la sofisticación exportadora es necesario entender por qué un negocio no existe y desarrollar una política específica para el caso. En el caso de los procesos de integración regional, la idea para una nueva integración latinoamericana pasa cada vez menos por los aranceles, y más por facilitar el B2B.  En este contexto, cabe pensar el rol que han tenido y podrían tener los esquemas de integración en la región. Felix Peña destacó que el mundo está dando muestras (Brexit, redefinición del NAFTA y el TPP) que el trabajo conjunto internacional se está replanteando y es necesario repensar los esquemas de integración.

En suma, el Monitor aporta una serie de elementos para pensar los desafíos de la política pública de la región. Queda claro que, el contexto del comercio internacional mucho más complejo e incierto ha venido para quedarse, por lo que deben buscarse unas bases menos volátiles para el posicionamiento exportador.

Marisa Bircher, Secretaria de Comercio Exterior de Argentina

 

Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID

 

Rodrigo Wagner (Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile)

 

Esta relatoría se basa en Monitor de Integración y Comercio 2018 y en el evento de presentación del informe. Para mayor detalle acceder a https://publications.iadb.org/handle/11319/9276?locale-attribute=es& y https://www.youtube.com/watch?v=CDfCxMiwEyQ