El Informe MERCOSUR Nº 20 analiza el panorama macroeconómico y los flujos comerciales y de inversión de los países miembros, así como también los rasgos principales de la agenda interna y externa del bloque.

Lejos de contribuir a una mejora del clima macroeconómico del MERCOSUR, actuó en sentido contrario. Las dificultades en la economía mundial se acentuaron desde mediados de 2014: al débil dinamismo de la demanda internacional se suma una reducción en el comercio y las inversiones globales, así como en las cotizaciones de los productos básicos. Solo juega como contrapeso la recuperación leve e inestable en las economías desarrolladas, con un mejor desempeño de Estados Unidos. La desaceleración de China, principal demandante de las materias primas exportadas por el MERCOSUR, es un factor de importancia para que el sector externo haya dejado de actuar como palanca del bloque.

En 2014 se contrajeron tanto las exportaciones como las importaciones y la baja se acentuó durante el primer semestre de 2015, cuando la tendencia negativa fue generalizada para todos los países del bloque, con los principales socios comerciales y en la mayoría de las categorías de productos. Dado su carácter cíclico, el comercio intrazona se redujo más que el intercambio con el resto del mundo, principalmente como consecuencia de los menores flujos entre Argentina y Brasil, en especial en el sector automotor. Paraguay fue el único miembro del bloque que logró incrementar sus ventas al MERCOSUR durante todo el período examinado. Aparte de examinar el intercambio con los socios extrarregionales y el comercio intrazona, se incluye un apartado acerca del comercio entre el MERCOSUR y Bolivia, país en proceso de adhesión al bloque.

Entre julio de 2014 e igual mes de 2015 la agenda interna del MERCOSUR estuvo articulada en torno a tres ejes principales: los temas económico-comerciales, las cuestiones institucionales y la dimensión social. En el ámbito económico-comercial, se continuó trabajando en diferentes iniciativas de promoción de la integración productiva y la reducción de asimetrías entre los países miembros. En la cumbre de Brasilia, se decidió prorrogar por 10 años el FOCEM y su unidad técnica, aunque no hubo modificaciones en su presupuesto. Uno de los aspectos más destacados es la presentación por parte de Brasil de una propuesta para la suscripción de un Acuerdo sobre Cooperación y Facilitación de Inversiones en septiembre de 2015.

 

Instituciones

En materia institucional, lo más relevante en la agenda interna en el período bajo análisis se vincula al proceso de ampliación del bloque, es decir a la regularización de los acuerdos de incorporación de Bolivia y de asociación de Guyana y Surinam, suscritos durante la suspensión de Paraguay. Sin embargo, no se produjeron avances significativos en el proceso de adhesión de Venezuela. Se destaca también la regularización de la reorganización institucional del Grupo Mercado Común (GMC), la designación de nuevas autoridades y algunos aspectos vinculados al Parlamento del MERCOSUR.

Al mismo tiempo, la negociación individual de estos dos países con México por el intercambio automotor tampoco reflejó esfuerzos de coordinación interna previa, tal como se había planteado en 2014. La nueva administración del Presidente Tabaré Vázquez en Uruguay promovió en este período, diferentes iniciativas de acercamiento con el resto de los países del MERCOSUR, logrando alcanzar distintos acuerdos sectoriales con Brasil y Paraguay; con este último país, también se consensuaron propuestas conjuntas de negociación para ser presentadas en el ámbito del MERCOSUR.

También se examinan las negociaciones bilaterales que diferentes Estados Parte mantuvieron con Bolivia a lo largo del período. En particular, se describe la negociación energética individual con Brasil y Argentina, así como las iniciativas en infraestructura en el marco de URUPABOL. Finalmente, se sintetizan dos hechos salientes de la vinculación de algunos de los países socios con Estados Unidos.

En la vinculación con la Alianza del Pacífico, el MERCOSUR avanzó con una propuesta concreta de Plan de Acción conjunto, de la cual aún no ha tenido respuesta por parte de la contraparte. Así, la iniciativa y empuje que registró la relación birregional hacia mediados-fines de 2014, no se profundizó a lo largo de 2015.

 

La relación entre los países del MERCOSUR y China

El vínculo entre los integrantes del acuerdo y China ha avanzado tanto a través de relaciones formales del bloque sudamericano (sobre todo en años pasados) como en el plano bilateral. Un recuento de su historia reciente muestra el del creciente aprovechamiento de relaciones de complementariedad entre ambas partes. Esto ocurre luego de la incorporación de China al sistema multilateral de comercio y de su consolidación como fuerte demandante de materias primas y oferente de manufacturas y, posteriormente, de su creciente función como polo de financiamiento internacional. Hoy en día, para los países integrantes del MERCOSUR China es una importante y dinámica presencia en su sector externo.

Por tanto, una agenda de negociación que contribuya a mejorar ese vínculo juega un papel destacado dentro del relacionamiento externo de esos países. En un cuadro en que el dinamismo del comercio y la actividad mundiales se debilitaron con posterioridad a la crisis financiera internacional, el marcado patrón de intercambio “manufacturas por materias primas” que domina el vínculo comercial entre China y los países del MERCOSUR se ha traducido en deterioros y saldos deficitarios de la balanza de bienes para la mayoría de los países del bloque regional.

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Beliz, G., dir. y Ramos Martínez, A., coord. (2015). Informe MERCOSUR número 20 : Segundo semestre 2014 – Primer semestre 2015. Buenos Aires: INTAL.

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