Por: Carlos D’Elía

El artículo analiza en detalle las distintas herramientas que utiliza la Unión Europea en su estrategia agrícola e identifica cuáles son los sectores productivos de la región que en consecuencia ven reducido su potencial para competir.

La eliminación de las subvenciones a las exportaciones agrícolas que se estableció en la última Conferencia de la OMC en Nairobi (13 al el 16 de diciembre de 2015) es un paso significativo para atenuar la competencia que enfrentan los países en desarrollo en el comercio mundial, sin embargo, aún queda pendiente avanzar en la eliminación de otras trabas al comercio. En esa línea, en este artículo se presentan brevemente algunas de las herramientas de política comercial que la Unión Europea utiliza en el sector agrícola.

Los aranceles de la Unión Europea son algo más elevados en el sector agropecuario en relación a otros sectores, mostrando un perfil con picos, escalonamiento y aranceles estacionales. No obstante, el arancel NMF promedio es relativamente bajo y un gran número de líneas se encuentran libres de aranceles.

Entre las medidas que utiliza la UE para regular el comercio de bienes, fundamentalmente agropecuarios, es necesario considerar aranceles, contingentes arancelarios, medidas antidumping y compensatorias, barreras sanitarias y fitosanitarias, normas y reglamentos técnicos y medidas de protección del medioambiente. A continuación hacemos una descripción de cada modalidad en detalle.

 

Aranceles y contingentes arancelarios

La estructura arancelaria de la UE incluye aranceles de tipo no ad valorem (específicos o compuestos), derechos estacionales, picos y escalonamiento arancelarios, que afectan mayormente al sector agropecuario.

El arancel NMF promedio es de 6,4% (incluye en el cálculo los equivalentes ad valorem (EAV) de los aranceles no ad valorem), sin embargo, los productos agrícolas presentan una tasa arancelaria promedio significativamente más elevada (14,4%) que los productos no agrícolas (4,3%).

Por otra parte, 10,6% de las líneas arancelarias están sujetas a aranceles no ad valorem, los que afectan principalmente a los productos agrícolas (46,5 de las líneas arancelarias de ese sector). Un cuarto de las líneas arancelarias están exentas de arancel, mientras que 8,5% se encuentra sujeta a tipos NMF superiores a 15%, lo que se considera un pico o cresta arancelaria. En promedio, los tipos no ad valorem siguen dando lugar a una protección más alta que los tipos ad valorem. Los aranceles ad valorem se ubican entre 0% y 75%, no obstante, si se consideran también los aranceles no ad valorem, los EAV pueden llegar a alcanzar 635,4%. Todos los casos de EAV superiores al 100% corresponden a productos agrícolas y se aplican, entre otros, al lactosuero (635,4%), las preparaciones y conservas de productos de aves de corral (288,9% y 143,2%, respectivamente), los hongos preparados o conservados (183,5% y 159,5%, respectivamente), las aves de corral vivas (156,4%), la isoglucosa (119,7%), y el jugo de uva (116,2%).

Arancel NMF Aplicado de la Unión Europea por grupos de productos

En %

Fuente: Examen de las Políticas Comerciales de la Unión Europea, OMC, mayo 2015.

 

Asimismo, las importaciones de productos agrícolas son objeto de estructuras arancelarias complejas, como precios de entrada y la “Tabla de Meursing”. La aplicación de precios de entrada es una medida de control de precios que se utiliza en ciertas frutas y vegetales (tomates, pepinos, calabacines, alcauciles, cítricos, uvas, manzanas, damascos, duraznos, ciruelas y cerezas, entre otros). Para algunos productos, los precios de entrada (aranceles estacionales) varían a lo largo del año, resultando mayores durante la temporada de producción europea y más bajos fuera de temporada. Este sistema funciona de forma tal que cuando el precio de importación del producto es superior al precio de entrada calculado por la UE, se aplica un arancel ad valorem, en cambio, cuando el valor en aduana está por debajo del precio de entrada se aplica, además del arancel ad valorem, un arancel específico que varía con el precio de importación. Con esta medida se otorga mayor competitividad a los productores europeos frente a la competencia externa.

Por su parte, la “Tabla de Meursing” consiste en aplicar derechos de importación que varían según la composición del producto. Los aranceles se determinan según el nivel de materias grasas, proteínas, azúcar y almidón que contienen lo que se traduce en más de 20.000 combinaciones posibles de aranceles y conformando una dificultad para los exportadores de determinar el arancel que el importador europeo debe pagar.

Por último, la UE concede contingentes arancelarios a productos agrícolas que produce en forma insuficiente. Esta medida permite la exención, total o parcial, de los derechos aduaneros aplicables a las mercancías importadas en una cantidad limitada o la aplicación de aranceles específicos. El 5% del total de líneas arancelarias (tanto agrícolas como no agrícolas) se ve afectada por esta medida. El contingente arancelario le permite a las empresas europeas obtener esos productos a un costo inferior durante el período de vigencia de la medida lo que mejora su competitividad.

Subvenciones

La Política Agrícola Común (PAC) de la UE se creó con el objeto de suprimir los mecanismos de intervención nacionales incompatibles con el mercado común y traspasarlos a escala comunitaria. De esta forma, los productos agrícolas se incluyeron en la libre circulación de mercancías. La intervención en el sector agrícola se sustenta en los desequilibrios sistémicos entre la oferta y la demanda, y, por consiguiente, en una fuerte volatilidad de los precios y los ingresos (Parlamento Europeo).

Marco Financiero Plurianual de la Unión Europea, 2014-2020: Compromisos previstos

Fuente: Política Agrícola Común de la Unión Europea, Comisión Europea.

 

A través de la PAC, la UE estimula la producción y las exportaciones. El nuevo marco financiero plurianual (2014-2020) fija un presupuesto total de € 373.170 millones a precios de 2011, equivalente al 38,9% de los créditos de compromiso globales para el bloque de 28 Miembros. La regulación de los mercados agrícolas y los pagos directos representan el 28,9% de los compromisos totales previstos, mientras que las medidas de desarrollo rural representan el 8,8%. Así pues, el presupuesto agro-rural previsto para el año 2020 asciende a € 49.000 millones, equivalentes al 34,9 % del total. Estas ayudas, que se efectivizan en la etapa primaria del proceso productivo, se trasladan a los precios finales de los alimentos, lo que contribuye a reducir el precio final y dificulta el ingreso de competidores extra‐comunitarios. Al mismo tiempo, la modificación de las condiciones de competencia de las exportaciones en terceros mercados, afecta las ventas externas de otros países que compiten con los exportadores de la UE. Algunos de los productos de la región afectados por las ayudas de la UE son cereales, oleaginosas, carne bovina y productos lácteos (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 2013).

Políticas de defensa comercial

Las medidas de defensa comercial constituyen uno de los principales instrumentos de la UE. La Comunidad Europea es uno de los principales usuarios de este tipo de herramientas. A fines de 2014, la UE tenía vigentes 108 medidas antidumping y 14 medidas compensatorias, que afectaban a 27 interlocutores comerciales. Un ejemplo de este tipo de medidas es el derecho antidumping que la UE estableció al biodiesel procedente desde Argentina. Al respecto, puede consultarse el reciente artículo “Fallo a favor de Argentina por biodiesel” publicado en Conexión INTAL 235.

Medidas sanitarias y fitosanitarias

Para tener derecho a exportar animales vivos o productos de origen animal a la UE, la autoridad competente del país exportador debe haber sido reconocida formalmente por la Comisión Europea como capaz de realizar inspecciones y controles fiables a lo largo de toda la cadena de producción, que cubran todos los aspectos pertinentes de higiene, bienestar de los animales y salud pública. En el caso de determinados productos alimenticios que puedan plantear un riesgo para la salud pública (como los productos cárnicos y de la acuicultura), la Comisión debe aprobar el programa de control de residuos, el programa de lucha contra la salmonela para las aves de corral y sus productos, y otros requisitos, según el animal y/o producto de que se trate.

Asimismo, casi todos los vegetales y sus derivados procedentes de la mayor parte de los países no requieren aprobación ni notificación previa, aunque deben cumplir normas sobre inocuidad alimentaria e inspecciones de aduana.

Respecto de los Límites Máximos de Residuos en Plaguicidas, la UE aplica el “principio de precaución” en materia de límites de residuos de plaguicidas, lo que en determinadas circunstancias puede obstaculizar el comercio.

Normas técnicas y comercio

Además de las barreras arancelarias, ciertas normas y reglas técnicas del comercio van adquiriendo mayor relevancia. Estas medidas pueden ser adoptadas por los gobiernos con el fin de “proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o preservar los vegetales” siempre y cuando no resulten en medidas discriminatorias (Artículo 20 del GATT y Acuerdos específicos de la OMC).

Para preservar los derechos de los consumidores, en la UE las mercancías importadas deben cumplir con requisitos específicos. Los principales requisitos se refieren a seguridad de los productos, normalización técnica, envasado y etiquetado. Existen diversas reglamentaciones que limitan expresiones tradicionales para productos vitivinícolas (“premium”, “reserva” o “crianza”), el régimen de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos (REACH) y algunas normativas sobre bienestar animal, dificultando el comercio de estos productos.

Por otra parte, la UE se reserva  el derecho de recurrir a la salvaguardia especial para la agricultura (SGE), prevista en el Artículo 5 del Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, con respecto a 539 líneas arancelarias, lo que representa más del 25% de sus líneas agropecuarias. Esta medida contempla productos tales como frutas y hortalizas, productos avícolas, azúcar, carnes, lácteos y cereales.

Medidas ambientales

Las medidas ambientales que afectan al comercio gozan de un mayor grado de legitimidad pero al mismo tiempo  su uso puede ser más discrecional. Ejemplos de este tipo de medidas son el etiquetado ambiental, en general, y las decisiones del mercado europeo de biocombustibles.

Asimismo, la huella ambiental de los productos se refiere no solo a las emisiones de gases de efecto invernadero conocida como “la huella de carbono” sino también al impacto sobre la biodiversidad, los recursos naturales y sobre el uso y manejo del agua, entre otros. Al respecto, la UE está desarrollando una metodología para el cálculo de la huella ambiental de los productos –Product Environmental Footprint (PEF)– que incluye a la huella de carbono y está realizando pruebas piloto relativas a las reglas de categoría de huella ambiental de los productos –Product Environmental Footprint Category Rules (PEFCRs)– en los cuales participan empresas y organizaciones de productores mayormente europeos que, a partir de sus resultados, redundará en las reglas de producto válidas para la huella ambiental de los productos de la UE, para ser utilizadas en el bloque europeo. Esto, sin dudas tendrá efectos sobre los productos alimenticios de exportación con destino a la UE (CEI, 2016).

Conclusiones

Históricamente, los productos agrícolas tuvieron aranceles más elevados que los bienes industriales en la Unión Europea, y aunque esa brecha se ha ido reduciendo aún continúa siendo elevada.

A la hora de analizar la política agrícola europea, es fundamental tener en consideración que el bloque aplica medidas tanto arancelarias como no arancelarias (sanitarias y fitosanitarias, ambientales, obstáculos técnicos, antidumping y compensatorias, entre otras) siendo estas últimas, como se ha descripto, las que le otorgan mayores grados de libertad al momento de ser aplicadas.

Bibliografía

CEI. 2016. “La huella ambiental de la UE y sus posibles impactos comerciales para los productos alimenticios de exportación de la Argentina”. Febrero.

Conte Grand, Mariana y D’Elia, Vanesa. 2015. “¿Proteccionismo ambiental? Cómo afectan las restricciones europeas al comercio”, en: Revista Integración & Comercio N° 39. Buenos Aires: BID-INTAL.

Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL). 2016. “Fallo a favor de Argentina por biodiesel”, en: Conexión INTAL 235.

—–. 2016. “La OMC después de Nairobi: el futuro de las negociaciones agrícolas”, en: Conexión INTAL 235.

Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. 2013. Impacto del Proteccionismo Europeo sobre la Economía Argentina”. Noviembre.

OMC. 2015. Examen de las Políticas Comerciales de la Unión Europea.

Parlamento Europeo. 2016. La política agrícola común (PAC) y el Tratado. Albert Massot.

 

 

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