¿Qué impacto tienen y tendrán las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo? ¿Cuáles son los desafíos que presenta el avance tecnológico? ¿Cuáles son los empleos con mayor probabilidad de ser reemplazados por máquinas? ¿Qué tipos de trabajo serán más demandados en el futuro?
En el marco del evento central anual del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), del Sector de Integración y Comercio (INT) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 4 de octubre de 2016 se llevaron a cabo clínicas de trabajo con diferentes actores sociales.
Una clínica tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires en la que se discutió acerca del impacto de las nuevas tecnologías en el mercado de trabajo y los desafíos que plantean a futuro.
El panel de apertura estuvo a cargo de Gustavo Beliz, Director del INTAL, Catalino Nuñez, Director General de la Escuela de Estudios de Posgrado de la FCE-UBA, y Miguel Ángel Gutiérrez, Director del Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva (CELGYP).
Beliz resaltó el rol protagónico que tienen las nuevas tecnologías en la transformación de los procesos de producción y en la integración regional, tanto a nivel global como local. Asimismo, destacó la importancia de diversificar las exportaciones para la creación de empleos de calidad y lograr un desarrollo sustentable con inclusión social. Por su parte, Nuñez puso a disposición la Escuela de Estudios de Posgrado que dirige para avanzar en el análisis de esta temática y en la construcción de ideas que permitan aplicar las nuevas tecnologías.
Gutiérrez sostuvo que la prospectiva participativa es un punto central de la agenda positiva de las dos próximas generaciones y presentó una investigación realizada por The Millennium Project, una de las entidades organizadoras del evento, en la que se analizan los grandes desafíos del milenio relacionados al futuro del Trabajo y la Tecnología en 2050.
A continuación, la Coordinadora del Nodo Uruguay del Millennium Project, Lydia Garrido, presentó algunas experiencias internacionales y sostuvo que están surgiendo nuevos modos culturales y sociales relacionados con las nuevas tecnologías, así como aspectos medio ambientales y avances científicos. Recalcó la relevancia de coordinar una agenda a partir del aporte de diversos conocimientos ya que el futuro “requiere la cocreación de conocimiento, es decir, recurrir a diferentes áreas de conocimiento”. Presentó también algunos resultados de estudios regionales sobre el futuro del empleo, los cuales destacan que la robótica es la tecnología que más empleos sustituirá hacia 2030. En ese sentido, informó que 2/3 de los estadounidenses pronostican que, en los próximos 50 años, los robots y computadoras harán gran parte del trabajo que hoy realizan los humanos.
Otras conclusiones de esos estudios refieren que las nuevas tecnologías aumentarán la cantidad de empleos vinculados al ocio, la recreación y las industrias de atención de la salud, y acelerarán la creatividad humana.
Martin Rhisiart, Director del Centro de Investigación de Futuro e Innovación de la South Wales Business School, mostró los resultados de diversos estudios que analizan el mercado laboral del Reino Unido. Indicó que la irrupción de nuevas tecnologías produce rápidamente cambios en el mercado laboral a partir de la creación de empleos y la desaparición de otros. En efecto, sostuvo que dichos estudios proyectan que en los próximos 15 años el impacto de las nuevas tecnologías llevará a que 30% de los empleos sean automatizados.
Asimismo, transmitió algunos de los principales mensajes de los estudios: i) las ventajas comparativas que generan el uso y el conocimiento de nuevas tecnologías; ii) la tecnología es permeable a cualquier entorno, incluso los más tradicionales; iii) la importancia de incorporar innovación a través de socios y alianzas (lo que llamó interconectividad y colaboración); iv) la mayor responsabilidad individual, vinculada a la necesidad de capacitarse; y v) las personas con capacidades/conocimientos intermedios tendrán problemas de inserción laboral.
El análisis de Miguel Ponte, Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, comenzó por la necesidad de conocer el punto social de partida, así como la composición y estructura del mercado laboral argentino, para luego establecer agendas específicas a cada grupo y sector y llevar adelante políticas públicas que consideren los impactos de las nuevas tecnologías en el trabajo y la organización social. Al respecto, indicó que en Argentina 6 millones de personas que están en edad activa no trabajan, debiendo atenderse el impacto social que ello genera con políticas públicas activas que los integren laboral y socialmente. Otras cifras interesantes que presentó acerca de la estructura del mercado laboral argentino, refieren a que 82% de la población ocupada se desempeña en el sector privado y 25% de los empleados en ese sector corresponde a trabajadores por cuenta propia y casi 70% a asalariados (poco más de 9 millones de trabajadores), de los cuales 1/3 no están registrados.
Asimismo, resaltó la preparación de los trabajadores como un elemento central para afrontar los desafíos que se presentan. Planteó también el interrogante de dónde estará la tecnología a futuro, si en las instituciones educativas, en las instituciones de investigación y en internet, o bien en las organizaciones y las empresas. En cuanto a la mencionada preparación de los trabajadores, destacó el nexo con el mundo virtual y la dualización del sistema educativo y de formación, a nivel universitario, secundario, desde la formación profesional y como nexo inicial con la organización. Resaltó también que se debe destrabar el sistema actual de pasantías de manera tal que permita desarrollar prácticas laborales.
Omar Perotti, Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores de la Nación, indicó que los efectos de la tecnología sobre el trabajo plantean interrogantes y un panorama incierto a futuro. Sostuvo que la clave del éxito radica en “cuánto de futuro hay que ponerle al presente”, al tiempo que la demanda de la sociedad tiene que tener una mirada común que la haga sentir parte del cambio; “la gente tendrá que estar preparada para que tal vez tenga que cambiar varias veces de trabajo”. Todos estos desafíos requieren la intervención del Estado como facilitador y garante, un Estado presente, dinámico y con capacidad de anticipación, debiéndose crear programas que permitan aprovechar plenamente los recursos humanos de los argentinos.
El taller contó también con las intervenciones del Padre Guillermo Marcó, de la Pastoral Universitaria, Roberto Bonetti, Secretario General Adjunto de la Seccional Capital de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Oscar Tangelson, Director del Instituto de Producción, Economía y Trabajo de la Universidad Nacional de Lanús, y en el panel sectorial, con las del Doctor Julio Bello, Presidente de la Asociación Argentina de Salud Pública, Lorenzo Basso, Presidente de UBATEC, Ricardo Auer, Presidente de la Fundación Saber Como del INTI y Fernando Villela, Director del Departamento de Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectiva de la Facultad de Agronomía de la UBA, entre otros.
Las otras clínicas de trabajo conjunto tuvieron diferentes protagonistas y actores del sector público y privado. Charles Sabel, de la Universidad de Columbia, intercambió ideas con funcionarios del Ministerio de Producción de Argentina sobre las alianzas público-privadas para la transformación productiva. Otro encuentro especial vinculó a Simon Ruda, del Behavioural Insights Team, con actores públicos y privados del área de la salud. Y Collin Mackay, de Southern University de California, realizó su clínica de trabajo junto a Digital House. (Más información en www.iadb.org/intal/intergacionregional)