Por: Mariana Pernas

Con apoyo del Intal-BID, se realizó en Buenos Aires el encuentro internacional “Mujeres en Ciencia de Datos”.

La Argentina tuvo su propio capítulo local en el marco del evento internacional “Mujeres en Ciencia de Datos” (WIDs, por su sigla en inglés), una conferencia que desde 2015 organiza la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y que se realizó el 5 de marzo pasado de manera simultánea en más de cien países. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires fue la sede donde mujeres científicas, docentes, investigadoras, funcionarias y especialistas de empresas brindaron diversas charlas -tanto técnicas como generalistas- sobre herramientas, métodos, campos de aplicación, oportunidades laborales y programas de capacitación relacionados con la tecnología informática y la ciencia de datos.

La conferencia WIDs -que contó con el auspicio del Intal-BID y del diario La Nación, entre otras instituciones y empresas- tiene como objetivo “inspirar y educar a los científicos de datos en todo el mundo, independientemente de su género, y apoyar a las mujeres en este campo”, según definen sus organizadores. Al inaugurar el evento de Buenos Aires, Momi Peralta Ramos, responsable del equipo La Nación Data, destacó que “el objetivo es compartir en este espacio la experiencia sobre ciencia de datos”.

La primera exposición del capítulo local de WIDs estuvo a cargo de Daniela López de Luise, directora del Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Tecnología Informática (IDTI), que depende de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, y docente investigadora de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), quien abordó tres teorías de computación que se aplican “para hacer ingeniería humanitaria”, como procesamiento del lenguaje natural, sistemas armónicos y sistemas de conciencia. Lopez de Luise expuso distintos casos y aplicaciones que se desarrollaron en el IDTI. “En el caso del procesamiento de lenguaje natural, por ejemplo, se generó una solución que permite detectar alteraciones del lenguaje por hipoacusia y se aplica para pacientes autistas. Se trata de un trastorno que en algunos pacientes es muy severo y les inhibe el habla”, detalló la especialista.

En el caso de la teoría de sistemas armónicos, se desarrolló una solución sobre el sistema operativo Android que, basada en mapas de Internet, permite predecir la posibilidad de que ocurran accidentes de tránsito. La funcionalidad de predicción de eventos también es útil para generar aplicaciones de detección de fallas en los sistemas de planta de producción o de detección de fraudes. “Es un sistema de aprendizaje continuo, muy plástico y dinámico; por eso se aplica al tránsito, que es algo cambiante. Con cada evento, el sistema aprende cuál es la probabilidad de que se produzca un accidente, y se dispara una alarma”, explicó López de Luise.

Posteriormente, Peralta Ramos y Gabriela Bouret contaron la experiencia de La Nación Data. “Se trata de una iniciativa del diario La Nación para facilitar el periodismo de datos y contribuir a la apertura de datos en la Argentina. Nos gusta que otros saquen sus propias conclusiones, puedan chequear los datos crudos y generen otras visualizaciones, para que no se queden sólo la interpretación de La Nación”, sostuvo la responsable del equipo, que está integrado por diez personas y trabaja de manera colaborativa con hacktivistas, Open Knowledge y la comunidad de Gobierno Abierto. “Nos interesa que los datos estén abiertos por una cuestión de credibilidad, transparencia, para facilitar la participación de los ciudadanos, acompañar la noticia con evidencia y para que también nosotros seamos cuestionados. Por eso producimos historias con datos, con evidencia, servicios, mapas y aplicaciones.”

Luego, expusieron cinco casos que implementó La nación Data. Por ejemplo, sobre la base de datos de los reclamos a la línea 147 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) que se publican en el portal oficial de datos abiertos, se elaboraron “mapas de calor” que permiten visualizar cómo se distribuyen los reclamos de los vecinos en las distintas comunas de la ciudad. Desde 2011, cuando comenzó el proyecto, la base creció hasta tener 3,5 millones de registros en 2016.  El equipo se focalizó en los reclamos de transporte, seguridad, vivienda social y basura.  Con esos datos, se elaboraron visualizaciones interactivas y mapas, aunque el material también se utilizó para publicar notas de la edición impresa del diario.

La Nación Data también desarrolló una plataforma que permite consultar online las declaraciones juradas de funcionarios del Poder Ejecutivo, Judicial y Legislativo cuya información estaba en papel. Y detallaron la experiencia de construir el set de datos que recopila cómo se distribuye la pauta publicitaria oficial que el Gobierno asigna a los diferentes medios de comunicación.

Como conclusión, Peralta Ramos y Bouret destacaron que “es clave el trabajo en equipo”, no solo con los periodistas del diario sino también con la comunidad y los usuarios de los datos públicos “para agregar valor desde el dato al conocimiento, usando mucha tecnología y colaboración”.

Luego fue el turno de Marcela Riccillo, especialista en Inteligencia Artificial (IA) y Robótica, y docente de Machine Learning y Ciencia de Datos del ITBA, quien expuso las principales técnicas de aprendizaje de máquinas y data mining. “Las máquinas aprenden lo que el humano les enseña, una vez que el humano programó el entrenamiento. Las máquinas no tienen conciencia, no tienen ni ganas ni intención: solo hacen lo que el humano les dice y programa -consideró Riccillo-. La IA viene de la de teoría de los años 60, pero hoy la tecnología nos permite procesar grandes volúmenes de datos de manera más eficiente, lo que he posible que se pueda aplicar en economía, salud y arte, entre otras áreas. Esa una herramienta hecha por los humanos y para los humanos.”

Desde el sector público, Natalia Sampietro, directora de Datos Públicos del Ministerio de Modernización; Yanina Díaz, coordinadora de Datos Abiertos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA); y Ana María Bernal, diseñadora de Producto del GCBA, contaron algunas experiencias y casos de uso con datos en el Estado para brindar distintos servicios.

Sampietro se refirió al portal de Datos Abiertos, que almacena 625 conjuntos de datos provistos por 22 entidades del Estado.  “Al mejorar la gestión de datos en Gobierno, debemos trabajar de manera transversal, asociados con otros ministerios y organizaciones públicas”, definió. El objetivo es “generar soluciones escalables y reutilizables, lo cual es clave para desarrollar bienes públicos”.  La funcionaria comentó que actualmente se está trabajando en la búsqueda de estándares, la mejora de la oferta de datos, el desarrollo de servicios y la creación de infraestructura.

Desde el GCBA, Díaz sostuvo que los “datos abiertos son una excusa para mejorar la gestión”. Y expuso el desarrollo del sitio sobre trasplantes de órganos, que implicó digitalizar e interpretar la información sobre registros de donantes y personas trasplantadas. Otras iniciativas que se desarrollaron en el ámbito porteño fueron el sitio de datos sobre los Juegos Olímpicos de la Juventud y el Mapa de Oportunidades Comerciales, que en base a la información de 161 zonas de 352 fracciones censales, brinda indicadores del riesgo de desarrollar un negocio en un determinado lugar de la ciudad, de acuerdo con la composición demográfica, datos inmobiliarios, estadísticas de circulación, áreas caminables, seguridad y proyectos en construcción.

 

Tecnología y capacitación

Luego de las exposiciones individuales, tuvo lugar la mesa redonda “Mujeres, Tecnología y Capacitación”. Coordinado por María Florencia Sabatini, gerente de Comunicaciones Corporativas de Google, de este tramo de WIDs participaron Ana Inés Basco, especialista en Integración del Intal-BID; Ana Inés Bruchmann, gerente Empleo y Nuevas Tecnologías del Ministerio de Modernización del GCBA, y Andrea Coco, directora de Servicios de Accenture.

Basco, del Intal-BID, expuso los principales resultados de la encuesta “Compás Millennnials. La generación Y en la era de la Integración 4.0”, que realizó el instituto del BID durante el año pasado con el objetivo de analizar los hábitos, valores y uso de tecnología por parte de los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 en la Argentina, que representan el 28% de la población del país. “Esta generación nació en pleno surgimiento de Internet y de la era digital; pero cuando salen al mercado laboral irrumpe la Revolución 4.0, signada por la robótica, la Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, que amenaza con destruir empleos. Los interrogantes son muchos, porque algunos puestos serán desplazados por la robotización y el uso de tecnología, pero al mismo tiempo se generarán nuevos puestos laborales y se requerirán nuevas habilidades y perfiles”, destacó.  En la Argentina, continuó Basco, los jóvenes enfrentan un doble reto adicional: nuestro país está inserto en la región más desigual del mundo y las principales exportaciones se producen en sectores que corren el riesgo de ser automatizados.  “Las mujeres, además, se enfrentan con el desafío de la desigualdad de género que lamentablemente aún persiste en nuestra región a nivel de educación y de empleo. Sabemos, por ejemplo, que la participación de los hombres en el mercado de trabajo en América Latina es 1,5 mayor a la de las mujeres. Por eso nos preguntamos: ¿están preparadas las mujeres Millennial para salir al mercado laboral?”.

“En materia de empleo, vemos que las mujeres utilizan menos la tecnología en el trabajo que los hombres -definió la especialista del Intal-BID-. Solo un 24% de ellas declaró usar muchas veces o todo el tiempo la tecnología en el trabajo, mientras que en el caso de los hombres este valor sube a casi el 30%. Y al revés, casi un 58% de las mujeres no usa la tecnología en el trabajo mientras que en los hombres la cifra baja al 51%.”

Con respecto a las competencias tecnológicas, de acuerdo con la encuesta del Intal-BID, los hombres manifiestan tener mayores habilidades que las mujeres.  “Por ejemplo, mientras que un 82% de los hombres reconoce tener conocimientos de computación, este valor baja al 72% en las mujeres. Lo mismo sucede con la programación y con el resto de las habilidades tecnológicas: las mujeres poseen menos habilidades asociadas a las nuevas tecnologías”, afirmó Basco.

En el caso de educación, se reproduce esta tendencia. “Vemos que hay un porcentaje mayor de mujeres (40%) que de hombres (32%) que estudia o estudió en algún terciario o universidad -agrega Basco-. Sin embargo, una proporción mayor de hombres estudia o estudió carreras asociadas a computación, sistemas de información o ingeniería: mientras que un 14% de hombres opta por ingeniería, apenas un 0,2% de mujeres lo hace. Y en el caso de computación y sistemas, casi el 9% de los hombres sigue estas carreras, en tanto que solo el 3,2% de mujeres lo hace.”

La funciona del GCBA, por su parte, brindó algunas estadísticas: hay 114 mujeres cada 100 varones; la expectativa de vida de la mujer (82 años) es más alta que la de los hombres; el 58% de la matrícula universitaria está compuesta por mujeres y la tasa de desocupación femenina es el 11,7%. Además, el 85% de las empresas busca innovar y el sector de tecnología tiene 4.000 búsquedas laborales. “En este contexto, queremos brindar oportunidades de políticas públicas que den respuesta a estas necesidades. Para dar respuestas desde la integración social, ofrecemos distintos programas de capacitación gratuitos para formar y empoderar en las nuevas tecnologías”, dijo Bruchmann, y detalló en qué consisten tres iniciativas de ese tipo.

Desarrollado junto con el Ministerio de Educación porteño, el programa de capacitación “Codo a codo” dura nueves meses y se brinda tanto en modalidad virtual como presencial en los Centros de Formación Profesional de la Ciudad y en sedes privadas. Está destinado a vecinos que poseen título secundario. El plan de estudios incluye módulos de aprendizaje elementales para poder comprender cualquier lenguaje de programación, con el uso de Java para exponer los conceptos y ejercitar los trabajos prácticos. La propuesta de “Giro Digital”, en tanto, consiste en talleres sobre distintos temas, como Realidad Aumentada, redes sociales, claves para una entrevista laboral o desarrollo de videojuegos, entre otros.  Por último, “Segunda Vuelta” está dirigido a personas de entre 35 a 60 años.  A través de capacitaciones en distintos temas como emprendedorismo, autoconocimiento, gestión de negocios y trabajo en equipo, el objetivo es ampliar las oportunidades laborales de los alumnos.

Según la ejecutiva de Accenture, por otra parte, sólo el 18% de las mujeres estudia carreras vinculadas a tecnología y más del 80% de los puestos del sector están cubiertos por hombres. “En la Argentina, más de 5.000 posiciones en el mercado de tecnología quedan sin cubrir por la escasez de profesionales”, agregó. Para contribuir a modificar esta situación, Coco se refirió al programa de reconversión laboral gratuito “Technoloshe Academy”, que lleva adelante Accenture con el objetivo de capacitar a mujeres en distintas tecnologías y que está basado en los cursos regulares que brinda la empresa a sus empleados. Este programa se desarrolla de manera presencial y virtual fuera del horario laboral. La directiva afirmó que “8 de cada 10 mujeres que participaron de los cursos y se certificaron, actualmente trabajan en Accenture”. En cuanto a las iniciativas orientadas a promover la equidad y balance de género en la compañía, “para 2025 queremos tener el 50% de nuestra nómina compuesta por mujeres”. Si bien el staff de la empresa hoy está integrado en un 46% por mujeres -según afirmó Coco- en el área de Tecnología “el desafío es mayor: hay un 32% de mujeres en nuestra nómina”.

Un obstáculo que la especialista de Accenture observa sobre la elección vocacional de carreras vinculadas a tecnología por parte de los jóvenes, es “la percepción errónea y estereotipada del profesional que se desempeña en el sector de Tecnología”. Por ejemplo, de los focus groups que organizamos con jóvenes Millennials surgió que “los jóvenes creen que quienes trabajan en tecnología son personas poco sociables, que no se relacionan con los demás; y eso no ocurre en Accenture”.

 

Inspiración simultánea

A partir del mediodía, la conferencia WIDs de Buenos Aires transmitió mediante streamming y con traducción simultánea el evento que se realizó en Stanford, que tuvo como oradoras a Margot Gerritsen, decana y directora del Instituto de Ingeniería y Matemática Computacional (ICME) de Stanford; Maria Klawe, presidente del Harvey Mudd College; Leda Braga, CEO de Systematica Investments; Mala Anand, presidenta de SAP Data Analytics, y Lada Adamic, gerente de Investigación Científica de Facebook, entre otras especialistas.

Gerritsen, que inauguró la conferencia en Estados Unidos, enfatizó que la iniciativa WIDs tiene por objetivo “inspirar, formar y dar soporte a las mujeres para que se incorporen a la ciencia de datos”.  Según la directiva Stanford, la ciencia de datos no sólo es “un apasionante campo de desarrollo, sino también una especialidad que está creciendo”. De hecho, agregó que “muchas de las decisiones que se toman en economía, ciencias sociales y medicina actualmente están basadas en ciencia de datos”.

Margot Gerritsen, Stanford University

Leda Braga, quien dirige un fondo de inversión que gestiona activos financieros y recurre de manera intensiva al uso de datos y algoritmos, destacó que “la presencia femenina en el sector financiero es muy baja”. La ejecutiva también se refirió al uso de técnicas y las principales herramientas -como regresiones, modelos de optimización y técnicas de estimación de volatilidad- que hoy se emplean para la gestión sistemática de portafolios de inversión.

Luego fue el turno de la presidenta del Harvey Mudd College, quien también destacó el crecimiento de la especialización en ciencia de datos, su relevancia y las oportunidades de carrera que ofrece. “Es un área que brinda maravillosas oportunidades de desarrollo profesional, que son creativas y flexibles; además, la demanda laboral de personas con conocimientos de ciencia de datos crece mucho más que otras profesiones, y es una herramienta que brida soluciones para la mayoría de los problemas que enfrenta hoy el mundo. Por eso, necesitamos diversidad de gente para trabajar en este campo”, expresó Klawe.  Y agregó: “La ciencia es datos es una oportunidad para marcar una diferencia en el mundo; y nunca es tarde para empezar a estudiar y formarse”.