Nacido en el marco de la Internet Society, el Foro de Gobernanza de Internet (FGI) fue creado oficialmente por el Secretario General de las Naciones Unidas en julio de 2006 y desde entonces se celebra una reunión anual.
El FGI se plantea orientar e inspirar a los países (al momento más de 140 países) a participar en el debate sobre la gobernanza de Internet e intenta contribuir al desarrollo de capacidades, adquisición de conocimientos y habilidades para la participación en acuerdos de gobernanza de Internet existentes a nivel internacional.
La apertura de la 13ava reunión del FGI estuvo a cargo del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien remarcó la necesidad de contar con nuevos acuerdos para regular el contenido en línea y la propia Internet, y rechazó la “falsa alternativa”’ entre autorregulación y control gubernamental. “Queremos que nuestros valores se mantengan en Internet”, afirmó Macron quien anunció que los reguladores franceses “trabajarán en conjunto” con Facebook a partir de 2019 para presentar “propuestas concretas y personalizadas para combatir el discurso del odio”.
A su vez, impulsó un nuevo conjunto de principios que el gobierno francés ha denominado “Llamado de París para la confianza y la seguridad en el ciberespacio”, que pretende convertirse en una declaración de alto nivel sobre el desarrollo de principios comunes “para defender el derecho internacional en el ciberespacio, proteger los derechos en línea, luchar contra las actividades desestabilizadoras y garantizar la seguridad de los productos digitales”.
En la misma línea, Macron destacó la necesidad de “seguir invirtiendo y cooperando en lo que respecta a la inteligencia artificial”, y adelantó que “durante la Presidencia francesa del G7 en 2019, encabezaré el proyecto para crear un equivalente del famoso IPCC para la inteligencia artificial”. El objetivo es “reflexionar sobre las dimensiones éticas, técnicas y científicas de esta revolución que va más allá de los estados con el apoyo total de organizaciones internacionales como la OCDE y la UNESCO”.
Luego de la apertura, se dio inicio a una serie de discusiones de alto nivel sobre temas varios como infraestructura digital, regulación digital, aspectos éticos de las nuevas tecnologías y los trabajos del futuro, entre otros. En total, se llevaron a cabo más de 170 sesiones, desde sesiones principales, foros abiertos, talleres y otras reuniones informales y eventos paralelos.
Cómo la tecnología reconfigurará los trabajos
En uno de dichos eventos, Ana Inés Basco, Especialista en Integración del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL-BID), participó de un panel sobre los desafíos y oportunidades de las nuevas tecnologías para el trabajo, junto con Adela Goberna, Analista de Políticas Públicas en ALAI, Raquel Gatto, Regional Policy Manager para América Latina en Internet Society, y Maarit Palovirta, Senior Manager, Regional Affairs Europe, también en Internet Society.
Basco detalló algunos de los resultados del trabajo del INTAL durante los últimos cuatro años sobre el impacto de las nuevas tecnologías en diferentes áreas como el empleo, el comercio, la integración y la educación. Por ejemplo, en INTAL-Latinobarometro “exploramos la opinión de los latinoamericanos sobre integración, innovación y nuevas tecnologías”, aseguró la especialista. También estudiamos “el nivel de penetración de nuevas tecnologías en empresas en Argentina, en Industria 4.0, y el impacto de la inteligencia artificial en diferentes áreas como educación, transporte y otras áreas, en Algoritmolandia”. “También analizamos en Compass Millennial cuán preparados están los jóvenes para esta revolución”.
En base a estos estudios, Basco resaltó que en el futuro se demandará un nuevo perfil de trabajadores multidisciplinario, con habilidades blandas como la colaboración, la creatividad y la comunicación, y facilidades para interactuar con las nuevas tecnologías y convivir con inteligencia artificial.
Demanda de habilidades en empresas manufactureras en Argentina
En base a estos trabajos iniciales, INTAL está desarrollando, con el apoyo de ALAI y Google, un documento para medir la brecha entre demanda y oferta de habilidades para los trabajos del futuro en Argentina, Brasil, Colombia, México y Chile.
“Las personas en América Latina tienen miedo de perder sus empleos frente a estas nuevas tecnologías inteligentes”, afirmó Basco quien aseguró que 46% de los latinoamericanos creen que su trabajo será reemplazado por un robot en el futuro cercano. Pero al mismo tiempo son conscientes de los beneficios de las tecnologías digitales: “65% de los latinoamericanos piensa que el acceso a internet es más importante que la construcción de nuevas rutas”.
Entonces, finalizó Basco, “creemos que este tsunami tecnológico irá acompañado de oportunidades para crear más empleo y generar más desarrollo, y para ello, como países latinoamericanos, necesitamos una agenda regional que ponga atención a esta revolución y ayude a desarrollar las políticas necesarias para hacer uso de estas tecnologías para mejorar vidas”.