Por: ConnectAmericas

Contar con empleados que dominen los conocimientos duros o “hard skills” es valioso porque brindan soluciones a problemas técnicos. Sin embargo, las crisis o imprevistos se resuelven con la suma de las habilidades blandas o soft skills, aquellas que se relacionan con las emociones.

Según el Instituto de Ciencias Tecnológicas de Chile (CIISA), las habilidades duras o hard skills son prácticas específicas que pueden ser fácilmente medidas. Por ejemplo, la capacidad de utilizar un software, la habilidad para confeccionar un estado contable o desarrollar una investigación de mercado. Asimismo, en la mayoría de los casos, estas características son transferibles a través de la educación y la formación continua.

En cambio, las habilidades blandas son los atributos o capacidades que le permiten a una persona desempeñarse en su trabajo de manera más efectiva. Apuntan al lado emocional, interpersonal y a la interacción con el resto del personal en una empresa. Estos soft skills son atributos personales que mejoran la capacidad de relacionarse eficazmente con otros individuos.

Algunos ejemplos de habilidades blandas

  • Trabajo en equipo
  • Capacidad de resolución de problemas
  • Gestión efectiva del tiempo
  • Gestión del cambio
  • Manejo del stress
  • Liderazgo
  • Comunicación efectiva
  • Escucha activa
  • Empatía

La empatía, la escucha activa y la comunicación constituyen más que un complemento para los empleados.

Un trabajo de Visa Empresarial, subraya que en muchas pequeñas y medianas empresas (PYMEs) se detectan grandes capacidades técnicas de sus empleados. Esto se debe a que en su mayoría las PYMEs fueron fundadas por técnicos, lo que se refleja en lo hábiles que son para dar soluciones a problemas que tienen que ver con su negocio específico. Sin embargo, para negociar e interactuar con otros empleados, proveedores, clientes, o inversores es elemental desarrollar soft skills.

Según una publicación de Terra Chile estamos en tiempos de cambio en donde las necesidades del consumidor varían continuamente y muchas veces no son percibidas por la oferta. Por ello, las empresas necesitan incorporar empleados que cuenten con la facilidad de adaptarse a los giros constantes de los negocios y que sepan interpretar las nuevas demandas de los consumidores.

Álvaro Garrido, director de tecnologías de la información de CIISA y especialista en coaching, señala que es un tema vital para las PYMEs de cualquier industria. Según el especialista es muy común que los proyectos fracasen por falta de entendimiento o comunicación entre el cliente y el proveedor. “Las personas técnicas creen saber mejor lo que el usuario final quiere, pero no siempre es así. El punto no es demostrar si sabes más que otro, sino aportar a la solución final dando satisfacción al requerimiento del otro”, afirma Garrido.

Las habilidades blandas como el liderazgo, la empatía, la escucha activa y la comunicación revisten una gran importancia y constituyen más que un mero complemento para los empleados. Para prosperar en un mundo altamente competitivo como el actual, las empresas deben interactuar efectivamente con organizaciones, clientes e individuos de diversos rubros, culturas, y conocimientos desiguales. Si bien en gran parte estas competencias son innatas, todos tenemos la capacidad de desarrollarlas.

Sugerencias para desarrollar las habilidades blandas

  • Conocer los puntos fuertes y débiles de la personalidad:hay muchas herramientas para evaluar la personalidad tales como el Indicador de Personalidad Myers Briggs. La comprensión del tipo de personalidad puede ayudar a limitar el enfoque a las áreas que puede aprovechar o mejorar de sus habilidades blandas.
  • Observar a los demás:sobre todo a los miembros de la organización que tengan buenas habilidades interpersonales en el trabajo. Un buen ejercicio es ver cómo interactúan con los demás y descubrir qué hacen para obtener éxito en ese sentido. ¡Copiar lo que funciona es una buena idea!
  • Pedir comentarios o feedback en el equipo de trabajo:quienes rodean a una persona a menudo tienen una excelente idea de sus habilidades interpersonales. No hay que tener miedo a pedir la opinión de ellos. Es una forma de ganar el respeto de los demás, ya que demuestra que se valora su opinión.
  • Encontrar un coach:obtener retroalimentación honesta y productiva puede ser difícil. A menudo, lo mejor es encontrar a alguien fuera de los canales normales que puede ayudar a identificar las áreas en las que se necesita enfocar. Por lo general hay personas calificadas dispuestas a hacer de coach a un costo mínimo o gratuitamente.
  • No creer que las habilidades interpersonales son para “los débiles”:líderes de organizaciones o gerentes piensan a menudo que las habilidades blandas son poco relevantes y generan una imagen de debilidad. Por el contrario, esas habilidades blandas son un requisito en el ambiente organizacional actual. Definirán los niveles de éxito profesional en el futuro. Dedicar tiempo a comprender y mejorar las habilidades interpersonales evitan el riesgo de convertirse en un dinosaurio.