Por: Ramiro Conte Grand

Su principal objetivo será asesorar a los gobiernos de la región a través de la aplicación de las ciencias del comportamiento. Se focalizarán en la primera infancia y en la vejez saludable de la población.

En el INTAL-LAB se reunieron más de 130 especialistas del campo de las ciencias del comportamiento, economistas, psicólogos, sociólogos, educadores, representantes de agencias no gubernamentales y funcionarios públicos con motivo del lanzamiento de la primera Red Latinoamericana de Conducta Humana y Políticas Públicas.

Liderada por la Fundación INECO, esta red estará conformada por los Ministerios de Educación, Salud y Desarrollo Social de la Argentina; la Secretaria de Cuidados del Uruguay y el Ministerio de Salud de Chile.

Las ciencias del comportamiento son un conjunto de disciplinas que centran su atención en la comprensión de la conducta humana, entre las que se encuentran: antropología, biología, ciencias políticas, ciencias de la educación, economía, filosofía, neurociencias, pedagogía, psiquiatría, psicología, criminología y sociología. De hecho, Richard Thaler, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, ganó el premio Nobel de Economía 2017 por sus estudios en este campo. El trabajo del economista estadounidense muestra cómo afectan los rasgos humanos a las decisiones individuales, así como a los resultados del mercado.

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Reducir el ausentismo escolar, mejorar la eficiencia energética, aumentar las horas de lectura infantil o lograr hábitos de alimentación saludable en la población, son conductas que se pueden estimular comprendiendo mejor el comportamiento humano.

Como primera línea de trabajo, esta red se focalizará en dos grandes áreas. Por un lado, cómo estimular el desarrollo infantil. Por ejemplo, cuando un niño que ha sido incentivado tempranamente en la lectura alcanza los tres años, en promedio escuchó 30 millones de palabras más que los menos estimulados.

Por otro lado, esta red trabajará en cómo mejorar el envejecimiento saludable. En esta área, las ciencias del comportamiento pueden contribuir a que la población adquiera hábitos para lograr un cerebro saludable toda la vida.

 

Gobiernos de precisión y robots frente a dilemas éticos

En la apertura de la jornada, Gustavo Beliz, Director del INTAL, explicó que el diseño de las políticas públicas debe ser muy preciso, como si se tratara de “acupuntura para destrabar nervios y generar círculos virtuosos”. Además, agregó: “Necesitamos gobiernos de precisión que se basen en la enorme cantidad de datos para promover evidencia empírica, medir los resultados y sus impactos”.

Beliz recordó que este tema fue uno de los grandes ejes de Integración Regional 4.0, la conferencia central del INTAL en octubre de 2016, que contó con la participación como expositores de Facundo Manes, Mariano Sigman y Simon Ruda.

Gustavo Beliz, Director del INTAL; Ferdinando Regalia, Jefe de la División de Protección Social y Salud del BID; Alejandro Finochiaro, Ministro de Educación de la Argentina; y Gabriel Castelli, Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia de la Argentina.

Gustavo Beliz, Director del INTAL; Ferdinando Regalia, Jefe de la División de Protección Social y Salud del BID; Alejandro Finochiaro, Ministro de Educación de la Argentina; y Gabriel Castelli, Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia de la Argentina.

 

UntitledPor último, el director del INTAL, puntualizó sobre los dilemas éticos que los avances tecnológicos generan y parafraseó a Isaac Asimov, recordando que “una sociedad está en problemas cuando la velocidad de la acumulación de conocimientos de la ciencia es más rápida que la sabiduría que acumula la dirigencia”. Beliz hizo hincapié en la tapa de la revista The Economist donde grandes compañías tecnológicas plantean la necesidad de entrenar en dilemas morales a los robots. A medida que las máquinas adquieren mayor autonomía, la noción de éstas tomando decisiones éticas está saliendo del reino de la ciencia ficción hacia el mundo real.

Por su parte, Ferdinando Regalía, Jefe de la División de Protección Social y Salud del BID, remarcó que las “ciencias del comportamiento bien aplicadas pueden tener un impacto positivo en el desarrollo de la primera infancia” y destacó el trabajo operativo financiero que el Banco realiza para “jugar en la frontera de las políticas públicas”.

Alejandro Finocchiaro, Ministro de Educación de la Argentina, destacó la velocidad de los cambios que se viven en la actualidad y dejó una pregunta picando en el auditorio. “¿Podremos como seres humanos adaptarnos al cambio desde el punto de vista físico, psíquico y emocional?”

Con respecto a la educación, donde es “muy probable que un chico que hoy está en la escuela cambie 6 ó 7 veces de trabajo en su vida laboral. Y de esos, 5 todavía no se inventaron”, Finocchiaro hizo hincapié el rol del docente, que “debe ser planificar y tutorar a los chicos sobre dónde pueden extraer mejor información”.

Alejandro Finocchiaro, Ministro de Educación de la Argentina

Alejandro Finocchiaro, Ministro de Educación de la Argentina

 

El Ministro de Educación cerró su intervención con una visión esperanzadora: “el futuro no sólo es algo que nos va a llegar. Nosotros, si nos ponemos a trabajar en serio a través de la escuela, podemos crear futuro”.

Por último, la apertura de la jornada contó también con la presencia de Gabriel Castelli, Secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Argentina, quien puntualizó que “el primer ciclo de vida de los niños es fundamental. Y lo que no se alcance en los tres o cuatro primeros años es muy difícil de recuperar después”. Desde el Estado estamos trabajando para generar “igualdad de oportunidades para todos. De una sociedad que nos pide a gritos que resolvamos el problema del 30% de personas que está debajo de la línea de pobreza”.

 

El desafío de los programas sociales en América Latina

El libro “La Fractura: pasado y presente de la búsqueda de equidad social en América Latina” publicado por el INTAL en diciembre de 2016 identifica las raíces históricas de la inequidad. Hacia fines de 2014, en América Latina y el Caribe había 175 millones de personas en condiciones de pobreza y 122 millones de trabajadores informales sin acceso a la seguridad social.

Durante la jornada de lanzamiento de la red, Florencia López Bóo, Economista Senior de Protección Social del BID, dio un pantallazo general de los principales logros y desafíos sociales que encara la región en la actualidad. Entre los primeros, se destacan ciertos indicadores de pobreza que han mejorado en las últimas dos décadas. Por ejemplo, la pobreza extrema se redujo entre 23-13% comparando 1990 con 2010. Y también hubo mejoras en los indicadores de mortalidad infantil (43 cada 1000 niños nacidos vivos en 1990 versus 18 en 2010) y de desnutrición crónica (29 a 18%). Asimismo, se universalizó la escolaridad primaria y se amplió la cobertura para niños de 5 años.

A pesar de estas mejoras, López Bóo remarcó que queda mucho por hacer: “Si bien los chicos de la región viven más, son más sanos y mejor nutridos, muchos -especialmente los pobres- tienen serios retrasos en el lenguaje y el desarrollo cognitivo. Y existen grandes desigualdades entre países y dentro de los países. Es que muy poco se ha hecho por la mejora de la calidad de las interacciones adulto-niño que es lo que nutre el desarrollo infantil”.

Florencia López Bóo, Economista Senior en Protección Social del BID

Florencia López Bóo, Economista Senior en Protección Social del BID

 

Por su parte, a la hora de enumerar los desafíos que enfrenta la región, la especialista del BID, hizo hincapié en tres: restricciones macro-fiscales; una persistente desigualdad en todo el ciclo de vida; y una población que envejece cada vez más rápido, con las consecuentes presiones en el sistema de salud y de pensiones.

Coincidiendo con estos desafíos, Ariel Kalil, directora del Centro de Potencial Humano y Políticas Públicas de la Universidad de Chicago, remarcó que la brecha en la puntuación cognitiva se abre antes de que los niños comiencen la escuela y no se cierra durante los años de colegio. Y para reducirla hay que trabajar mucho en lo que padres y cuidadores hacen en el hogar porque es donde el niño pasa la mayor parte del tiempo. Asimismo, Agustín Ibañez, director del INCYT (Ineco-Favaloro-CONICET), aseguró que en 20 a 30 años, ALC tendrá el 70% de los casos de demencia del mundo.

 

¿Cómo decide y actúa el ser humano?

Según Facundo Manes, Director de la Fundación INECO, lo hace mayoritariamente de manera automática: “Para comprender la mente humana tenemos que entender miles de años de evolución donde nuestro cerebro adoptó un sistema de toma de decisiones automático, no consciente, que usamos la mayor parte del tiempo. Y eso es bueno porque nos permite gastar menos energía”.

Para Manes, muy pocas veces en el día decidimos de forma racional, lógica y deliberada. En la mayoría de las ocasiones lo hacemos en base al contexto social y esquemas mentales previos. Así, por ejemplo, la pobreza no sería sólo un déficit material sino también un contexto de toma de decisiones. “Cuando alguien vive en la pobreza, el entorno influye para que se perpetúe ese contexto”, afirmó el neurólogo.

Facundo Manes, Director de la Fundación Ineco y Rector de la Universidad Favaloro

Facundo Manes, Director de la Fundación Ineco y Rector de la Universidad Favaloro

 

Para el director de la Fundación INECO, si las políticas públicas no tienen en cuenta esta dimensión del comportamiento humano, aunque sean buenas ideas, van a fracasar. “Las políticas suelen asumir que para tomar decisiones las personas evalúan de forma racional toda la información y esto no es así”.

Por último, Manes llamó a potenciar las habilidades cognitivas, sociales y emocionales de los habitantes de la región. “El crecimiento económico no reduce la pobreza. No necesitamos crecer económicamente para tomar el toro por las astas y dedicarnos a lo urgente, que es nuestro cerebro”, concluyó.

En la misma línea, para Marcelo Cabrol, Gerente del Sector Social del BID, “las pequeñas decisiones al azar dicen mucho de la gente. La conducta de la gente puede formar políticas públicas. Lo único que tenemos que hacer es mirar mejor”.

 

La experiencia del Behavioural Insights Team

En sus orígenes en 2010, el BIT UNIT fue parte del Gobierno Británico, siendo la primera institución gubernamental del mundo dedicada a la aplicación de las ciencias del comportamiento humano para mejorar las políticas públicas. Actualmente, es una organización de más de 100 empleados y propiedad conjunta del Reino Unido y la fundación Nesta, especializada en temas de innovación.

Simon Ruda, Director de Asuntos Internos y Programas Internacionales del Behavioural Insights Team, explicó que el trabajo primordial de la agencia era comprender cómo las personas se comportan para poder diseñar mejores políticas públicas. Y en este sentido, describió que la toma de decisiones humanas está fuertemente influida por:

  • Intuición: agregado de experiencias pasadas y suposiciones.
  • Prejuicios: estereotipos, suposiciones y tendencias a enfocar en algunos aspectos de una situación e ignorar información que no concuerde con nuestras opiniones y creencias preexistentes.
  • Atajos mentales: somos pensadores rápidos y frugales, usando las reglas del pulgar y el instinto muchas veces, en lugar de una deliberación cuidadosa.
  • Emociones: las elecciones se hacen a menudo en su resonancia emocional y no en la lógica o deliberada.
  • Influencia social: somos criaturas sociales que tendemos a utilizar a otros como una fuente de información.

Ruda reveló que, al inicio, el trabajo del BIT UNIT generaba escepticismo en los medios de comunicación y en los funcionarios públicos. Y que, para convencer a los ministros del gobierno de implementar algunas ideas, tuvieron que mostrarle previamente los beneficios económicos que cada una de estas iniciativas podría traer. Por ejemplo, desde la agencia trabajaron en la redacción de las cartas que se enviaban a los deudores impositivos. Probaron seis textos distintos y, con la mejor opción, lograron que se recaudaran 210 millones de libras que estaban en mora. En este caso, agregando una línea que dijera “9 de cada 10 vecinos de su localidad pagan sus impuestos en tiempo” se generaba una diferencia de pago de 6 puntos porcentuales mayor con respecto a la carta que no contenía dicha línea.

Por otra parte, uno de los trabajos de investigación del BIT concluía que, a la hora de leer una carta o un correo electrónico, los seres humanos generalmente prestan más atención al principio y al final del texto. Con este dato, Ruda consultó a la audiencia: “¿por qué entonces seguimos incluyendo lo más importante en el medio que es cuando menos atención prestan los lectores?”.

Otro ejemplo fue el programa implementando en Reino Unido para enviar mensajes de texto a los padres con hijos en edad escolar, informándolos sobre los exámenes y los temas que habían aprendido en clase. Eso generaba un mayor compromiso y conexión de los padres con el estudio de sus hijos.

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El trabajo del Behavioural Insights Team (BIT) permitió que el gobierno de Gran Bretaña optimizara los resultados de las políticas públicas en términos de empleo, desarrollo social, crecimiento económico, medioambiente, salud y educación. Actualmente, la organización asesora a gobiernos de todo el mundo y tiene oficinas en Londres, Manchester, Nueva York, Singapur y Sydney. En la región, ya ha trabajado con los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Guatemala, México y Perú. Asimismo, la experiencia positiva del BIT UNIT ha inspirado a que un mayor número de países genere una propia agencia estatal dedicada a esto, entre ellos: Estados Unidos, los Países Bajos, Dinamarca, Australia y Singapur.

 

La evolución de las políticas públicas

Como cierre de la jornada, Florencia López Boo sostuvo que los gobiernos de la región “se ven obligados a invertir mejor e intentar lograr más con menos”. Y es así como surgen distintas herramientas para optimizar las políticas públicas. Entre ellas, mecanismos de financiamiento basados en resultados, nuevos modelos de gestión de servicios públicos, nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y efectividad de dichos servicios y una mayor colaboración entre los sectores público y privado.

La aplicación de ciencias del comportamiento humano al estudio de las políticas públicas se enmarca en esta búsqueda. Según López Bóo: “Con esta Red queremos sumarnos al gran esfuerzo de los gobiernos del Cono Sur y toda la región para mejorar el bienestar de aquellos que más lo necesitan. Creemos que esto es crítico para fomentar soluciones innovadoras y costo-efectivas en las políticas sociales. Vamos a usar las ciencias del conocimiento del comportamiento real de las personas para diseñar mejores políticas”.

Agustín Ibáñez, describió como proyectos de la iniciativa: “la construcción de una institución regional pionera y aplicada al desarrollo social y de salud, la concreción de un programa de intervención para medir y mejorar la cognición y el lenguaje en niños en condiciones vulnerables, y llevar a cabo una plataforma clínica y de investigación para el envejecimiento patológico”.

Por último, Facundo Manes, se mostró muy entusiasmado con la red: “Hoy estamos hablando de la evolución de las políticas públicas. Es tomar en cuenta cómo los seres humanos pensamos, decidimos y actuamos para el diseño y aplicación de las políticas”.