Por: Santiago Chelala

En el nuevo informe del INTAL, cuarenta expertos mundiales analizan cómo la inteligencia artificial puede contribuir a una integración predictiva e inclusiva de América Latina. El lanzamiento de esta nueva publicación se realizó en el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires.

“Habitamos todos un nuevo planeta: se llama Algoritmolandia”. Con este provocador comienzo, Gustavo Beliz, director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL/BID), abrió el evento de lanzamiento del nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo.

¿Qué es Algoritmolandia?  Es un espacio ciber-físico a través del cual millones de datos se trasladan a hiper-velocidad y terminan siendo analizados en sistemas crecientemente sofisticados de inteligencia artificial (IA), que a través de procesos de aprendizaje y auto-aprendizaje generan un impacto cada vez mayor en la industria, el comercio, los servicios y múltiples facetas de nuestra vida comunitaria.

También es el título del último informe del INTAL/BID, que convoca a más de 40 expertos mundiales a pensar las oportunidades y los desafíos que la IA, la tecnología más disruptiva de la Cuarta Revolución Industrial, ofrece para la región.

La presentación, que tuvo lugar el 29 de agosto, no pudo tener un mejor marco: el Planetario de Buenos Aires, con su estética futurista y su pantalla semiesférica que abarca los 180 grados de la cúpula. Por parte del BID, también expusieron Antoni Estevadeordal, Gerente del Sector de Integración y Comercio, y Marcelo Cabrol, Gerente del Sector Social.

Una nueva geografía

“Este nuevo planeta tiene una nueva geografía”, prosiguió Beliz en la apertura. “Océanos de datos que en un 80% no se encuentran estructurados y reflejan el potencial que tiene hoy el análisis inteligente de esa información. Una nueva infraestructura, menos física y más intangible, como ocurre con la computación en nube”, explicó.

Para los gobiernos, “es esencial diseñar políticas públicas y planes estratégicos de inteligencia artificial, para manejar con cuidado la transición tecnológica de trabajadores desplazados hacia nuevos empleos”, dijo Beliz. También sostuvo la importancia de crear una alta gerencia pública en manejo de datos, y en crear una marca distintiva de América Latina en IA. “En Algoritmolandia se habla un nuevo lenguaje, se llama co-botización, y nace de la interacción diaria que tenemos los humanos con los robots, una relación que será cada vez más común en fábricas-algoritmo y en oficinas, y que requiere dotar a los trabadores de nuevas competencias y habilidades”.

En este mismo sentido, y prosiguiendo con la metáfora, manifestó que en el nuevo planeta también hay una nueva moneda. “Es la cognificación, el conocimiento humano aumentado por el conocimiento algorítmico”, puntualizó. “Debemos darle cada vez un mayor respaldo en conocimiento a esa moneda para no tener inflación de desempleo”.

“Es urgente incorporar estas nuevas tecnologías a nuestra matriz productiva y a nuestra canasta exportadora para no quedar rezagados con respecto a las economías más desarrolladas”, concluyó Beliz, al tiempo que instó a no caer tampoco en la trampa de los espejismos que propone la IA y evitar los riesgos éticos de cajas negras que reproducen prejuicios.

A continuación, Antoni Estevadeordal, Gerente del Sector de Integración y Comercio del BID, comentó tres iniciativas de la entidad en materia de nuevas tecnologías. ConnectAmericas, una red de empresas para hacer negocios en todo el continente potenciada con machine learning; las ventanillas únicas de comercio, donde se aplican pruebas piloto con blockchain y otras tecnologías de vanguardia para facilitar el comercio; y Uruguay digital, una alianza de la Universidad Tecnológica uruguaya con el BID para ofrecer capacitación en nuevas tecnologías con profesores de los principales centros de estudio del mundo.

Una gobernanza del futuro

Tras la introducción de Beliz y Estevadeordal, Kristina Persson, Ministra del Futuro de Suecia, comentó las dificultades de gobernanza local que encuentran los proyectos de mediano y largo plazo. “En especial los gobiernos deben dejar de trabajar en silos aislados. Se necesita cooperación y dejar de lado egoísmos individuales para abordar los temas tecnológicos de forma transversal como se requiere”. Para Persson, “una IA que sea benéfica para toda la sociedad es posible si abordamos el debate sobre los valores involucrados”. Y sostuvo que “los nuevos trabajos necesitan del esfuerzo público para salir a la luz”.

El siguiente orador, Nicolas Miailhe, presidente de la iniciativa The Future Society, incubada en la Universidad de Harvard y Director de la consulta global sobre la gobernanza de la Inteligencia Artificial, remarcó que sería bueno tomar ejemplos exitosos de cooperación internacional para tratar dificultades globales, como el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). “Hay que avanzar en políticas públicas que incorporen IA para mejorar los servicios a los ciudadanos, sin tener miedo al fracaso. Pero tenemos que asegurarnos de que los fracasos tengan consecuencias limitadas, aprender a fracasar de forma inteligente”.

Miailhe lanzó en 2018 una consulta cívica global sobre la gobernanza de IA. En línea con otros manifiestos al respecto. El resultado de esa iniciativa fue que la IA genera tanto miedo como oportunidades, y que necesita ser guiada para no profundizar desigualdades y desequilibrios sociales, pero al mismo tiempo que no alcanza una guía local o nacional, sino que debe tener una escala al menos regional para consensuar políticas sobre transferencia de datos.

 

Una educación inteligente

Débora Schapira, Profesora de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), remarcó el potencial de la educación personalizada a través de IA, mostrando casos concretos de aplicación como Geekie en Brasil, u otros ejemplos en India y Chile, donde la tecnología permite un aprendizaje a medida de cada alumno. Sin embargo, los profesores seguirán teniendo la difícil tarea de enseñar habilidades blandas, como liderazgo, empatía, y el aula seguirá siendo “un lugar sagrado”, vaticinó. También abogó por la creación de carreras de grado en IA para América Latina.

Kate Pounder, exasesora del gobierno de Australia para temas de economía digital y directora de AlphaBeta, describió el impacto de la automatización a nivel de horas trabajadas para el mercado australiano. “Habrá profesiones que desaparecerán, otras ocupaciones nuevas que nacerán a la luz de nuevas tecnologías, pero más que nada habrá una reconversión hacia adentro de las actuales ocupaciones, donde la IA y las tecnologías de automatización permitirán dedicar más tiempo a las tareas menos repetitivas”, aseguró.

 

Un nuevo factor de producción

El siguiente expositor fue Eduardo Plastino, Economista Senior de Accenture Research, para quien aún es difícil consensuar una misma opinión sobre qué significa IA. “Para nosotros es un nuevo factor de producción, no es ni capital ni trabajo, sino un híbrido de ambos, con el potencial de aumentar la tasa de crecimiento de los países de América Latina hasta 25% en 2035”. Según Plastino, la clave del éxito pasa por la difusión de la innovación, de modo que la IA provoque “una innovación adicional y un efecto derrame en todos los sectores al de la economía”.

También dijo que, cuando se trata de IA, es esencial potenciar el ecosistema de actores e innovadores, promover reglamentaciones, crear un código de ética y minimizar los riesgos de fragmentación social.

Vinculado a este tema, Elsa Estévez, Profesora del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la Computación de la Universidad Nacional del Sur, sostuvo que cada vez más empresas encuentran en la región en la IA un vehículo para incrementar su productividad. “Los chatbots pueden ofrecer atención al cliente 24/7, e incluso entablar conversaciones en cualquier idioma con traductores conversacionales en tiempo real. “A partir de las tecnologías actuales, los chatbots basados en IA permiten definir asistentes de compra digital que pueden explotar la información histórica del cliente en tiempo real, posibilitando algunas de las acciones siguientes: realizar un seguimiento del grado de satisfacción de los consumidores para confirmar su opinión sobre los productos adquiridos; enviar mensajes para fortalecer la comunicación entre el cliente y la empresa, adaptados a los hábitos de consumo”, explicó la Estévez.

Una macroeconomía de la complejidad

Daniel Heymann, director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires, comentó el impacto de la IA en el análisis económico. “Seguramente la teoría económica cambiará debido al análisis de los datos. Los sistemas se vuelven mucho más complejos porque los algoritmos ya son parte de él, por ejemplo, cuando navegan en internet, hacen compras y deciden inversiones. Entonces, los algoritmos deben estudiar un sistema afectado por su mismo comportamiento en una complejidad creciente”, aseguró el especialista.

Heymann se mostró escéptico respecto a que por el sólo hecho de un aumento en la capacidad predictiva de los algoritmos, no vayan a desatarse crisis económicas. “Las crisis son justamente eso, eventos que no podemos predecir. Crisis seguirá habiendo a pesar de la superinteligencia”, pronosticó Heymann.

En la clausura del evento, Marcelo Cabrol remarcó la necesidad de identificar mejor los escenarios de los mercados futuros de empleo. “De seguro necesitaremos más plomeros del futuro, personas creativas que resuelvan problemas granulares; más legisladores, que sientan las bases de convivencia en el nuevo planeta, Algoritmolandia; y más filósofos-reyes, que debatan y difundan las ventajas de las nuevas tecnologías y adviertan sobre sus riesgos éticos”.


Inteligencia Artificial: un asunto de Estado

En el marco de la presentación del informe ALGORITMOLANDIA, se llevaron a cabo reuniones de trabajo con la Municipalidad de Tigre y con representantes del sector público nacional para debatir sobre los desafíos y oportunidades que presenta la IA.

Durante la jornada del 29 de agosto, realizada en el Museo de Arte Tigre (MAT), participaron Julio Zamora, intendente de Tigre, Gustavo Beliz, Kristina Persson, Nicolas Miailhe, y Kate Pounder. Coordinó el panel Alejandro Melamed, director de Humanize Consulting y autor del libro “El futuro del trabajo y el trabajo del futuro”. Asistieron más de 80 personas del sector privado, emprendedores locales, sindicatos y funcionarios del municipio, para debatir sobre el impacto de la tecnología en el empleo y la productividad a nivel local.

En las palabras de bienvenida, el intendente Zamora hizo énfasis en las oportunidades sociales que pueden traer estas nuevas tecnologías. “Es necesario tomarnos un tiempo para comenzar a delinear políticas que tengan como eslabón principal una distribución equitativa de la riqueza”, afirmó.

En esta misma línea, Gustavo Beliz propuso “diseñar en la región un nuevo contrato social donde se puedan incluir a todas las personas a través de la tecnología”. Y remarcó: “Nuestros trabajos no van a desaparecer, van a recrearse y modificarse. Frente a esta situación no tenemos que ser ni optimistas ni pesimistas, sólo hay que tener esperanza”.

Kristina Persson recomendó al municipio “trabajar en políticas locales que deriven en soluciones globales, invertir en educación y pensar en nuevas formas de servicios tecnológicos”.

Por su parte, para Nicolas Miailhe, la revolución digital “en cierto modo comienza como un modelo de negocio, pero debemos entenderla como una plataforma útil y productiva en una sociedad. Por eso es necesario desarrollar políticas complementarias a la tecnología con el objetivo de aprovecharla al máximo”.

Finalmente, el 30 de agosto, el Ministerio de Modernización de la República Argentina organizó, con la colaboración del INTAL, un seminario en el Palacio San Martín de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, funcionarios públicos de distintos ministerios intercambiaron ideas con los expertos internacionales Kristina Persson, Nicolas Miailhe, Kate Pounder y Eduardo Plastino sobre los desafíos y oportunidades que la Inteligencia Artificial genera en la gobernanza y la prestación de servicios públicos de la región.

Participaron más de 100 representantes de los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Desarrollo Social, Educación, Hacienda, Modernización, Producción, Seguridad, Trabajo, Transporte y Turismo. Asimismo, asistieron funcionarios de la ANSES y del Banco Central de la Argentina.

Rudi Borrmann, Subsecretario de Innovación Pública, y Gonzalo Iglesias, Director Nacional de Datos e Información Pública, fueron los anfitriones del encuentro. También se sumaron del Ministerio de Modernización, María Inés Baqué, Secretaría de Gestión e Innovación, y Héctor Huici, Secretario de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Jorge Aguado, Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del MINCYT, también participó del encuentro. La comitiva del BID estuvo encabezada por Antoni Estevadeordal, Gerente del Sector de Integración y Comercio del Banco, y Gustavo Beliz.