Entre el lunes 22 al viernes 26 de febrero de 2016 se llevaron adelante las negociaciones que contribuirán a facilitar la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) entre ambas partes. Los negociadores debatieron las tres partes principales del acuerdo:
- Acceso al mercado,
- Cooperación en materia de regulación, y
- Normas
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos intentaron así detallar sus objetivos sobre nueve sectores industriales y retomaron la discusión sobre protección de inversiones en la duodécima ronda de negociaciones para un acuerdo de libre comercio (TTIP).
El objetivo es lograr interoperabilidad en esos sectores, aunque las fuentes reconocieron que hay algunos de ellos, como químicos y cosméticos, donde la “cooperación reguladora será modesta” y no será posible una armonización al ser las regulaciones europea y estadounidense muy diferentes entre sí.
Por lo que se refiere al sistema de protección de inversiones, que ha permanecido sin actividad durante un tiempo en las negociaciones, es uno de los capítulos que más controversia han suscitado en algunos sectores.
La UE, que ya remitió a las autoridades estadounidenses una propuesta alternativa a un instrumento clásico de resolución de disputas Estado-inversor, presentará “por primera vez su propuesta para crear un nuevo sistema jurídico de inversiones” o ICS y “se entrará en detalle” en este capítulo, según fuentes comunitarias.
En cuanto al capítulo de desarrollo sostenible, para el que la UE ya presentó su propuesta, se espera en esta ronda que Estados Unidos ponga sobre la mesa la suya.
La UE ha propuesto, además, que el TTIP -como todos los acuerdos comerciales que negocie- incluya medidas específicas contra la corrupción, basadas en provisiones europeas e internacionales.
En lo referente al acceso a mercados, las partes ya han intercambiado ofertas para liberalizar el 97% de las líneas tarifarias en las que verán si hay “posibilidad de mejoras”, mientras que el 3% restante, referente a productos más sensibles, “aún no está sobre la mesa”.
Las negociaciones comenzaron en julio de 2013 y aspiran a crear la mayor zona de libre comercio del mundo y a sentar un referente mundial con la armonización de la regulación europea y la estadounidense.