Liderazgos y construcciones de agendas para la transformación forman parte de un análisis de la situación y de los desafíos que se enfrentan en términos económicos y políticos a nivel mundial.

En la edición 2016 de su informe institucional “Annual Report 2015-2016”, un grupo de expertos del World Economic Forum (WEF) identifica dos grandes retos actuales: por un lado, los liderazgos mundiales están siendo absorbidos por una crisis de administración. No hay esfuerzo enfocado a manera sostenible a proyectar el  futuro global, regional e industrial de una manera sistémica. Por otro lado, los esfuerzos mundiales están fragmentados ya que numerosas iniciativas se llevan a cabo de una manera compartimentada.

Se reconoce que el aumento de la cooperación de múltiples actores locales genera esta complejidad que requiere organización y unidad para conectar y proporcionar a los líderes un espacio para centrarse y desarrollar una visión estratégica de futuro en un mundo absorbido por desafíos del pasado. Es en esa dirección que la institución se ha posicionado como un “sistema operativo” que actúa como esta plataforma de base a estas decisiones que deben ser tomadas.

 

¿Qué áreas mejorar para cambiar la dirección?

El Foro ha concentrado sus actividades alrededor de 9 iniciativas para asegurar cambios, que van desde la economía digital y sociedad; crecimiento económico e inclusión social; educación, género y trabajo; medio ambiente y recursos naturales; sistemas financieros y monetarios; seguridad alimentaria y  agricultura; salud y asistencia sanitaria; comercio internacional  hasta la inversión a largo plazo en infraestructura y desarrollo.

La conformación de Agendas regionales ocupa un lugar relevante. Para esto, los autores hacen un repaso por los grandes bloques continentales. Destacamos el análisis de los puntos más significativos para la construcción de la Agenda regional de América Latina de cara a futuro.

Se reconoce que el desempeño de la región en la última década ha sido prometedor, con años de crecimiento continuo e inclusivo. Sin embargo, sostienen, América Latina ha alcanzado un punto de inflexión. Por un lado, las tasas de crecimiento están frenando, por otro lado, la región está entrando en una nueva fase del comercio internacional a la vez que es protagonista de ciertos hitos políticos que podrían tener un impacto significativo.

El informe considera que el progreso continuo de la región dependerá de si se pueden adaptar sus estrategias monetarias y fiscales, superando la instancia del mercado de materias primas. Esto, junto con medidas para diversificar exportaciones, actualizar el empleo, avanzar en  integración regional y sacar provecho de la Cuarta Revolución Industrial, puede ayudar en el aumento de la productividad y asegurar un crecimiento a largo plazo.

También se menciona la conformación de una Agenda Global Industrial, partiendo de la cuarta revolución y otros factores se han combinado, provocando cambios difíciles de predecir. Esto incluye aspectos como la aplicación de tecnologías, big data, impresión 3d e internet de las cosas, entre otros al ecosistema comercial y social.

World Economic Forum, WEF. 2016. Annual report 2015-2016. Geneva: WEF.