¿Qué pensamos los latinoamericanos de la integración regional y global? Con más de veinte mil encuestas exclusivas realizadas en dieciocho países de la región, la nueva iniciativa de Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) y Latinobarómetro mide de forma permanente la opinión de la población sobre los temas más sensibles para el diseño de las políticas públicas: democracia, integración regional, condiciones de vida, infraestructura, servicios, seguridad ciudadana y medio ambiente, entre otros temas.
El 25 de febrero se presentó en el INTAL-LAB los resultados preliminares del estudio. En este primer acercamiento exploratorio, se compararon además la percepción de los ciudadanos con indicadores objetivos de las economías nacionales, permitiendo así verificar correspondencias y asimetrías entre la subjetividad de los individuos y el desempeño objetivo de la región. Se hicieron ejercicios de “juntar las tablas”, conectar la base de datos de Latinobarómetro con INTRADE, la base de datos en comercio e integración del BID.
El Coloquio de verano “La voz de los latinoamericanos, un Bien Público Regional” contó con la participación de funcionarios y representantes de los Ejecutivos y las Legislaturas de nueve países de la región.
La apertura del evento estuvo a cargo de Gustavo Beliz, director del INTAL, quien señaló que “son muy pocas las conferencias a nivel regional y mundial que, cuando empiezan a hablar de América Latina, no estén citando los resultados de Latinobarómetro”.
A continuación, Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, resaltó que “los gobiernos suelen guiar sus decisiones en base a datos objetivos, pero los mismos no son sino una forma de pretender racionalizar la realidad, que para los ciudadanos pueden no tener sentido”. En realidad, sostuvo Lagos, es el aspecto subjetivo en las personas lo que termina por mandar su comportamiento. “A partir de ahora estamos juntando las tablas, la tabla de lo que sabemos contar como sociedad, y la tabla de lo que creemos que nos sucede. Lo llamado objetivo y subjetivo”, explicó.
“A América Latina le faltan estadísticas, pero más le faltan teorías que expliquen su desarrollo. Aun luego de una década de crecimiento virtuoso en democracia, continuamos siendo la región más desigual y más desconfiada del mundo. Ello genera dos características que nos definen y diferencian: la mayoritaria aspiración a la igualdad y la desconfianza en el desarrollo político”, sintetizó la directora de Latinobarómetro y destacó que el objetivo de la alianza con INTAL es crear valor agregado para el conocimiento de nuestras sociedades.
Somos nosotros
Gustavo Beliz y Santiago Chelala, consultor del BID-INTAL, presentaron los resultados de “Somos Nosotros. ¿Qué pensamos los latinoamericanos y caribeños de la integración regional?”, el primer estudio que conecta para la región datos objetivos de integración y comercio con resultados de encuestas de opinión.[1]
En relación con la integración al mundo, Beliz destacó que:
- Uno de cada cuatro latinoamericanos cree que la integración al mundo es un tema prioritario para el desarrollo. En algunos países, como en Uruguay, la proporción sube a cuatro de cada diez personas.
- La protección del medio ambiente es el aspecto del desarrollo que mayor consenso tiene: 43% de los latinoamericanos lo considera prioritario.
- La condición socioeconómica condiciona la propensión a la integración al mundo, que es mayor entre los jóvenes y entre quienes perciben un mayor ingreso subjetivo.
- Los países con aranceles promedio NMF (Nación Más Favorecida, el arancel no preferencial) más altos consideran en mayor medida que la integración al mundo debería ser un tema prioritario en la agenda.
Los países con menor coeficiente de apertura económica (Exportaciones+ Importaciones/PIB) consideran que la integración al mundo debería ser prioritaria para el desarrollo.
Gráfico 1. Temas importantes para el desarrollo.
Pregunta: De la siguiente lista de temas, dígame cuales son las más importantes para el desarrollo de su país. Medio ambiente, infraestructura, instituciones, integración al mundo, políticas sociales.* (En % del total de respuestas.)
En lo que refiere específicamente a la integración regional, el informe señala los siguientes aspectos:
- Un 44% de los latinoamericanos estaría de acuerdo o muy de acuerdo en que se incluyan compromisos relativos al cuidado del medio ambiente en los acuerdos de integración regional, aunque esto implique pagar aproximadamente 20% más por los productos.
- El 69% de los latinoamericanos está de acuerdo o muy de acuerdo con que su país pueda comprar bienes y servicios de cualquier otro país de la región y que cualquier otro país pueda vender bienes y servicios en su país.
- Cuanto peor es la calidad de la infraestructura local, mayor es la predisposición de la población a pagar por contar con una mejor infraestructura. Esta predisposición crece cuanto mayor es el nivel educativo alcanzado por el ciudadano.
- El 66% de la población de la región cree que la integración regional tiene un impacto positivo en el acceso a tecnología, el 58% en las exportaciones, el 55% en las inversiones, el 52% en el empleo y el 48% en su situación personal.
- En tanto el 45% considera que la integración regional tiene un impacto negativo en la seguridad ciudadana.
- El 41% de los ciudadanos está de acuerdo o muy de acuerdo en pagar 20% más por los productos si se respetan los derechos de los trabajadores nacionales y extranjeros. La propensión a pagar es mayor en los países con una distribución del ingreso más igualitaria.
Como invitada especial, Marita Carballo, quien durante cinco años fue directora de Eurobarómetro, se remontó a los orígenes de estas encuestas de opinión pública en 1973, destacando la necesidad que los gobiernos tenían de comprender lo que pensaban los europeos acerca del proceso de integración iniciado en la década del 50, y de realizar también un seguimiento de los mismos problemas en todos los países. Actualmente, la Federación de Barómetros tiene cerca de 90 países del mundo. También destacó la relevancia de encontrar patrones comunes en la identidad latinoamericana como factor clave de la integración regional.
Por su parte, Paolo Giordano y Alejandro Ramos Martínez, especialistas en integración del BID, presentaron los portales de INTRADE y Data INTAL, fuente de los indicadores objetivos utilizados en el Informe “Somos Nosotros”, y que en gran medida se utilizarán para interactuar con los resultados de la encuesta de Latinobarómetro de 2016.
Innovación, inclusión y desarrollo
Otros expertos del BID expusieron el estado del arte en materia de indicadores de innovación, inclusión y desarrollo social, con la idea de que sirvan de disparadores para la producción del nuevos cuestionario 2016. Pablo Valenti, especialista del Departamento de Instituciones para el Desarrollo del BID, destacó el potencial que ofrecen las redes sociales, donde la región es una de las más activas del mundo. El desafío se encuentra en la brecha que existe entre lo que los ciudadanos demandan a los gobernantes (principalmente seguridad y transporte), y lo que estos últimos comunican a sus representados (cultura, educación).
En materia de Ciencia y Tecnología, el especialista principal Gustavo Crespi señaló que entre un conjunto tradicional de indicadores (como las patentes, los gastos en I+D o las encuestas a las empresas), es importante obtener también encuestas de percepción pública. Esto permite comprender la significancia que los ciudadanos otorgan a la ciencia y a la tecnología en la sociedad, desde distintas dimensiones. Por ejemplo, dependiendo de cómo evalúen los beneficios y los riesgos, podría variar la apropiación que los individuos hacen de las innovaciones (como puede ser la ingesta de alimentos genéticamente modificados o el uso de productos para el cuidado de la salud).
Fabiana Machado, especialista en investigación económica, destacó que las encuestas opinión, a diferencia de los datos objetivos, tienen la ventaja de poder adaptar la información a nuestras necesidades. Sin embargo, para poder sacar provecho de la misma, es necesario tener en claro exactamente qué se pretende medir, y sobre todo, saber cómo obtener dicha información de los sujetos encuestados.
Por su parte, Marcos Robles, especialistas del Sector Social, destacó el trabajo que realiza el BID en la armonización y sistematización de un grupo amplio de indicadores sociales de toda la región, de forma tal de hacerlos comparables entre países. Este esfuerzo se plasma en el Sociómetro-BID, que pronto estará acompañado por resultados de dos proyectos relativos al mercado laboral y a la educación.
Por último, Armando Justo, especialista de la Oficina de Planificación Estratégica y Efectividad en el Desarrollo, expuso algunos resultados del Sistema de Retroalimentación Externa del BID, una serie de 10 encuestas realizadas entre 2012 y 2014 a más de 4.000 personas de la región con el objetivo de optimizar los proyectos institucionales, en los niveles de gobierno, sector privado, academia y sociedad civil.
Experiencias gubernamentales
En la segunda jornada, funcionarios y representantes de las Legislaturas compartieron distintas experiencias en encuestas públicas y seguimiento de indicadores en campos estratégicos como la seguridad ciudadana, la transparencia democrática y la integración regional. Se propició un debate abierto y constructivo entre todos los participantes, con el interesante hallazgo de una convergencia en las demandas de información para la adopción de políticas públicas.
En materia específica de integración, Mijail Quipse Sandival, Subdirector en la Dirección de Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, manifestó que su país cuenta con algunos indicadores objetivos para analizar los procesos de integración existentes, pero reflexionó que sería necesario entender cuál es el grado de conocimiento que los ciudadanos tienen de los mismos. Además, destacó la importancia de conocer que entienden las personas por integración.
La Directora de Planificación Estratégica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, María del Carmen Domínguez, explicó que en la región podría haber una correlación negativa entre el apoyo ciudadano a la integración y los acuerdos firmados, una situación que amerita mayor interacción de los gobiernos con la sociedad civil.
A su turno, la Directora de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo de Ecuador, Patricia Martínez, planteó la idea de dividir el cuestionario en preguntas de integración soft, vinculadas a la movilidad temporal de personas y a la cultura, y preguntas de integración hard, enfocadas sobre lo que los individuos consideran como sectores estratégicos a proteger de la competencia regional. En este punto, Marta Lagos resaltó que “los latinoamericanos están de acuerdo con el libre comercio, pero no con la libre movilidad, porque identifican a esta con desocupación e inseguridad”.
Con relación a la seguridad ciudadana, uno de los temas de mayor preocupación de los latinoamericanos (incluso en términos de integración), Luiza Hermeto, asesora de la Coordinación Especial de Prevención de la Criminalidad del Estado de Minas Gerais, en Brasil, presentó tres encuestas sistemáticas que realizan a nivel estatal. La premisa de estas investigaciones es que la seguridad ciudadana es cada vez más un componente central del bienestar en las sociedades contemporáneas, por ejemplo, alterando hábitos de comportamientos o de la estructura física del hogar. Entre los indicadores obtenidos, el Estado de Minas Gerais mide el nivel de confianza de los ciudadanos en las instituciones y en su entorno, la satisfacción con la atención de los cuerpos de defensa, y el miedo a ser víctima de un delito.
Javier Donnangelo, Director del Observatorio sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior del Uruguay, se preguntó en qué medida se asocian los niveles de temor y el sentimiento de inseguridad con los niveles objetivos del delito. En su país, actualmente, se cuenta con una extensa serie de indicadores objetivos de delincuencia, pero considera necesaria incluir una medición que vincule, en la región, a las tasas objetivas del delito con determinados aspectos sociales de la población, como los niveles de consumo de alcohol y de drogas, las percepciones de desigualdad social y de los roles de género, o la facilidad de acceso a armas de fuego.
Continuando con este punto, el Director General de Gabinete del Ministro del Interior del Paraguay, Humberto Insfrán Miranda, enfatizó la relevancia de la difusión de la información. En efecto, se preguntó si anunciar una instalación de botones de emergencia en la vía pública aumenta la percepción de seguridad del ciudadano, o, por el contrario, lo hace sentir que vive bajo una inseguridad creciente.
Sobre el tema, Marta Lagos explicó que en la última década creció la percepción de inseguridad, a la par que la tasa de victimización fue relativamente estable. “La delincuencia siempre existió en la región, pero hace 20 años, los problemas centrales eran del orden económico”.
Las políticas de transparencia fueron también eje del debate. José Dantos Filho, Coordinador de Educación Superior del Instituto Legislativo Brasilero, destacó que dada la evolución legislativa en Brasil respecto al gasto público y el acceso a la información, los Órganos de Control crearon una serie de indicadores para evaluar la transparencia de los distintos poderes del Estado. Para el Ejecutivo, se miden los portales de internet en función de su contenido, la serie temporal y actualidad de la información, y la facilidad de navegación. En el caso del Legislativo, actualmente se está desarrollando un índice de transparencia que contemple, entre otras cosas, aquellos actos legislativos que luego no son discriminados directamente en la legislación.
En temas de transparencia, el Director de Planificación y Desarrollo de la Junta Central Electoral (JCE) de la República Dominicana, Pavel Rivas Goris, comentó que organiza las elecciones de su país de manera altamente tecnificada, lo que otorga una fuerte legitimidad al sufragio popular.
Gustavo Meixuerio, Consejero Presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (México), dijo que sería relevante contar con la percepción de los latinoamericanos en materias de corrupción electoral y de diversidad étnica y diferencias de género en la región. En este punto, entran en juego el sentimiento de discriminación y de representación en el sistema político. Mientras que Francisco Sales Heredia, Director del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados de México, compartió los resultados de las encuestas nacionales de opinión pública en los cuales sorprende la enorme proporción de población que no ha escuchado sobre los derechos sociales, mientras que otra parte importante emparenta el “ser ciudadano” con aspectos asociados más a la responsabilidad que a los derechos, como es el pago de impuestos.
Juan Cincunegui, representante de la Dirección General de Relaciones Internacionales de la Presidencia de la Honorable Cámara de Diputados de la República Argentina, comentó que el parlamento argentino cuenta con un Programa de Modernización que incluye el trabajo conjunto con las Legislaturas de todas las provinciales del país y con un grupo de consejo de deliberantes municipales. En este contexto, surgió la reflexión de que, además de obtener la opinión pública de los ciudadanos, sería interesante conocer también la percepción de los parlamentarios en una encuesta replicada, para así comprender la brecha que existe entre representantes y representados sobre los mismos temas. Este mecanismo existe en Europa bajo el European Social Survey.
El cierre estuvo a cargo de Bernardo Guillamon, gerente de la oficina de Alianzas Estratégicas del BID, quien destacó que la alianza entre el INTAL y Latinobarómetro permitirá a los países de la región contar con una herramienta de importante valor estratégico.
Los asistentes coincidieron en que el cruce de las percepciones y los datos económicos permite comprender mejor las demandas de integración (considerada aquí en un sentido amplio, que incluye dimensiones comercial, física y social), y contribuye así al diseño de las políticas públicas que buscan satisfacerlas. Esta comparación de datos a ambos lados del espectro, información tangible e intangible, es una característica novedosa en la realización de estudios comparativos en esta temática.
La concordancia entre las tendencias objetivas y las percepciones de la población permite trazar una doble vía de acción. Por un lado, considerar las necesidades subjetivas a la hora de establecer prioridades y objetivos en la estrategia de integración y, por otro, evaluar fehacientemente si las decisiones tomadas tienen efectivamente el impacto buscado en las percepciones cotidianas de los ciudadanos.
[1] La encuesta de Latinobarómetro de 2015 incluyó cinco preguntas específicas sobre integración.