El fortalecimiento de la integración regional fue analizado por expertos reunidos por ambas instituciones.

El Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) organizaron un encuentro de especialistas para analizar la potencial convergencia del MERCOSUR y la Alianza del Pacífico.

La bienvenida estuvo a cargo de Gustavo Beliz, Director del INTAL, quien resaltó el inicio de las actividades conjuntas entre ambas instituciones, y Antonio Estrany y Gendre, Vicepresidente del CARI.

El disparador del debate fue la charla de Osvaldo Rosales (CEPAL), quien presentó su informe “Hacia la convergencia en la diversidad”. Según Rosales, una nueva actitud de Brasil frente a la integración es la principal novedad en el contexto regional.

“Brasil es la séptima economía del mundo si se toma su PIB pero ocupa el puesto número 25 en el ranking de comercio. Se trata de una anomalía que es necesario corregir”, sostuvo el experto. Para Rosales, quien fue vice ministro de Comercio Exterior en Chile durante la presidencia de Ricardo Lagos, una posición brasilera más favorable al acuerdo MERCOSUR-Unión Europea es la clave del futuro de la integración regional.

“El acuerdo MERCOSUR-UE dará un fuerte impulso a la integración regional, a la densidad de una integración apoyada en la libre movilidad de bienes y personas. Lo menos relevante son los aranceles. Lo que realmente importa es lo no arancelario, las normas, los mecanismos de solución de controversias y la posibilidad de tener reglas de origen que permitan la acumulación, lo cual estimularía la formación de cadenas de valor regionales. Eventualmente, un acuerdo con la UE se beneficiaría de la acumulación ya que productos elaborados con insumos de cualquier país de la región podrían ingresar en ese mercado, incentivando al comercio regional”, se entusiasmó Rosales.

“Necesitamos que el tratado MERCOSUR-UE avance, aunque sea con ambigüedades. De hecho, los buenos acuerdos siempre están llenos de ambigüedades. Luego podremos buscar espacios de convergencia con la Alianza del Pacífico, por ejemplo, enviando delegaciones empresariales conjuntas con el MERCOSUR a Bruselas”, agregó Rosales.

En tanto que José Ignacio Salafranca, Embajador de la Unión Europea en Argentina, remarcó que si bien las prioridades del antiguo continente pasan por otro lado (crisis económica y crisis de refugiados), “ha llegado el momento de concluir el acuerdo con el MERCOSUR”. Para el diplomático, “solo hace falta voluntad política ya que no se puede forzar a los países que no creen en las ventajas de estos acuerdos a ir hacia adelante”.

Alejandro Ramos Martínez, especialista en integración del BID-INTAL, sostuvo que las Cancillerías de los países miembros del MERCOSUR y la Alianza del Pacífico deberían buscar espacios de cooperación regional más allá del ritmo de avance del acuerdo con la Unión Europea. “Hay muchos espacios para avanzar, desde medidas de facilitación de comercio hasta ventanillas únicas”, comentó el especialista, quien también destacó la coyuntura adversa que enfrenta el comercio regional, un tema que también analiza el último Informe MERCOSUR del INTAL.

Durante el intercambio de ideas, Felix Peña, Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC, opinó que la convergencia regional entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR que promueva el acuerdo con MERCOSUR-UE podría ser solo el punto de partida para iniciar negociaciones a nivel continental en América.

Entre otros asistentes, formaron parte del debate los expertos en comercio exterior y relaciones externas Jorge Castro, Ricardo Rozemberg y Adrián Makuc, los dos últimos autores de una reciente investigación del INTAL que analiza en profundidad la relación entre el MERCOSUR y la UE.