Las artesanías, además de ser elementos de la identidad colectiva de los pueblos y una de las vías de preservación del patrimonio cultural y etnográfico más importantes, también se destacan por su contribución a las economías locales, regionales y nacionales.
Como actividad productiva, las artesanías no son ajenas al fuerte desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la globalización de los mercados, que les abrieron muchas nuevas posibilidades, y lo harán aún en mayor medida en los distintos procesos del negocio. La globalización presenta también oportunidades de colaboración y de presencia en los mercados extranjeros que se pueden explorar.
A nivel internacional, la UNESCO brinda la siguiente definición: “Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se producen sin limitación de cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente”.
En busca de un sector competitivo
La competitividad empresarial es un concepto multidimensional y dinámico que hace referencia a la capacidad de una empresa para mantener e incrementar su cuota de mercado; y está muy ligado a su ventaja competitiva, concepto que se concreta ya sea en costes inferiores a los de los competidores o bien en la posibilidad de diferenciar el producto.
Una mejora en la competitividad del sector artesano podría traducirse en empresas más consolidadas, más rentables, con mayor interés en crecer y en explorar las distintas vías para lograrlo.
A mediano y largo plazo, la competitividad está determinada por seis grandes aspectos que, gestionados adecuadamente, mejoran el crecimiento y la rentabilidad de las empresas artesanas:
- Gestión de los recursos humanos:Este factor es fundamental en la empresa artesana por sus procesos productivos y por la importancia que la cualificación y la experiencia de los trabajadores tiene en la calidad de sus productos. El reducido tamaño medio de la empresa artesana enfatiza aún más la importancia de los recursos humanos en la competitividad empresarial.
- Aplicación de las TIC:Se ha configurado como uno de los principales factores de competitividad empresarial que determina mejoras por distintas vías. La aplicación de estas tecnologías a los procesos de producción genera innovaciones que favorecen las ganancias de productividad; además, hace posible innovaciones organizativas y comerciales y facilita la internacionalización de la empresa.
- Innovación:La calidad se considera en muchos aspectos un paso muy ligado, o incluso previo, a la innovación. La preocupación de una empresa por la calidad refleja su voluntad de mejora continua en la atención a los clientes. Una forma es obtener certificaciones que mejoran la confianza de antiguos y nuevos consumidores, en la calidad de los productos y servicios, tanto en los mercados nacionales como internacionales.
- Internacionalización:El canal de comercialización más frecuente en las empresas artesanas es la venta directa a clientes concretos. El resto de los canales de comercialización tiene una presencia muy reducida, especialmente aquellos que llegan a mercados del exterior. Una alternativa es la venta en portales especializados y a través de páginas web.
- Financiación:La situación financiera de las empresas marca sus posibilidades de crecimiento y condiciona su planificación estratégica. La estructura financiera, en particular el peso de la financiación ajena y su distribución entre corto y largo plazo, es el resultado de múltiples factores entre los que destacan la política estratégica de la empresa y la situación económica del mercado en el que desarrolla su actividad.
- Cooperación empresarial e institucional:En el caso de las empresas artesanas, la cooperación adquiere una especial relevancia debido a su reducido tamaño medio; se trata de una vía de superación de algunas de las desventajas asociadas a las microempresas. Dentro de las ventajas asociadas a la colaboración con terceros (empresas u otros organismos) se destacan un acceso más fácil, barato y rápido a información, tecnologías y a nuevos mercados; la obtención de recursos humanos y financieros adicionales; y la posibilidad de compartir riesgos, tanto en el desarrollo de nuevos productos y servicios como en el acceso a los mercados extranjeros.