Autoridades europeas apelaron formalmente el dictamen favorable que la Argentina obtuvo de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El organismo multilateral había concluido que la Comisión Europea había calculado mal el costo de producir biodiesel, por lo que el arancel europeo, impuesto en diciembre de 2013 en 24,6%, sería contrario a las normas de dicha organización.
En continuación a la disputa que se da en el marco de la organización Multilateral (Conexión INTAL 235 “Fallo a favor de Argentina por biodiesel), la Comisión Europea defendió ese arancel al considerar que el biodiesel argentino se beneficia de una reducción fiscal que le permite vender su producción por debajo del precio de fabricación, lo que los expertos consideran “dumping”. Así, argumenta la UE, compite con ventaja contra los productores europeos.
Dos meses después del fallo de la OMC que favorecía a Argentina, se anunció que la UE presentaba su reclamo porque considera que en el fallo del panel de expertos de la OMC, aun reconociendo que “fue crítico sobre algunos aspectos de la aplicación de estas reglas en el procedimiento que llevó a la UE a imponer medidas anti-dumping al biodiesel en 2013”, también rechaza el pedido argentino que solicitaba que se considerara contraria a las normas de la OMC la legislación anti-dumping de la UE.
La imposición de aranceles por parte europea se hizo tras las presiones del European Biodiesel Board, un grupo que defiende los intereses de los productores europeos de biodiesel.
Argentina es el primer productor mundial de biodiesel. Según los datos que maneja la Comisión Europea, recogidos por la agencia AFP, en 2012 el 90% de las exportaciones argentinas de biodiesel fueron al mercado europeo. Tras la imposición del arancel las ventas cayeron abruptamente.