El Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (BID-INTAL) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el apoyo del Gobierno de Paraguay llevaron a cabo en Asunción el 19 y 20 de octubre de 2016, el “Taller Regional sobre Comercio Electrónico y su Rol en el Desarrollo de América Latina”, diseñado con el objetivo de reunir a representantes de los gobiernos y del sector privado de los países de la región y a representantes de organismos multilaterales, para debatir propuestas concretas de apoyo al comercio electrónico mediante políticas y regulaciones tanto en el plano nacional, como regional y multilateral.
La construcción de una economía digital puede abrir un abanico de oportunidades en pos de un comercio inclusivo; puede permitir a los países en desarrollo avanzar en logros significativos en materia de industrialización y contribuir al acceso de las pequeñas empresas al mercado global. Sin embargo, el crecimiento de una economía digital presenta también obstáculos como el acceso al financiamiento y las barreras comerciales regulatorias y nos enfrenta al doble desafío. Primero desarrollar la infraestructura que permita salvar la “brecha digital”, es decir, tener acceso adecuado a la banda ancha, a conexiones móviles de calidad, entre otras herramientas. Y, además, lograr una ,de promover una legislación tendiente a facilitar el comercio electrónico.
Para analizar estos y otros temas, el BID-INTAL y la OMC convocaron a especialistas y prominentes expertos del Banco Mundial, la UNCTAD, el International Trade Center (ITC), a altos representantes de las cámaras latinoamericanas de e-commerce y de empresas como Google y DHL, y a expertos del Gobierno de Paraguay en la materia.
Se dieron cita en la ceremonia de apertura el Embajador Rigoberto Gauto, Viceministro de Relaciones Económicas e Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay; el Sr. Eduardo Almeida, Representante del BID en Paraguay; y los Sres. Hans-Peter Werner y Raúl Torres, Consejeros de la División de Desarrollo de la OMC.
Durante la primera jornada se examinaron las acciones tomadas a nivel de la OMC en el marco del comercio electrónico y se analizaron las recientes propuestas de sus miembros y los preparativos para el Sexto Examen Global de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, que tendrá lugar en julio de 2017, bajo la consigna “Fomentar la Conectividad”. Se discutió a su vez, la participación de América Latina en el comercio electrónico y las utilidades de la plataforma ConnectAméricas del BID, la primera red social empresarial creada con el fin de promover el comercio y la inversión internacional. También fueron objeto de debate los desafíos de logística y transporte que enfrentan los exportadores de la región y se exploraron posibles soluciones de facilitación del comercio que pudieran contribuir a reducir los costos de participación en los mercados de exportación.
El segundo día, se presentaron diferentes visiones sobre el e-commerce como vía para el logro de un comercio de naturaleza más inclusiva para el desarrollo de los países de la región y, como correlato, como canal para una mayor participación de las PyMEs en la actividad exportadora. Se debatió también sobre el marco regulatorio existente en la región acerca de la protección de datos y de la protección al consumidor.
Recomendaciones al sector privado
Como resultado del Taller Regional se elaboró un documento, en el que se enumeran las recomendaciones del sector privado y sus expectativas para con el sector público, en relación con la creación de capacidad; regulación e infraestructura; políticas públicas; facilitación y medios de pagos que hacen a la gestión del comercio electrónico.
Taller Regional SOBRE Comercio Electrónico RECOMENDACIONES DEL SECTOR PRIVADO 1 – Creación de Capacidades
2 – Regulación e Infraestructura
3 – Políticas Públicas
4 – Facilitación
5 – Medios de Pagos
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Estuvieron representados en la actividad los gobiernos de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay; como también las cámaras de comercio electrónico de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Uruguay.
A lo largo de las dos jornadas, la OMC destacó el crecimiento del e-commerce en la última década y del aumento constante de usuarios de internet, que están cambiando la forma de hacer negocios y transacciones comerciales. Mediante la reducción de los costos del comercio asociados, el e-commerce permite a las empresas acceder al mercado global, llegar a una red más amplia de compradores y así participar en el comercio global, contribuyendo a que el comercio internacional sea verdaderamente inclusivo y alineado con los objetivos de desarrollo sostenible.
Sin embargo, el acceso a internet es una condición necesaria pero no suficiente para beneficiarse de mayores oportunidades. Existe una serie de variables económicas y tecnológicas, que impide el acceso de muchas personas a los beneficios del comercio electrónico, particularmente en los países en desarrollo. Por ejemplo: sistemas financieros deficientes; sistemas de pago poco desarrollados o de muy difícil acceso; baja confianza del consumidor al comprar por internet; y marcos legales y regulatorios débiles o poco adecuados al comercio electrónico. Estos obstáculos representan un desafío mucho mayor para las empresas pequeñas, por lo que se hace necesario tener en cuenta la conexión existente entre las medidas para afrontar el e-commerce y aquellas que faciliten la participación de las PyMEs en el comercio internacional.
¿Por qué capacitarse en comercio electrónico?
Se estima que el volumen del comercio electrónico ronda los 2.000 millones de dólares y que para 2020 esta cifra se habrá doblado, observándose el mayor crecimiento en el comercio transfronterizo.
Según se indica en el cuadro siguiente, actualmente los sectores más dinámicos del comercio online en todas las regiones son el de pasajes aéreos y el de vestido y calzado. En América Latina, el 36% de los pasajes de avión son vendidos por internet, mientras que estas ventas representan el 59% del total de pasajes vendidos en la región de Asia-Pacífico, el 43% en América del Norte, el 34% en Europa y el 39% en África y Oriente Medio.
Es destacable también que el 28% de las ventas online de vestido y calzado en América Latina es concretada por internet; frente a 57% en Asia-Pacífico; 42% en América del Norte; 34% en Europa y 26% en África y Oriente Medio.
En materia de conectividad, a nivel mundial, 4 millones de personas se mantiene aún sin haber utilizado internet y, de los casi 600 millones de habitantes de América Latina, alrededor de 260 millones no lo utilizan.
En términos de desarrollo, el 47% de la población mundial tiene acceso a internet. Este porcentaje llega al 81% en los países desarrollados, frente al 40 % en los países en desarrollo, llegando a 15,2% en los países menos adelantados.
En cuanto a precios, llamativamente el acceso a internet por banda ancha móvil tiene un costo menor el acceso por línea fija, especialmente en los países en desarrollo, donde la diferencia de precio llega a un 50% menos.
Retos y oportunidades del comercio electrónico y el sector privado.
Los modelos de negocio tradicionales están siendo desafiados por las actividades de micro-escala y nuevos patrones de consumo.
Se estima que en Estados Unidos las ventas minoristas globales alcanzarán cerca de 24 trillones de dólares. A su vez, las ventas mundiales por comercio electrónico en Estados Unidos superarán los 2 mil millones de dólares en 2016, lo que representa el 8,6% de las ventas minoristas totales y se espera que, para 2019, el 12,8% de las ventas totales minoristas se realizarán en forma online[1].
Para su inserción en el mercado global a través del comercio electrónico, las pequeñas y medianas empresas requieren de un buen acceso a redes eficientes, confiables y seguras de transporte, y el desarrollo de capacidades que les permitan adquirir conocimiento sobre las reglas internacionales. Las PyMEs apuntan a tener una cobertura global mediante el acceso a mercados extranjeros, debiendo salvar en muchos casos, barreras idiomáticas y la imposibilidad de montar sus propias cadenas de suministros; y a obtener representación ante gobiernos y foros internacionales.
Para ello, es menester la coordinación entre los distintos actores involucrados: exportadores, importadores, transportistas, aduanas y agencias fronterizas; la cooperación de las autoridades aduaneras e impositivas; y la OMC como impulsor del trabajo.
El comercio electrónico en el marco de las negociaciones multilaterales
La capacitación conjunta INTAL–OMC apunta a brindar a los países actualizaciones sobre el régimen de comercio electrónico en la esfera multilateral. La OMC tiene un marco regulatorio que divide el comercio en dos grandes sectores: el de bienes y el de servicios. La clasificación que se le asigne al comercio electrónico determinará su regulación en el marco de la OMC.
El mandato para discutir el tema del comercio electrónico le fue asignado a la OMC en la Conferencia Ministerial de Singapur de 1996. Así, dentro del programa de trabajo sobre comercio electrónico el organismo adoptó la siguiente definición: “producción, distribución, comercialización, venta o entrega de bienes y servicios por medios electrónicos”.
El tema fue extensamente discutido en la OMC a principios de los años 2000, fundamentalmente en el Consejo del Comercio de Servicios y el Comité de Comercio y Desarrollo. El interés de los miembros por la temática fue disminuyendo, hasta que las discusiones se reanudaron muy recientemente.
En 2013 la Declaración Ministerial de Bali incluyó un mandato para que los miembros revitalizaran la labor en el tema, enfocándose en el nexo con el desarrollo, destacando la necesidad de mejorar la conectividad a internet; el acceso a las tecnologías de la información y las telecomunicaciones y a los sitios públicos de internet. La Declaración de Bali también instó a los miembros a examinar las oportunidades económicas de desarrollo, prestando especial atención a los países en desarrollo, a los países menos adelantados y a aquellos que con menor nivel de conectividad; y a examinar las oportunidades y dificultades de acceso al comercio electrónico por parte de las PyMEs. Con este objetivo, estableció exámenes periódicos en el Consejo General y la extensión de la moratoria sobre la imposición de derechos y aranceles a las operaciones de comercio electrónico.
Posteriormente, la Declaración de Nairobi de 2015 estableció la continuidad de la labor iniciada en 2013 y dio el mandato de realizar exámenes bianuales en el Consejo General y; nuevamente extendió la moratoria sobre los derechos y aranceles.
En los últimos meses de 2016 algunos países miembros la OMC han comenzado a plantear cuestiones con miras a reactivar las discusiones sobre el comercio electrónico y, con el objetivo de obtener posibles entregables, ya sea en la próxima Conferencia Ministerial que se celebrará en Buenos Aires a fines de 2017 o en una eventual continuación de esta negociación.
El comercio electrónico es un tema transversal que atraviesa distintas áreas en el seno de la OMC[2]. Constituye un tema permanente en la agenda del Consejo General, máximo órgano decisorio de la OMC, habiéndose dado mandatos también al Consejo del Comercio de Servicios; Consejo del Comercio de Mercancías; Consejo de los ADPIC[3]; y al Comité de Comercio y Desarrollo. Existe también una sesión dedicada al comercio electrónico dentro del Consejo General.
Como parte de las recientes discusiones que se han dado en el marco de los diferentes órganos de la OMC, se llegó a las siguientes conclusiones:
Comité de Comercio de Servicios |
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Consejo del Comercio de Mercancías
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Consejo de los ADPIC
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Comité de Comercio y Desarrollo
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Cuestiones a examinar:
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Acuerdo sobre Tecnología de la Información |
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[1] Worldwide e-commerce retail sales, e-Marketer, Diciembre 2015, www.eMarketer.com.
[2] Cuestiones de acceso a mercados que hacen a la facilitación del comercio electrónico; temas regulatorios como localización y flujo de datos, privacidad y protección al consumidor; y temas de infraestructura tanto física como regulatoria y de capital humano, para poder lograr la inserción del país en el comercio internacional.
[3] ADPIC: Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.