El Presidente de Accenture Argentina, Sergio Kaufman, compartió su visión sobre el futuro del empleo con personal del BID.

En el marco del ciclo de charlas “Proyectar Ideas”, que lleva adelante el BID para reflexionar sobre aspectos vinculados a la innovación en el lugar de trabajo, el Presidente para la Argentina y Sudamérica Hispana de la empresa de servicios profesionales Accenture, Sergio Kaufman, expuso sobre “La inteligencia artificial como creador de empleo”. A lo largo de su presentación ante personal del BID, el ejecutivo compartió su visión acerca del futuro del empleo y comentó algunas de las iniciativas de recursos humanos que implementa Accenture para mejorar la productividad, flexibilidad, motivación y diversidad en el ámbito laboral.

Según Kaufman, la empresa hoy atraviesa “una brutal revolución del empleo”, que pasa por diferentes ejes: demográficos y generacionales; elementos sociales y de mayor flexibilidad, y conceptos de diversidad. “La tecnología revoluciona la forma de trabajar y el viejo modelo laboral. El trabajo ya no es el lugar donde estás operando una máquina. Por eso, hace cinco años empezamos a brindar un esquema de home office, dos veces por semana, a todos los empleados. La gente está contenta: creemos que darle flexibilidad es un factor de motivación”, sostuvo Kaufman. “Tres días por semana tienen que venir a la oficina, ya que la interacción entre las personas es muy rica”, agregó.  Con un plantel global 450.000 personas y presencia en 120 países, Accenture emplea en la Argentina a 8.400 personas, y proyecta incrementar su plantel local a 10.000 en 2018.

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La diversidad es otro factor clave que se vincula con el futuro del empleo. “En un mundo donde lo creativo y lo innovador manda, se deben tener equipos de trabajo diversos. Queremos tener culturas distintas, por género, por edad. Hoy, estamos en las antípodas de la visión corporativa que imperaba hace veinte años, en la que yo crecí. Es que las innovaciones nacieron en garajes, no en corporaciones; eso indica claramente que muchas corporaciones exitosas y establecidas no son capaces de procesar la innovación para sacarle el máximo resultado”. Así, afirmó que “el futuro del trabajo es diverso y flexible”. Y agregó: “En las universidades argentinas actualmente el 60% de los alumnos son mujeres; en promedio, tienen mejores notas y se reciben un año antes que los varones. Sin embargo, en cualquier mesa de toma de decisión, incluso en las académicas, tienen una representación muy baja. Claramente, el mundo del trabajo y la innovación van hacia un lado, pero hay fuerzas conservadoras que quieren contrarrestar esa tendencia.  Cuanto más diverso es el equipo, los resultados son claramente mejores”.

De acuerdo con el directivo de Accenture, el avance de la Inteligencia Artificial (IA) hoy está desplazando tareas que realizan los humanos, pero en los próximos cinco años creará nuevos puestos de trabajo para distintos perfiles y niveles de formación. “En Accenture estamos creciendo, pero al mismo tiempo aparecen robots que reemplazan las tareas. Esta semana, por ejemplo, me llegó un pedido para contratar 300 personas para entrenar robots que moderan redes sociales. Es que, si bien desaparecen algunos trabajos, aparecen otros interesantes. Y no siempre se necesitarán super expertos. Un entrenador de robots para moderar redes sociales, por ejemplo, no tiene por qué ser universitario; necesita tener sentido común básico para darse cuenta cuando un video o mensaje es ofensivo y explicarle al robot para que pueda practicar y aprender. Por otra parte, también hay robots físicos que requieren personas que los entrenen y los adapten.”

La necesidad de dar sentido a los nuevos fenómenos de IA es otra fuente laboral. “Las organizaciones vemos el avance de las plataformas IA, pero necesariamente lo harán con el nexo de personas que logren explicar e interpretar las tendencias que están viniendo. El trabajo de explicar, dar contexto amplio e interpretar lo que está viniendo en IA es muy importante en una organización”, expresó Kaufman.

Otro nuevo puesto que surgirá de la mano de la IA es -según el ejecutivo- el de “sostenedores”. Se trata de las personas que, cuando los robots ya estén funcionando y aparezcan nuevas tecnologías en ese campo, decidirán dónde tiene sentido instalar una determinada solución. “Son rubros enteros de empleo sobre los que debemos pensar y definir.”

Según el ejecutivo, “el empleo tal como hoy lo conocemos va a disminuir, pero van a surgir trabajos, carreras y nuevas”.  Y aludió al segmento de cuidado de personas mayores. “Requiere una capacitación de plazos más breves y es difícil que sea robotizado, ya que se prioriza el trato y las relaciones, como el caso de la enfermería. Pero hay que desarrollar políticas activas en ese sentido”, indicó.

La transformación del mercado laboral será compleja a medida que avancen las aplicaciones de IA. “Lo que desaparecen no son empleos, sino tareas -afirmó Kaufman-. En Accenture Argentina tenemos un centro de robótica para ser más eficientes. En ese caso, se eliminaron unas 500 tareas, pero también tenemos supervisores de esos robots. De esta manera, la persona cuya tarea de reemplazó no se quedó sin empleo. Ahora debe pensar qué puede hacer mejor con esa herramienta.  Las tareas básicas cambiaron.”

Las políticas de capacitación y recursos humanos en Accenture se adaptan a cada empleado y buscan promover la colaboración. “Hay que ser inconfundiblemente humanos, sobre todo porque somos una organización diversa. Damos mucha flexibilidad en la formación. Hay mucho entrenamiento y cada empleado arma su currícula de acuerdo con sus intereses; además, el conocimiento cambia cada seis meses”, comenta. En Accenture -expresó- “la gente se siente muy medida por sus resultados”.

Otro eje fundamental, comentó Kaufman, es la colaboración, “porque trabajamos con el conocimiento”, precisó. “Hay cierta tentación a ser celoso de lo que genera y produce cada uno; pero cuando se trabaja en grupo, esos celos conspiran con los resultados grupales”, advirtió. Para contrarrestar esos comportamientos “tratamos de crear constantemente una cultura de la generosidad intelectual; una cultura donde les va bien a aquellos que comparten, porque potencia a los demás”, señaló.  “Hay que trabajar en eso todo el tiempo. La exponencialidad ocurre cuando hay interacción. Es preciso ser generosos, tomando y dando crédito a las ideas de los otros. Yo premio a los que comparten.”