¿Hay descontento como en los países desarrollados? ¿Qué lugar ocupa la integración de AL en la agenda de desarrollo de los países? ¿Nos interesa integrarnos? ¿Queremos más o menos integración? ¿Tenemos preferencias por integrarnos con algún país o bloque en particular? ¿Qué opinión hay sobre los flujos migratorios?
Las respuestas a estos interrogantes fueron analizadas a través de la elaboración de un estudio recientemente publicado “La Tecno-Integración de América Latina: instituciones, comercio exponencial y equidad en la era de los algoritmos” y desarrollado en el marco de un Programa de Bienes Públicos Regionales (BPR) del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del Sector de Integración y Comercio (INT) del BID. La principal fuente de información de esta investigación proviene de la encuesta Latinobarómetro que se realiza hace más de 20 años en 18 países de la región. Los datos son analizados, primero, en forma aislada, luego vinculados con otros datos que surgen de la misma encuesta y, finalmente, comparados con otros indicadores objetivos de distintas fuentes estadísticas, algunos de los cuales son recopilados por organismos internacionales.
Integración y desarrollo
Al consultar sobre los principales problemas para el desarrollo, la “integración a la región y al mundo” queda posicionada en décimo lugar (entre 11 opciones), con 25% de menciones. Por el contrario, temas como las “políticas sociales, la pobreza, y la inclusión”, el “medio ambiente y el cambio climático”, “la igualdad de oportunidades para todos” y la “infraestructura del transporte, energía, agua y saneamiento” emergen entre las principales preocupaciones de los latinoamericanos (ver Figura 1). Al parecer, “la integración a la región y al mundo” no es percibida como un problema urgente, aunque se mostrará más adelante que existe un alto porcentaje de población con demandas de integración.
Figura 1. Temas importantes para el desarrollo (en % de menciones)
Al observar los resultados de las mediciones de 2015 y 2016, vemos que la integración se mantiene estable por tercer año consecutivo, siendo considerada una prioridad para el desarrollo por 1 de cada 4 personas. En particular, es mencionada por personas de edad avanzada (más de 65 años) y de mejores condiciones socioeconómicas. El género no emerge como un factor determinante en las respuestas. Al analizar los resultados por países, vemos que la “integración a la región y al mundo” alcanza su máximo en Uruguay (40%) y Venezuela (38%). En el extremo opuesto, los países donde menos menciones obtiene son Panamá y El Salvador con 15% (ver Figura 2).
Figura 2. ¿Es la integración un tema relevante para el desarrollo? (en % de respuestas afirmativas)
Figuras 3, 4, 5 ¿Es la integración un tema relevante para el desarrollo? (en % de respuestas afirmativas, según sexo, edad y posición económica)
¿Estamos conformes con la integración lograda?
Considerando los últimos cinco años, se consultó por los esfuerzos realizados por el país para integrarse al mundo. En promedio, el 63% de los latinoamericanos se muestra conforme con los esfuerzos de integración (respuestas “algo” o “mucho”) mientras que un 32% considera que los esfuerzos fueron insuficientes (respuestas “poco” o “nada”) (ver Figura 7). En promedio, las personas jóvenes (menores de 35 años), son las que más reconocen los esfuerzos realizados por su país por integrarse al mundo. Al analizar las respuestas según el posicionamiento ideológico, encontramos que las que se consideran de “derecha” son las menos satisfechas con los esfuerzos que realizó su país para integrarse.
Al hacer foco en las respuestas por países, encontramos que los uruguayos y argentinos son quienes reconocen mayores esfuerzos de sus países por la integración al mundo (81% y 79% respectivamente de respuestas “mucho” y “algo”). Quienes menos, los guatemaltecos (40%) y los brasileros (41%) (ver Figuras 6).
Figura 6. ¿Hubo esfuerzos por integrarse al mundo? (en % de respuestas “mucho” y “algo”, por país)
Figura 7. Valoración del esfuerzo por integrarse al mundo (en % del total de respuestas)
¿Qué piensan los latinoamericanos sobre la integración económica regional?
La economía latinoamericana muestra importante nivel de concentración; sólo 2 de los 18 países considerados[1] explican el 62% del PBI regional; Brasil aporta el 40% del PBI y México el 22%. ¿Es posible la integración entre economías desiguales?
Dentro de los países considerados en este estudio, conviven al menos dos bloques: MERCOSUR[2], Alianza del Pacífico[3] y otros acuerdos como Mercado Común Centroamericano (MCCA) [4] y el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA), entre otros. Además, en 2016, se firmó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) entre 12 países de AL y el Caribe, América del Norte, Asia y Oceanía.
Una inmensa mayoría de los latinoamericanos se muestra a favor de la integración económica de su país con los otros países de la región (77%) (ver Figuras 8 y 9). El apoyo máximo se observa en Uruguay (87%) y Argentina (84%). El mínimo en Guatemala (63% de personas a favor).
Figura 8. Posición acerca de la integración económica con otros países de la región (en % del total de respuestas)
Figura 9. Posición a favor de la integración económica con la región según país (en % de respuestas a favor)
¿Es la integración económica una prioridad para las dos principales economías latinoamericanas? Los datos demuestran que, aunque por debajo del promedio, el porcentaje de personas a favor de la integración económica es alto en ambos casos: 65% en Brasil y 75% en México.
Integración: ¿con quién y por qué?
La economía latinoamericana se inserta en el orden mundial como proveedora de recursos naturales y materias primas en cadenas globales de valor, mostrando una clara especialización en actividades de bajo contenido tecnológico[5]. En un contexto como el actual, donde el comercio mundial empieza a mostrar signos de mejoría[6], nos preguntamos qué opinión tienen los latinoamericanos sobre la globalización y su impacto económico.
Casi 4 de cada 5 latinoamericanos consideran que la globalización ofrece una oportunidad para el crecimiento económico (78% de respuestas De acuerdo y Muy de acuerdo). Venezuela es el país con mayor acuerdo (85%) y Guatemala el menos convencido sobre la oportunidad que ofrece la globalización para el crecimiento económico (68%) (ver Figura 10).
Figura 10. Percepción de la globalización como oportunidad para el crecimiento económico según país (en % de respuestas “muy de acuerdo” y “de acuerdo”)
Además, se observa una alta correspondencia entre quienes acuerdan con que la globalización es favorable para el crecimiento económico, y quienes apoyan el libre comercio (82%) y la libre movilidad de trabajadores (80%).
¿Tenemos preferencias de países o bloque a la hora de integrarnos? ¿Qué factores alimentan nuestras preferencias?
Estados Unidos es claramente el más elegido para profundizar relaciones comerciales y políticas con el 34% de las respuestas, seguido de la UE con 16%. Se destaca que AL se ubica en 4° lugar con 12%, aunque con muy poca diferencia entre las otras dos regiones y países (UE y China) (ver Figura 11). Es decir si bien el apoyo a la integración económica regional es alto en la región (77%), los latinoamericanos a la hora de elegir con quien comerciar, prefieren a Estados Unidos.
Estados Unidos, no sólo se presenta como el más valorado para fortalecer relaciones sino también, como el principal socio comercial de AL[7] y el de mejor imagen (Ver Figuras 11 y 13). La UE, que explica el 11% del comercio con AL, ocupa el segundo lugar tanto en intención de estrechar el vínculo como en imagen positiva. China, que concentra el 14% del comercio con la región, con una muy alta imagen favorable (61%) resulta ser más favorita para AL a la hora de fortalecer lazos. Finalmente, debe mencionarse que Rusia e India enfrentan un alto nivel de desconocimiento (29% y 37% respectivamente), mientras que Cuba es la que tiene mayor opinión negativa (34%) (ver figura 13).
Figura 11. Relación entre el deseo de fortalecer las relaciones con países o bloques y peso de la relación en el comercio regional
Debe mencionarse que Argentina es el país que más deseos muestra de fortalecer vínculos con AL (30% de las menciones), mientras que Brasil y Honduras son quienes menos (5% de las menciones). Por su parte, Bolivia es el país que más comercia con AL (52%) y México el que menos (4% del total de su comercio es con la región) (ver Figura 12).
Figura 12. Relación entre deseo de integrarse y peso del comercio con la región como % del total, según país
Al parecer, la importancia del comercio bilateral entre cada país y los bloques analizados ayudar a comprender el deseo de fortalecer relaciones con los mismos, algo que se destaca en los casos de Estados Unidos y China (ver Figura 14 y Figura 16), y donde se presenta una correlación positiva entre ambas variables (de 0.57 y 0.64 respectivamente). No obstante, encontramos que este deseo estaría más fuertemente correlacionado con la opinión favorable/desfavorable que tenemos sobre ellos, lo cual permite comprender no sólo la mirada sobre estos dos países, sino también sobre la UE, donde la vinculación con el comercio da una correlación no significativa (ver Figura 15). Por el contrario, la vinculación entre la opinión entre un país y el deseo de integrarse con el mismo arroja correlaciones positivas de 0.75 para Estados Unidos, 0.61 para China, y 0.55 para la UE. De esta manera, sin establecer causalidad, se podría concluir que existe una asociación entre la opinión favorable que se tiene de un país, y el deseo de fortalecer el comercio con ese mismo país.
Figura 13. Opinión sobre países y bloques (en % del total)
Figura 14. Relación entre deseo de integrarse, opinión y peso del comercio con Estados Unidos (en % del total)
Figura 15. Relación entre deseo de integrarse, opinión y peso del comercio con la Unión Europea (en % del total)
Figura 16. Relación entre deseo de integrarse, opinión y peso del comercio con China (en % del total)
En un contexto donde los países desarrollados presentan tensiones y proyectos contrarios a la globalización, en América Latina el apoyo a este proceso sigue mostrándose muy alto; el 78% considera que la globalización representa una oportunidad para el crecimiento económico. Además el 77% apoya la integración económica regional y un 63% considera que su país hizo esfuerzos por integrarse al mundo en los últimos años. Ahora bien, a la hora de integrarse, son priorizadas las grandes potencias económicas (EEUU, UE y China) por sobre la región, resultados que presentan correlaciones positivas con la opinión favorable que se tiene sobre esos países y bloques y con el comercio bilateral.
[1] Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, México, República Dominicana, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Paraguay, Uruguay y Venezuela
[3] Chile, Colombia, México y Perú.
[4] Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
[5] Los datos de comercio exterior de la región pueden usarse para ilustrar esta tendencia: En 2015, tomando el promedio de los países, el 47,4% de las exportaciones de AL constituyen productos primarios, el 21,2% manufacturas basadas en recursos naturales, y el 12,6% manufacturas de baja tecnología. Así, sólo el 18,8% consiste en manufacturas de mediana y alta tecnología. (INTrade).
[6] Según un informe reciente de INTrade, el valor de las exportaciones de América Latina y el Caribe creció a una tasa interanual estimada de 10,6 por ciento en el primer trimestre de 2018, tras un incremento promedio de 11,9 por ciento en el año 2017. Paolo Giordano. Estimaciones de las tendencias comerciales América Latina y el Caribe 2018. Washington: BID.
[7] Datos de comercio internacional provenientes de INTrade