En el marco de la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, por celebrarse del 10 al 13 de diciembre, se espera poder anunciar que el MERCOSUR y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para integrar sus economías.
Desde la última ronda de deliberaciones, que tuvo lugar semanas atrás en Brasilia, donde los cancilleres se reunieron con el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, a quien le entregaron una propuesta integral de parte del bloque para alcanzar el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, y donde ambas partes coincidieron en dar impulso al tramo final de las negociaciones para lograr un acuerdo comercial, las partes manifestaron que el acuerdo está cerca de realizarse y que beneficiara no solo a ambas regiones, sino que además se presentara como símbolo de fuerza y unidad ante el mundo.
El acuerdo de asociación propuesto y las perspectivas de negociaciones comerciales tienen por objetivos atraer mayor confianza para los inversores y una señal hacia las empresas para tener mayor comercio.
En el intercambio de bienes, el bloque sudamericano exige que se incrementan las cuotas para el acceso de carnes y bioetanol, fundamentales para hablar de acuerdo. Sin embargo, Francia, Irlanda y Polonia advirtieron recientemente que un cambio sobre la oferta ya presentada puede dañar a sus productores locales, que están subvencionados.
A su vez, Alemania reclamó a la Comisión Europea, que negocia en nombre de los 28 países del bloque, que el Mercosur reduzca las canastas que protegen del ingreso de bienes industriales en plazos que van de los cinco a los 15 años. El comercio de bienes agrícolas e industriales son las monedas de cambio de ambos bloques en esta negociación.
Otros puntos sin consenso hacen a las barreras técnicas al comercio y a las medidas sanitarias y fitosanitarias. Los sudamericanos quieren asegurarse un ingreso cierto al viejo continente, que muchas veces obstaculiza la llegada de productos argumentando razones científicas o ambientales sobre la producción de los bienes y sus normas de calidad, mientras que los europeos objetan las trabas en el traslado de mercancías adentro de la unión aduanera.
Además, se discutirá capítulo sobre Propiedad Intelectual, con especial énfasis en la industria farmacéutica.