Una nueva ronda de negociaciones entre autoridades de la Unión Europea (UE) y del MERCOSUR se llevó a cabo en Bruselas, con la aspiración de alcanzar en el corto plazo el acuerdo comercial cuya discusión ya lleva más de un año desde que se ha reanudado en 2016.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, expresó que las “negociaciones están en posiciones difíciles, pero confiamos en que con voluntad política se llegará a un pacto próximamente”. Además, la Comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, indicó que las próximas elecciones en Brasil -previstas para el mes de octubre- agregan presión para una pronta conclusión de las conversaciones. Por esta razón, las partes confirmaron que reanudarán el diálogo técnico en Asunción.
Para la UE es clave el ingreso de productos industriales y agrícolas (automóviles, repuestos, productos lácteos) al mercado latinoamericano a tarifas más bajas que las propuestas hasta el momento, mientras que para el MERCOSUR es principalmente importante la apertura del mercado europeo a la carne vacuna y el biocombustibles.
Desde sus comienzos, el acuerdo comercial propuesto se planteó como un esfuerzo para reducir las barreras comerciales, fortalecer las protecciones laborales y ambientales, y crear oportunidades para el crecimiento y el empleo. Para la Comisión Europea, la formalización final será de gran importancia política, enviando “una señal al resto del mundo sobre la importancia de un comercio abierto, mutuamente beneficioso y basado en normas”.