Por: Ximena Abeledo

Los vehículos actuales se volverán obsoletos para 2030. Serán reemplazados por flotas autónomas, eléctricas y a demanda. Así lo imagina Tony Seba, profesor de Standford University.

Pronto dejaremos de conducir vehículos. Utilizaremos el tiempo que tardamos en transportarnos para trabajar desde nuestros teléfonos inteligentes, retomar conversaciones pendientes con familiares y amigos, o simplemente consumir entretenimiento. Desaparecerán los estacionamientos, disminuirá dramáticamente la cantidad de autos en circulación y las ciudades se volverán libres de smog y ruidos de caños de escape.

¿Cuándo? En 2021 ¿Dónde? En ciudades desarrolladas ¿Cómo? Gracias al desarrollo de vehículos autónomos y eléctricos, que brindarán un servicio a demanda por una suscripción mensual. ¿Quién lo afirma? Es la hipótesis que plantea el gurú y conferencista Tony Seba, profesor de Stanford University y autor del libro “Cleaning Disruption of Energy and Transportation”.

Seba fue invitado a dar una conferencia en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para analizar el futuro de la energía, el transporte y el desarrollo urbano. José Agustín Aguerre, gerente del Sector de Infraestructura y Energía del BID, explicó que se trata de una serie de encuentros denominados Charlas en Innovación e Infraestructura, “que formarán parte de una publicación en la que participarán más de 200 expertos”.

INTAL-BID trabaja en distintas temáticas como la innovación, la inteligencia artificial, el futuro del trabajo y la integración regional. Conexión INTAL agrupa todas las publicaciones y la agenda de trabajo prevista para este año.

¿Qué es una disrupción?

“Una disrupción tecnológica es cuando convergen las tecnologías que hacen posible que los emprendedores creen nuevos productos y servicios. Esos productos y servicios generan dos cosas: crean nuevos mercados y hacen desaparecer, destruyen o transforman una industria, producto o categoría de producto”, explica Seba. Ejemplo de ello fue lo que sucedió a principios del siglo pasado cuando el auto reemplazó los carros tirados a caballo. O la disrupción que generó la aparición de la cámara digital, el teléfono celular, el servicio de hospedaje Airbnb o la aplicación de Uber.

Fanático de la innovación, el emprendedorismo y los nuevos modelos de negocio, Seba estudió en los últimos años de qué manera se pueden predecir esos momentos de quiebre en los mercados. “El análisis y el seguimiento de la curva de costos de las tecnologías ayuda a anticipar disrupciones. Es decir, hay que mirar cómo bajan los costos de las tecnologías. Lo que aprendí en mi investigación es que lo que permite la disrupción es la convergencia de varias tecnologías que van bajando su costo. Por ejemplo, en 2007, la aparición del teléfono inteligente fue posible porque todas las tecnologías que eran necesarias para desarrollarlo convergieron y se abarataron en un mismo momento”, detalla el profesor de Stanford.

Sucede lo mismo con las imágenes digitales, cuyo costo se ha achicado un 59% por año; el precio del almacenamiento de datos, que disminuyó un 50% cada 18 meses; o las baterías de litio, que bajaron un 20% en 12 meses.

En la actualidad, Seba recomienda prestar atención a la curva de costos de las siguientes tecnologías: impresión 3D; visualización 3D; blockchain, big data y open data; computación en la nube e Internet móvil; nano satélites; vehículos autónomos aéreos; sensores e Internet de las cosas; inteligencia artificial y aprendizaje automático; robótica y energía fotovoltaica.

Transporte como servicio

Baterías, autos eléctricos, vehículos autónomos, viajes compartidos y energía solar son las 5 temáticas que aborda el libro “Clean Disruption of Energy and Transportation”. Allí se intenta demostrar que, cuando estas tecnologías lleguen a una convergencia, se producirá una nueva disrupción.

Seba habla de “La disrupción del transporte 2020-2030” o “Transporte como servicio” (TaaS por sus siglas en inglés): el momento en el que convergerán los vehículos eléctricos, autónomos y a demanda. ¿Por qué?

  • Los vehículos a combustión tienen 2000 partes móviles contra 20 que requieren los eléctricos. O sea, estos últimos tienen muy bajo costo de mantenimiento. Por lo tanto, para las flotas de vehículos, optar por vehículos eléctricos es la mejor opción para poder competir.
  • Los vehículos eléctricos no contaminan, ergo son amigables con el medio ambiente
  • Los autos eléctricos son 10 veces más baratos al momento de recargarlos versus el costo de la gasolina
  • El 96% del tiempo los vehículos están estacionados y solo están en movimiento un 4%

“TaaS creo que sucederá en 2021. Es decir, imaginemos un Uber eléctrico y autónomo. La otra diferencia es que este servicio será prestado por flotas de vehículos y no por particulares. Las personas tendrán que decidir si comprarán un auto por 50.000 dólares o se suscribirán a un servicio de 100 dólares mensuales como Uber o algo similar. Tal vez para 2030 el 95% de las millas recorridas por pasajeros será a través de esta disrupción”, vaticina el gurú de Silicon Valley, quien asegura que no posee auto propio y se moviliza con servicios como Lift.

Por cierto, Waymo es el auto autónomo que Google está probando en Phoenix, Estados Unidos. Esencialmente es una computadora sobre ruedas. Ya no se necesita el volante y los pedales. Pero hay más de 50 compañías en el mundo trabajando e invirtiendo en vehículos autónomos y eléctricos.

“Hoy en la ciudad de San Francisco el 20% del transporte se mueve por Uber o Lift. En Nueva York llega al 50% de los viajes. Un 10% de las personas que tenían un auto en Estados Unidos y lo vendieron no lo reemplazaron, sino que decidieron convertirse en usuarios de transporte colaborativo. O sea que no solo este fenómeno fue disruptivo para los taxis, sino también para los dueños de los vehículos”, agrega Seba.

De producirse este escenario que imagina el gurú convocado por el BID, los lugares de estacionamiento tenderán a desaparecer porque serán obsoletos. “Por ejemplo, en Los Ángeles, California, Estados Unidos, si sumáramos todo el espacio vacante de los estacionamientos podríamos obtener 3 ciudades del tamaño de San Francisco. Por lo tanto, las ciudades se rediseñarán”, y cambiará el desarrollo urbano, anticipa convencido el especialista en innovación.

 

Ventajas para países en desarrollo

El TaaS toma mayor sentido en las economías en desarrollo porque pueden saltarse pasos. Por ejemplo, en lugar de apostar a más telefonía fija, los países emergentes adoptaron directamente la tecnología móvil. Lo mismo podría suceder con el transporte, evitando la inversión en grandes obras de infraestructura para servicios obsoletos y contaminantes. “Eso tendrá sentido económico porque TaaS será 10 veces más barato que comprar un nuevo auto. O sea, aunque te regalen un auto a combustión y lo tengas gratis, te costará 4 veces menos mantenerlo. Por caso, en lugares como China, India y Brasil es donde hay más aceptación de vehículos autónomos por los grandes congestionamientos de tránsito”, refuerza Seba.

En definitiva, TaaS se convertirá esencialmente en un servicio de transporte público que apuntará a la sostenibilidad económica. “Hoy en día los servicios públicos no ganan dinero, de hecho están subsidiados -dice Seba-. Los bajos costos de las nuevas tecnologías harán que esta disrupción sea posible. Los CEO que son parte de las asociaciones de transporte en Estados Unidos ya se están imaginando como ejecutivos de empresas de tecnología y no como administradores de vehículos o flotas”.

Y si imaginamos mercados abiertos y competitivos, donde las reglas de los gobiernos no permitan monopolios, el mercado de servicios de transporte público tendrá precios bajos ya que cualquiera podrá poner una flota de vehículos a disposición del público a precios muy accesibles.

Antes de cerrar su presentación, Tony Seba dejó pensando al auditorio con las siguientes predicciones:

  • El tamaño de la flota se reducirá en un 80% en las economías avanzadas
  • La compra de vehículos nuevos disminuirá un 75% en promedio por año
  • Bajará la demanda de combustible y los precios también se desplomarán
  • Las familias dispondrán de más dinero (unos 6 mil dólares) y se incrementará la movilidad en los sectores bajos y desfavorecidos de la población
  • Mejorará el aire que respiramos y bajará la mortalidad por accidentes viales (se salvarán 1,2 millones de vidas) así como los gastos asociados a las hospitalizaciones
  • Los costos de la energía solar han bajado más de 303 veces. Y desde 2000 el uso de esta energía ha subido un 40% al año